Thorger comenzó a moverse, estableciendo un ritmo lento y profundo que los hizo gemir a ambos. Sus embestidas eran firmes pero cuidadosas, como si Belle fuera la criatura más delicada del mundo que él no deseaba dañar. En esta ocasión no estaba en medio de una batalla como cuando lo hacía con Atalia, esta vez, era como si estuviera en el cielo... y este cielo para él era delicado, fresco, como un valle lleno de flores blancas... —Thorger... más... —Belle logró articular entre jadeos, sus uñas clavándose en la espalda musculosa de él, ella no deseaba que él se moviera tan lento, su instinto le decía que él lo hiciera más rudeza —... más rápido —susurró entrelazando sus piernas alrededor de la cintura de él, para sentirlo más. Él entrecerró sus ojos y como estaba tan excitado, obedeció, au