visita íntima (morro)

Capítulo 4

Pedro Henrique (PH) narrando

Y ahí gente, soy el PH, soy sobrino del jefe y tengo 25 años, estoy a cargo de la favela desde que mi tío fue arrestado, él estaba loco por su novia, hacía todo lo que ella quería y en la primera oportunidad la zorra lo traicionó, no entendemos cuál fue su problema, ya que le daba todo lo que quería, la chica estaba llena de silicona, con extensiones de cabello y siempre vestida de lujo, pero era una loca como todas estas perras, ¿quién sabe qué le pasó por la cabeza a esa zorra?

Considero a mi tío como mi padre, me cuidó desde que era pequeño y siempre me enseñó sobre el morro, nunca me ignoró o menospreció, cuando mi madre murió yo tenía 11 años y él tenía 17, y a pesar de hacerse cargo del morro, él se preocupaba por mí. Cuando fue arrestado fue difícil, acaba de pasar a ser el sub líder, ya que el anterior era el sub del viejo y me lo dejó a mí, me sentí perdido sin saber por dónde empezar o qué hacer porque, aunque me entrenaron para esto, su arresto nos tomó por sorpresa y nos dejó desorientados.

Aún no tengo a mi leal, ¿sabes?, pero a diferencia de mi tío, tan pronto como encuentre a una 10/10 dejaré esta vida de mujeriego para vivir un romance, mientras ese momento llega, sigo adelante disfrutando de la vida. 

El movimiento en el morro es intenso y el hecho de que Rocinha sea una de las mayores favelas de Río, el flujo es tenso, gente entrando y saliendo todo el día, niños jugando y las tías que les gusta chismear de la vida ajena, siempre hay, ¿no? Y la María metralleta que no sale de su posición, buscando patrocinio.

—Ey, PH, necesito hablarte —dice BK entrando a mi oficina.

—Di lo que tengas que decir —respondo dejando la contabilidad para mirarlo.

—¿Te acuerdas del tipo que vive en la calle 18, el hermano de la princesita de la favela? —pregunta y esa última parte aclara mi mente, esa chica es realmente atractiva, pero no se rinde ante nadie.

—¿Qué pasa con él? —pregunto extrañado, ya que nunca habían tenido ningún problema antes.

—Debe 30 mil a la boca —Frunzo el ceño, ¿qué demonios está diciendo?, ¿cómo diablos llegó esa deuda a esa cantidad y recién me estoy enterando?, el jefe va a volverse loco.

—¿Estás bromeando, BK? ¿Cómo llegó a esta situación? —pregunto ya enfadado.

—Pues, solo me enteré hoy cuando fui a hacer el cierre y me di cuenta de que faltaba esa cantidad en su hoja de p**o —responde BK.

—¡Qué error de mierda es ese! El jefe te va a cobrar para que dejes de ser idiota —le digo y llamo a mi tío, después de hablar con él le paso la información a BK.

—Pasa la información a todos para que no se vayan del Morro y ve a su casa a avisarles que a las 6 de la tarde deben estar aquí para hablar del asunto —le digo antes de volver a ocuparme de mis asuntos.

—Entendido, jefe —dice levantándose. Sale y cierra la puerta. 

En ese momento pienso en la chica porque sé que ella es una luchadora de verdad y no como las chicas de aquí que solo buscan patrocinio. La chica sale de su casa todos los días a las 5:00 de la mañana y regresa alrededor de las 3:00, y a las 6:00 se va a la universidad, ella siempre tiene un plan y no espera a nadie para buscar lo que desea, se las arregla sola y no depende ni siquiera de su hermano, sé que en cuanto mi tío la vea él estará interesado en ella, después de todo, él me dijo que está cansado de las mismas putas en las visitas y me pidió que encontrara a alguien que no hubiera ido antes, y desafortunadamente, el hermano idiota se equivocó y ella será la que tenga que hacer frente a esta situación.

Cuando llegó la hora aparecieron y les pedí que se sentaran, podía ver en la mirada de la chica que estaba aterrorizada y que solo estaba allí porque no quería morir, y cuando mi tío colgó el teléfono y les dio un ultimátum, sentí lástima por la chica, comenzó a llorar desesperada y sufrió un ataque de ansiedad, yo sé lo que es porque al principio, cuando mi madre murió, solía tener muchos de estos ataques, la imagen de los hombres armados entrando en nuestra casa y matándola a ella y a mi padre me atormentaban, especialmente en mis sueños, pero desafortunadamente, mi tío tiene la última palabra y lo que él dice va, y nosotros tenemos que obedecer.

—Julia, mírame —dice Julio intentando llamar la atención de ella, quien lo mira luchando por respirar—. ¡Cálmate, por favor, encontraremos una solución! Por favor PH, solo dame más tiempo, pelearé por conseguir el dinero —la chica me mira y yo bajo la cabeza.

—No puedo ir en contra de él, lamentablemente lo que dice va, sabes cómo funciona todo esto —digo y ella trata de calmarse.

—Yo... yo… —Trata de hablar, pero en realidad, no lo consigue—... acepto, solo por favor, no nos hagas daño —dice y una lágrima corre por su rostro, es duro ver esto, soy un criminal, pero también tengo sentimientos, ¿sabes?

—No, hermana, esto no es vida para ti, no mereces pasar por esto —Julio habla llorando también.

—Debiste haber pensado en eso antes de meternos en este problema, si esta es la única forma de mantenernos vivos, que así sea, pero si no dejas ese vicio, me iré de casa y nunca más te hablaré —dice ella y él está de acuerdo.

—Llámale por favor —me pide ella y yo estoy de acuerdo, tomo inmediatamente el celular para llamarle.