Locas Historias Raras

Coincidencias

Frank, Axel, Seth, Jacob y Jorge, entraban al T Bar dos horas antes de la presentación, preparaban los instrumentos y detalles de la misma. Ese bar era diferente a todos en los que habían tocado, tenía el escenario un poco más elevado, no había sillas, sólo mesas altas y unos balcones en la parte superior. Se retiraron a un lugar escondido que había detrás del escenario, cuando vieron que gente comenzaba a entrar. Bromeaban y conversaban de diferentes temas. Diez minutos antes de las ocho, se asomaron hacia el bar, el lugar estaba lleno; y así el concierto comenzó puntual.

Abril, quiso llegar temprano al T Bar, pero algunas clases se alargaron y sumando al tráfico del viernes, le fue imposible. Por lo que sólo alcanzó una de las últimas mesas al fondo, había demasiada gente y no pudo colarse al frente.

La iluminación del lugar, no permitió a Seth percatarse de una mirada que sería especial para él, la de Abril.

El concierto duró dos horas, los integrantes de la banda jamás pensaron que habría tanta gente en aquella presentación. A pesar que ya había terminado de tocar, escuchaban a la gente coreando sus letras, y parecía que no querían abandonar el lugar.

Abril, estuvo las dos horas del concierto disfrutando de aquella música; algunas letras le parecían tiernas, otras algo alocadas, pero siempre trataba de poner atención en la melodía y en lo que le hacían sentir, había sido así a partir aquella platica con Seth, desde aquella noche. Se terminó el concierto, se quedó esperando a que todo el lugar se vaciara para ver salir a la banda, pero fue imposible. La gente se quedó coreando, el personal del bar al poco tiempo, anunció que el grupo se acababa de retirar y puso música para continuar la noche.

La Banda tuvo que salir por la parte de atrás del bar, donde abordaron la camioneta que los transportaba. Iban extasiados, aún impresionados por la experiencia.

-¡Tenemos que festejar! ¡Esta presentación fue más que un éxito! –Dijo Jacob emocionado.

-Sólo no se les vaya a pasar la mano, recuerden que mañana tienen otra presentación –Frank, con su tono de seriedad intentó concientizarlos.

Se dirigieron a un antro al otro lado de la ciudad, Frank los dejó ahí y se fue al hotel. Ellos bailaron, bebieron y decidieron seguir la fiesta en el hotel. Invitaron a algunas chicas que conocieron en el centro nocturno, llamaron al chofer de la camioneta para que los recogiera, y pasaron por bebidas. Llegaron a la habitación que compartían Jacob y Jorge, pusieron música y el ambiente comenzó a cambiar. Axel decidió retirarse a su habitación, no quería arriesgar su relación con Ingrid. Seth comenzó a besarse con una de las chicas, pero como siempre le pasaba, no podía evitar compararlo con el beso que había tenido con Abril; no sabía ni siquiera por qué, y como nunca pasaban del beso, decidió excusarse. Jacob y Jorge siempre pensaban: ‘Mas diversión para nosotros.’

Seth escapó de la habitación, bajó por el elevador y salió caminando del hotel. La calle estaba solitaria. ‘¿Dónde estás Abril?’ Cerró los ojos y aquella sensación le recorrió el cuerpo. Cuando abrió los ojos, vio a alguien caminando hacia él.

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Abril, salió caminando decepcionada del T Bar, se detuvo en un semáforo para cruzar la calle; mientras esperaba su luz, cerró los ojos y la sensación la recorrió –Seth- murmuró. En ese preciso momento, escuchó una conversación. –Escuché que se están quedando en el Hotel Delta, ¡vamos! –Abrió los ojos y vio a un grupo de personas, había hombres y mujeres con playeras del concierto de la banda.

-Discúlpame, ¿irán a buscar a la Banda Omega al hotel? –Abril le preguntó a un par de chicas que pasaron a su lado.

-Sí, ¿estuviste en el concierto? –Le contestaron, y se fue con ellas conversando.

Llegaron al hotel. El grupo de personas esperaban a la banda, pero personal del hotel, les pidió que estuvieran más alejados de las instalaciones, ya que el grupo no se encontraba ahí. Pasó algo de tiempo y las personas comenzaron a sentirse desesperadas, se fueron yendo de poco a poco. Abril seguía esperando, no sabía por qué. Vio una tienda 24 horas a lo lejos, y fue a comprarse algo de tomar; justo cuando regresaba, vio a lo lejos una figura caminando hacia ella.

La distancia se hacía más corta y al fin se reconocieron.

-¿Estoy alucinando? ¿Abril? –Él estaba totalmente incrédulo.

-Vaya, me recuerdas Seth –Abril sonreía ampliamente.

Cuando se acercaron lo suficiente, no se podría aseverar si fue Seth quien abrazó a Abril, o viceversa; lo cierto es que ambos lo disfrutaron. Un sentimiento los recorrió, como si algo por dentro los completara. Él la levantó unos centímetros del suelo, mientras se fundían un cálido y ansiado abrazo.

–No puedo creerlo, creí que no te volvería a ver –Abril seguía sonriendo, aunque él ya no podía verla.

–¿Por qué? Dijimos “hasta luego”, era obvio que nos volveríamos a ver – ella le respondió.

Seth la bajó, la alejó unos centímetros, veía como Abril le sonreía y las sensaciones de bienestar lo invadieron de nuevo. Puso sus manos en sus mejillas, miró a Abril a los ojos y fue ella quien tocó con sus labios los de él. Un beso dulce, tierno, de esos que no quieres que terminen, y que en cualquier momento pueden transformarse en algo más; sin embargo, Seth lo extendía, quería disfrutar de nuevo su sabor, su aliento. Abril disfrutaba el cosquilleo en el cuerpo, especialmente en el estómago. El beso terminó delicadamente, lento; pero por alguna razón querían seguir sintiéndose, y así permanecieron envueltos en los brazos uno del otro. Con los ojos cerrados, la frente de Seth descansaba en la de Abril, podían escuchar sus propias respiraciones.

-Tengo miedo de soltarte, tal vez volverás a desaparecer – dijo Seth, y luego se separó unos centímetros de Abril de nuevo. –¿Te parece que te invite a la cafetería del hotel? –

-Sí, vamos – la sonrisa de Abril, era una mezcla de nerviosismo, vergüenza y coquetería. Ella no sabía cómo podía sentir todo eso al mismo tiempo.