Locas Historias Raras

Reafirmando la conexión

El abrazo había terminado, pero Seth la tomó de la mano y la dirigió a la cafetería del hotel. Una persona les abrió la puerta, dándoles la bienvenida, los dirigió a una mesa. Era ya de madrugada, por tal motivo solo unas pocas mesas estaban ocupadas.

-En un momento vienen a atenderlos – el hostess les entregó los menús, y se fue para darles la oportunidad de decidir.

-Gracias – dijeron al unísono, tomando cada uno el menú que les habían ofrecido, voltearon a mirarse y sonrieron. Inmediatamente, Seth sacó su celular del bolso de su pantalón.

-No quiero que me vuelva a pasar, ¿cuál es tu número de teléfono? –Preguntó con tono serio. Abril sabía a lo que se refería, así que simplemente le pasó el número.

-Bien, ¿cómo te encuentro en redes sociaIes? –No quería que se le escapara nada, y Abril sólo le dio la información que le solicitó.

-Lo siento, sé que desaparecí de la noche a la mañana -Abril miraba hacia la mesa, y fue interrumpida por el mesero que llegaba a preguntarles si les gustaría ordenar.

Seth sintió impertinente al mesero, pero no dijo nada indebido, sólo ordenó café y Abril un licuado de frutas.

-Vas a decir que es raro Abril, después de todo, sólo fue una noche la que nos conocimos -Seth sintió como el nerviosismo comenzaba a manifestarse en él; – pero, aquel beso fue muy especial para mí – terminó por fijar sus ojos en Abril, y para sorpresa de él, de nuevo no lo rechazó. Ella lo miraba con completa comprensión, ya que también lo sentía.

-También fue especial para mí, pero - lanzó un suspiro – es demasiado loco - le confesó sonriendo.

-Pensé que no lo había sido, especialmente aquel viernes que no llegaste – al recordarlo, él no pudo evitar sentir cierta nostalgia.

-Si iba a ir, solo que tuve que dejar la ciudad – aun cuando había sido una situación fortuita, Abril se sentía culpable.

-Está bien si no quieres hablar de eso todavía –Seth pudo sentir, cómo la voz de ella se había quebrado un poco después de decir aquello.

-Es solo que mis papás no están en muy buenos términos en este momento – pudo decirle un poco más compuesta. Seth decidió llevar la conversación por otros temas.

-Mejor dime, ¿estás estudiando psicología? –

Abril comenzó a platicarle lo de la Universidad, y repentinamente se sintió transportada a aquella noche: la comodidad, la honestidad, lo simple, lo espontáneo. Así era cuando estaban juntos. Seth, le habló de cómo había tenido que compaginar la escuela con las giras, así como que pronto terminaría sus estudios universitarios. Y de nuevo no se dieron cuenta del tiempo, la luz matinal se filtraba por las ventanas, el movimiento de vehículos y gente pasando por fuera del hotel. Una llamada fue la que los hizo percatarse de aquello.

-Discúlpame, es mi mamá – le dijo Abril apenada y con cierta preocupación. –¿Si? – contestó.

Seth casi podía escucha la voz de la madre de Abril, de tan alto que le estaba hablando, y no pudo evitar sentirse culpable.

***-¡Dios mío Abril! ¿No sabes la hora qué es? Me tenías preocupada.

Abril: Lo siento mamá, no quería preocuparte.

-¿Estás bien?

Abril: Si mamá, estoy bien.

-¿Con quién estás y en dónde?

Abril: Estoy con un amigo de Ciudad Ni – cuando dijo “amigo,” lo miró a los ojos y le sonrió coquetamente – estamos en una cafetería en el centro.

-Regresa a la casa inmediatamente.

Abril: Si mamá, ya voy para allá. ***

-Está molesta, ¿verdad? –Una vez que la vio terminar la llamada, le cuestionó con preocupación.

-Sí, me tengo que ir –Abril dijo insatisfecha. Hacía mucho tiempo que no se sentía así, completa, y eso sólo le pasaba con Seth.

-Déjame te llevo a tu casa –Seth sacó su celular y comenzó a marcar al conductor de la camioneta.

-No es necesario, me puedo ir sola; además tú no vives aquí, ¿cómo regresarás? –Abril no quería causarle molestias, y era honesta al decir que se podía perder; pero Seth ya estaba hablando con el chofer, el cual saldría en 5 minutos del estacionamiento para recogerlos frente al hotel.

-El pertenecer a una banda famosa tiene sus ventajas – le respondió guiñándole un ojo y con diversión; pagó la cuenta y salieron de la cafetería. La camioneta iba llegando a la entrada, cuando una canción de Cold Play comenzó a escucharse. Seth sacó su celular –Es mi representante - le comentó a Abril, mientras ella se reía desde que escuchó la canción. Sabía que no le gustaba esa banda, ¿por qué la tendría de tono en el celular?

***Frank: ¿Dónde estás?

Seth: En la entrada del hotel, voy de salida.

Frank: ¿A dónde vas?

Seth: A dejar a una amiga a su casa – cuando dijo “amiga” miró de reojo a Abril con una sonrisa culposa.

Frank: ¿Cuánto te vas a tardar? Recuerda que tienen ensayo y la presentación es a las 8.

Seth: Sí, lo sé. Regresaré a tiempo, no te preocupes; y para que sepas, no van a poder usar la camioneta – colgó, no esperó a que Frank le hiciera un escándalo porque se tendrían que quedar en el hotel y los alrededores. ***

Abril, le había dado la dirección al conductor mientras Seth hablaba con Frank. La conversación del camino fue acerca de Ciudad Eta, lo bonita que era y sus lugares emblemáticos.

-Bien, este es mi edificio –Abril les indicó no muy entusiasmada, ya que era una zona no muy popular.

-¿Vendrás en la noche? Quisiera verte de nuevo –Seth le dijo con total franqueza.

-No lo sé, a lo mejor mi mamá me castiga –Abril lo consideró una posibilidad, y no pudo evitar disimular la expresión de angustia.

-Puedo entrar y hablar con ella, tal vez la puedo convencer – él dijo seguro e ingenuamente.

-No lo sé, mi mamá… - pero fue interrumpida.

-Déjame al menos intentarlo –Seth bajó de la camioneta y ayudó a Abril a bajar. Iban caminado hacia el apartamento, ella no muy convencida de aquello, ¿cómo podría Seth convencer a su mamá? Ni siquiera lo conocía. Abrió la puerta del departamento y ahí estaba, esperándola en el sillón de la sala.