Serenity tragó saliva, sintiendo un nudo opresivo en la garganta. Durante aquellos dos años separadas, se había esforzado por ocultar la cruda realidad de su sufrimiento a Serabelle, temiendo preocuparla. Pero ahora que estaban reunidas, frente a frente, supo que ya no podía seguir callando. —Está bien, te diré todo... mi único pesar no fue ser estéril, Belle —murmuró Serenity, clavando su mirada en las manos sucias de su hermana. Delicadas como las de ella, pero maltratadas por el trabajo duro. Ella sabía por qué... Con voz apagada, Serenity comenzó a relatarle a su gemela los maltratos que había soportado a manos de Varkan. Habló de los golpes, las humillaciones, el abuso cuando ella tenía que servirle en la cama… También como la trataba como una esclava que solo servía para crear el “