Regresando a Ciudad Ni

1361 Words
Seth sintió una mirada, sonrió y dejó de tocar. Miró a Abril que lo observaba desde la puerta. -Recordé esa canción – le dijo poniendo la guitarra a un lado, y extendió los brazos a Abril. -Creo que siempre pensaré en ti con ella –Abril caminó hacia él, y se acomodó de nuevo en su regazo sonriendo; no dijo ni una palabra, sólo quería escuchar latir aquel corazón. Permanecieron en el balcón lo que les quedaba de la velada, hasta que llegó la hora, Seth llevó a casa a Abril, puntual. Se despidieron afuera del departamento con un dulce beso. -Prometo estar en contacto – aseguró Abril. ¿Por qué era tan difícil separarse? Seth, soltó la mano de Abril y se fue por el pasillo, volteando de vez en cuando para verla a lo lejos, hasta que desapareció cuando las puertas del elevador se cerraron. Seth volvió a Ciudad Ni. Abril permaneció en Ciudad Eta. Dicen que las relaciones a distancia no funcionan, tal vez tengan razón, porque son muy complicadas y difíciles. Se mandaban mensajes a diario. Hablaban en ocasiones. Solo una video llamada a la semana era lo que se veían. Seth, buscaba desesperadamente en su agenda poder viajar a Ciudad Eta, para estar con ella. Abril, planeaba exasperada la manera de que se encontraran en alguna ciudad cercana. Seis meses pasaron con la agonía de no tocarse, de no poder besarse, abrazarse. Faltaba una semana para que el semestre se terminara. -Ya se va a terminar el semestre, tal vez le pida a mi mamá poder volver a Ciudad Ni para visitar a mi papá – fue Abril la primera en proponer en la video llamada de la semana. -Estaba pensando, que tal vez yo podría irme a vivir allá por las vacaciones, y coordinar de ahí mis viajes con la banda –Seth también había pensado en una solución. –El próximo semestre ya es el último para mí, así que podría mudarme definitivamente a Ciudad Eta. – Con ideas para poder verse, se despidieron. Ambos se sentían ansiosos del reencuentro físico. Abril, cargaba a diario con un nerviosismo por el final de esa semana y lo que eso representaba. Incluso la escuela no le sirvió de distracción, pero el viernes estaba muy cerca, y en esta ocasión sintió al tiempo como aliado, porque paso rápido. Seth veía pasar los días, le entusiasmaba la sola idea de imaginar, cómo sería tocarla de nuevo. A partir del viernes, su tiempo se vería drásticamente liberado al 50%, y planearlo lo llenaba de emoción. ** El viernes se dirigían al aeropuerto para la tocada en Ciudad Rho, íban en la camioneta que solía transportar a la banda. David, el conductor y Frank de copiloto, movían la cabeza en forma de negación, pero sonreían por el escándalo que escuchaban atrás. En la segunda línea de asientos, Jorge y Jacob, cantaban y bailaban en sus asientos, hacían que la camioneta se moviera sumándose al desplazamiento natural de la misma. Axel y Seth, sentados en la parte trasera, sólo cantaban. La camioneta se detuvo por la luz amarilla, que avisaba el cambio a la roja. De pronto, un golpe en la parte posterior del vehículo, los hizo mover el cuerpo por inercia hacia adelante, que gracias al cinturón de seguridad no salieron de sus asientos; escuchaban un crujir constante, y cómo las llantas patinaban al ser arrastrados por aquel golpe. Seth, trató de ver qué pasaba atrás, pero un nuevo golpe lo hizo estrellar su cabeza con el vidrio de la ventana; sintió cómo el fluido caliente le recorría el rostro, y repentinamente todo giró en varias ocasiones, hasta que la camioneta quedó inmóvil y él veía todo el revés. Seth giró su cabeza, alcanzó a distinguir a Axel a su lado y perdió el conocimiento. La camioneta volcada se veía desde la cima de la avenida, los autos que pasaban por ahí se detuvieron, y pronto la gente comenzó a mirar la escena, que les hacía creer que había heridos fatales. Un par de minutos después, se comenzaron a escuchar ambulancias, que asistían presurosas a salvar las vidas que encontraran. Abril se encontraba en su habitación, esperaba ansiosa la llamada de Seth, ese día comenzarían a planear su reencuentro. Tenía una hora de retraso, aunque él nunca llamaba tarde, por la mente le pasó que el vuelo pudo haberse retrasado y se mantuvo tranquila, pero después recibió un mensaje. *Ingrid: Tuvieron un accidente, todos están en el hospital, voy en camino para allá, cuando llegue y me entere con exactitud, te aviso. Abril: ¿Fue grave?* Pero Ingrid ya no contestó. Abril, comenzó a buscar en línea alguna noticia al respecto, y pronto encontró videos de personas que habían estado en el lugar. En uno se veía donde la camioneta iba inclinada golpeando la barrera de contención, haciendo que el golpe doblara la parte izquierda y frontal del vehículo; era empujada por un camión de volteo, el cuál, quedó con una llanta colgando por el despeñadero, mientras la camioneta caía girando en múltiples ocasiones hasta detenerse. El video terminaba ahí, comenzó a buscar información acerca del estado de los tripulantes, pero no aparecía nada. Salió corriendo de su habitación hacia la de su madre, quien se levantó de un salto de la cama cuando la vio llorando, angustiada y temblando. -¿Qué sucedió Abril? –Cuestionó también asustada. -¡Seth tuvo un accidente, necesito irme a Ciudad Ni! –Y cuando terminó de decir eso, se dirigió corriendo hacia la puerta para salir. Su madre, apenas tuvo oportunidad de tomar su bolso y salió tras ella. En la calle tomaron un taxi, de camino al aeropuerto compraron un boleto de último minuto, mientras Abril le contaba lo que había visto en el video, así como el mensaje que recibió de Ingrid. Su madre trataba de tranquilizarla, la amenazó diciéndole que si no lo hacía, no la dejaría viajar, y esa fue la manera en la que fingió que todo estaba bien, porque en realidad estaba desplomándose. Su madre la vio alejarse, iba en dirección al área de control de seguridad, para después abordar el avión. Ella sacó un celular, uno que siempre llevaba en su bolso, apagado; después de mucho tiempo lo encendería. Buscó entre sus contactos uno que solía ser muy importante, y realizó nerviosa la llamada. Del otro lado de la línea, el celular sobre una mesa alargada, se iluminó con un nombre conocido; la persona, mientras discutía un asunto de negocios, miró aquel nombre y a causa de la impresión, tomó torpemente el celular, que casi cae al suelo. -¡Sandra! –Gritó interrumpiendo la reunión. -Julio, tu hija acaba de abordar un avión para Ciudad Ni, llegará en aproximadamente 2 horas, por favor recógela – le dijo tratando de sonar lo más tranquila posible, porque la verdad era, que tras escuchar la voz de su marido, se embriagó del sonido de su voz. Tenía que confesar que lo había extrañado después de todo ese tiempo. -Ahora mismo salgo para allá – tomó sus cosas y salió de la sala de juntas sin dar explicaciones. -¡Necesitamos hablar Sandra! – -Lo sé, necesito arreglar unas cosas en Ciudad Eta, sólo podría viajar hasta la próxima semana –Sandra sabía que el momento de enfrentar aquella situación, había llegado. -Avísame para pasar por ti al aeropuerto – le respondió Julio. -Alguien muy importante para Abril está en el hospital. No le hagas preguntas, sólo permanece con ella y apóyala por favor – no quiso decirle aún, que su hija estaba enamorada, y que se había perdido una etapa en la vida de ella. -Está bien, no haré preguntas por el momento… Te extraño – se atrevió a confesar. Quería recuperar la familia que por una tontería había perdido. Sandra respiró profundo, cerró los ojos y las lágrimas rodaron por su rostro. –Yo también – susurró y colgó la llamada. Abril desesperada, sintió el vuelo eterno, pasaba su celular entre sus manos sudorosas. Hacía mucho tiempo que sus pensamientos no se atropellaban en su cabeza; muchas ideas, pero solo una era la que temía.
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