Cuando las palabras "prepararte para la boda" alcanzaron los oídos de Serenity, un escalofrío serpenteó por cada fibra de su ser. En un abrir y cerrar de ojos, más doncellas irrumpieron en la estancia, trayendo consigo un sinfín de artículos y otras portando bandejas repletas de una exuberante variedad de frutas y verduras. —Nuestro Alfa Rey nos ha informado de que usted es una dama que no consume carne —profirió la joven de tez bronceada y cabellera cobriza, observando a Serenity como si de repente le hubiese brotado una segunda cabeza. Para un hombre lobo, la idea de abstenerse de la carne era inconcebible, por lo que para ellos, Serenity se tornaba aún más enigmática. —Por ello, hemos traído una generosa selección de frutas y verduras cocidas para saciar su apetito, alteza. Serenity