Capítulo 18: Los problemas familiares.
Nicol tardó en procesar lo que acababa de suceder, para cuando ella lo hizo el elevador se abrió de nuevo en un piso diferente y más personas entraron en él.
No se dio cuenta de lo apretados que tenía los toppers contra su pecho hasta que el borde de uno de estos comenzó a hacerle daño.
El elevador comenzó a resultar asfixiante y se bajó en el primer piso que tuvo oportunidad sin detenerse a revisar cuál era ese piso.
Afortunadamente estaba vacío ya que la mayoría de las personas habían salido por su hora de comida y solo quedaban algunos que se encargaban de que la productividad no se detuviera.
Se recargó en la pared de uno de los módulos vacíos.
Nicol había conocido a Helga en la universidad, había quedado claro para ella desde el primer día que Helga no la quería, que simplemente la despreciaba, pero hasta cierto punto Helga no se metió con ella, era más un desprecio que caía en ser ignorada e invisible para ella.
Un día las cosas simplemente cambiaron, Helga comenzó una especie de guerra con ella, aunque llamarlo guerra sería algo de iguales y Helga siempre se mantuvo por encima de Nicol en esa guerra, sobre todo porque ella no tenía ninguna intención real de participar en tal cosa.
Si algo bueno había salido de todo ello fue su amistad con Sandra, fue gracias a los constantes abusos de Helga que Sandra llegó a su vida. Era claro que Helga tampoco toleraba a Sandra pero cuando Nicol y Sandra estaban juntas Helga prácticamente se desaparecía, Nicol podía notar cierto temor de esta por la pelinaranja, Helga evitaba meterse con Sandra, con Nicol claro era una historia diferente.
Si bien Nicol no había dejado la universidad por Helga y sus abusos había sido sin duda un alivio enorme poder librarse de ello.
Pero de alguna forma cruel el destino se la había puesto en su camino de nuevo.
Nicol miró su teléfono con un mensaje entrante.
Era Azael
Se iba a corregir a sí misma por referirse a su jefe por su nombre, pero después de todo lo que había pasado realmente se sentía con cierto derecho de llamarlo así, solo a nivel personal, claro.
“¿Cuál es tu hora de salida?” Fue el sencillo mensaje, Nicol ya se había acostumbrado hasta cierto punto a la forma directa y fría de expresarse de Azael. El odiaba la cortesía innecesaria.
“6:30” respondió ella simplemente.
Se mantuvo con el pulgar muy cerca del botón de llamar junto a la opción de mensaje, pensó en decirle a Azael que había intentado ir a verlo y lo que había sucedido, pero ¿cómo quedaría ella si recurría a Azael como una niña pequeña recurriría con sus padres por un problema con un colega?
Al final solo escribió.
“No olvides comer”
…
Dante se obligó a mantener la compostura mientras salía de su cita con el doctor personal de su padrastro para que le revisaran la mandíbula después de que Caín casi se la desprendiera del rostro de un golpe.
Sin duda Dante esperaba la furia de Caín, también su imprudencia y absoluta falta de control propio, ese hombre iba por ahí destilando emociones y pasiones a diestra y siniestra. Dante siempre había considerado la pasión y el fuego de Caín como un defecto, pero sin duda que no se hubiese detenido para golpearlo en su propia oficina era algo que no esperaba por lo tanto no pudo detener el golpe inesperado hasta que se vio a sí mismo en el suelo con la silla del escritorio volcado.
Lo demás fue un borrón de golpes y cosas rotas y en algún punto preso de su ira y su ego herido Dante terminó golpeando a uno de los empleados por error que había ido ahí a ver qué es lo que había ocurrido.
El hombre recibió tres puntadas en la cabeza después de que el golpe del puño de Dante lo enviará contra el borde del escritorio y le abriera la cabeza.
Desde que conoció a Azael, Dante se dio cuenta que el patriarca de la familia Walk le había asignado a su hijo mayor el papel de cuidador, el que se encargaba de limpiar todos los trapos sucios de sus hermanos, sin embargo nunca había tenido que encargarse de Dante. Y sin duda era un gran golpe a su ego que su padrastro, Derek Walk lo llamara para reprenderlo por su imprudencia cuando Dante había sido de todos sus hijos él vivo ejemplo de la prudencia, el cálculo y la perfecta plantación.
Tampoco fue difícil para Dante darse cuenta de cuál era la dinámica de esa familia narcisista a la que su madre había decidido unirse, sin preguntarle a él que opinaba sobre cambiar toda su vida por un matrimonio que claramente era por dinero y del que su padrastro había dicho no le daría su apellido aunque contrajera matrimonio con su madre.
Lo que le sorprendió aún más a Dante fue que su madre aceptó ese trato, en ese entonces Dante no tenía más de 12 años y no tuvo mucha voz en ese acuerdo. Él era joven pero perfectamente consciente de que no por ninguna circunstancia iba a convertirse en el chivo expiatorio de esa familia, no iba a crecer para convertirse en el que recibiera los golpes del narcisista, así que aun siendo consciente de que era a Azael al que se le había dado el papel del niño dorado Dante se prometió que se convertiría en lo más cercano a ello, se haría tan indispensable para Derek Walk que terminaría tomándolo por encima de sus hijos sanguíneos.
Y lo logró.
Pero solo era el principio.
Dante tenía mucho, MUCHO más en mente.
Y Nicol era el primero de esos pasos.
El hecho de que la chica fuese tan débil y tan incapaz de pelear con él solo le daba un plus a la ecuación.
Lo que definitivamente no esperaba era que Azael realmente terminara involucrado emocionalmente con esa chica.
No fue difícil deducir donde había estado cuando fue a verlo al hospital donde habían llevado al empleado desafortunado que se metió en una pelea sin ser invitado.
No era difícil tampoco deducir que Azael había tenido sexo recientemente, después de tantos años de Dante encubriendo los encuentros de una noche de Azael había aprendido a distinguir las señales para poder taparlo de la prensa a tiempo, el hecho de que Azael no se hubiese esforzado mucho por mejorar su apariencia claramente desaliñada solo lo hizo mas obvio.
Pero había algo diferente.
Azael generalmente después de tener un encuentro de una noche con la conquista del bar en turno se veía relajado y desinteresado, parecía que Azael solo usaba a sus conquistas para gestionar su estrés, era sexo puro e insensible para él.
Sin embargo esta vez Azael no se veía menos estresado
Al contrario.
Parecía como si algo lo carcomiera por dentro, se veía nervioso y ciertamente distraído, como si no quisiera estar ahí, como si su corazón ya estuviera en otro lado y solo quisiera volver.
Interesante.
Ver al gran Azael Walk tan fuera de su elemento era sin duda algo muy interesante.
Y muy útil.
Azael ni siquiera le prestó atención mientras se encargaba de la cuota del hospital y llamaba a los abogados.
Sin embargo a quien sin duda vio y oyó fue a Caín que se encontraba al otro lado de la sala de espera y que continuaba peleando con una enfermera que insistía en darle sus atenciones.
Era evidente que la enfermera no parecía tan interesada por la herida en el labio de Caín como lo estaba por tocarle los abdominales.
Caín sin duda era otro caso muy interesante, el chico se había perdido por completo por una niña embarazada que resultaba ser nada más y nada menos que su alumna. Pero parecía que era un interés unilateral ya que la alumna había desaparecido de la nada con todo y el niño que Caín insistía en que era suyo.
Dante sin duda habría sospechado de sí mismo y de su padrastro si no fuera porque esta vez realmente no tenía ni idea de donde estaba la chiquilla embarazada. La niña había sido mucho más lista y se había ido antes de que él mismo se encargará de desaparecerla.
Aunque el estilo de Dante no era desaparecer personas.
No había que ser un genio para ver que sus entupidos enamoramientos sin duda estaban nublado su razón y su buen juicio, tanto Azael como Caín eran de los hombres más listos y calculadores que Dante conocía, sin duda esa familia se dedicaba a crear maquinas asesinas, y sin embargo esas mujeres que llegaron a sus vidas ablandaron esa maquinaria.
Dante jamás permitiría que algo tan absurdo como eso le ocurriera.
Cuando Derek Walk viera que sus perfectas maquinas asesinas, a las que llamaba hijos y que había criado para ser frías calculadoras de poder, fallaran seria Dante el que tomaría su lugar.
Al llegar a la oficina intentó ignorar el golpe que era para su ego que todos vieran la gasa sostenida en su barbilla y que era visible aún bajo su cubre bocas n***o.
Al entrar a su oficina esperaba encontrar un poco de paz para pensar en su próximo movimiento cuando se dio cuenta que su oficina se había convertido en una especie de sala de bienvenida de invitados inesperados.
—Hola querido— dijo la sexi y elegante mujer frente a él con un lacio cabello n***o que sabía muy bien quien más tenía.
…
Cuando Nicol llegó al comedor no esperaba encontrar a David ahí pero el chico la llamó con la mano a lo lejos en cuanto la vio.
Ella se sentó frente a él.
—Luces preocupada— dijo y Nicol sintió como él se inclinaba para quitar el cabello de su rostro y lo depositaba con cuidado detrás de su oreja.
—Es el nuevo puesto— mintió ella rápidamente, se dio cuenta que de tanto que se había obligado a mentir en las últimas semanas se había hecho una costumbre e incluso se estaba haciendo mejor en ello.
David asintió con comprensión.
—Te acostumbraras, además ya trabajaste para el ogro, dudo mucho que haya algo peor que eso.
Un ogro.
Sin duda Azael había sido una especie de cruel ogro los primeros días de trabajo pero había demostrado que era mucho más que eso.
Pero eso era algo que no podía decir, dudaba mucho que con el deseo de Azael de mantener el buen nombre de la compañía lejos de los chismes de la prensa quisiera que ella terminara por confirmar el rumor que ya se había levantado alrededor de ellos.
—Ella no duró apenas la semana— susurró una voz poco discreta en la mesa tras Nicol.
—Pero no es sospechoso que le dieran ese puesto tan rápido, para mí que ahí hubo palancas. — respondió una voz masculina.
Nicol pudo ver que David levantaba la cabeza y observaba tras ella a los portadores de las voces.
— ¿Insinúas que se metió con el jefe? ¡Vela! ¡Por Dios!, el licenciado Walk nunca se metería con una mujer así, tan menuda e insignificante, parece un cachorro asustado, además hay rumores de que está comprometido con la inversionista Alison, el licenciado nunca se involucra con sus asistentes, lo más probable es que sus pretendientes locas inventaran ese rumor para hacer que despidieran a la estúpida chica, pero de todas formas es patética, debiste verla el primer día. Llegó corriendo a la recepción con un pie descalzo y un zapato roto en la mano.
El resto se carcajeó ante sus palabras.
Nicol vio a David ponerse de pie, el sonido brusco de él moviendo la silla llamó la atención del resto del comedor.
Nicol se apresuró a ponerle una mano en el brazo para detenerlo.
—Está bien— dijo ella y era verdad. Ella llevaba escuchando cosas mucho peores durante todo el día.
David pareció dudarlo pero al ver que las personas tras ella no siguieron con la conversación él se sentó.
Después de un tiempo de un incómodo silencio él habló.
—Sin embargo si hay algo que te angustia además de tu nuevo puesto no dudes en compartirlo conmigo, ¿de acuerdo?— preguntó David trayendo de vuelta a Nicol a la conversación.
Ella noto cierto matiz de temor en las palabras de David.
Ella no quería que su único amigo en ese lugar se angustiara por ella. No lo merecía.
—De acuerdo— respondió Nicol aunque sabía que no lo haría.
…
Dante ya se había tardado en llamarla así que no le sorprendió cuando la contactó al final de su jornada laboral pidiendo verla.
Nicol no sentía un particular entusiasmo por verlo pero después de todo lo que había pasado entre ella y Azael necesitaba ver a su jefe antes de encontrarse con su torturador.
Aun tenia que cerrar los últimos informes para poder retirarse oficialmente de su puesto.
Eso sin duda sería una buena excusa para verlo, el problema es que Azael había contratado a la persona más terca y territorial que Nicol conocía.
Bueno, una de las más tercas y territoriales.
Esta vez solo tomó el elevador hasta el penúltimo piso y se obligó a tomar las escaleras para el último, de esa manera Helga no la escucharía entrar y no la podría detener antes.
Afortunadamente funcionó, al llegar al último piso y agradeciendo los zapatos cómodos y silenciosos que Azael le había conseguido pudo llegar sin mayor problema.
Apretó los papeles en sus brazos obligándose a controlarse y a no entrar en pánico.
Sin duda el rostro de Helga al verla fue una terrible combinación de desprecio y sorpresa.
— ¿Qué haces aquí?— exclamó furiosa pero Nicol la pasó de largo mientras hablaba.
—Necesito entregar mi último informe al señor Walk— dijo sin mirarla pero en un segundo Helga estaba plantada frente a ella prohibiéndole el paso.
Nicol miró de reojo el vidrio-espejo de la oficina, parecía que Helga aun no había notado que si bien ellos no podían ver al interior el interior sí podía verlas a ellas.
Sin embargo lo último que quería era provocar una pelea pero el hecho de que Helga de nuevo le negara ver a Azael como si fuese de su propiedad la estaba sacando de sus casillas.
—Helga dame permiso— exigió Nicol mientras luchaba por controlar el temblor en su voz.
Helga sonrió de lado con suficiencia.
— ¿Si no qué?
Nicol no supo de dónde sacó la fuerza para hacerla a un lado considerando que Helga era más alta y fuerte que ella. Sin embargo no logró dar un par de pasos cuando todos los papeles previamente ordenados y organizados salieron de sus manos y se esparcieron por el suelo cuando Helga la empujó por detrás y ella tuvo que sostenerse del escritorio para no perder el equilibrio.
—Vaya, parece que nos tomamos nuestras pastillas de valentía esta mañana Nicol, ¿tengo que recordarte cuál es tu lugar?
Nicol realmente no sabía qué es lo que iba a hacer cuando se giró con furia hacia Helga, solo sabía que tenía un enorme deseo de hacerle daño, sin embargo en ese momento la puerta de la oficina se abrió.
Pero quien salió de ahí no fue Azael.
Fue Dante
Nicol lo miró con sorpresa.
—¿Qué está pasando aquí?— preguntó con una bien trabajada falsa preocupación.
—Le dije a esta chica que el jefe no se encontraba pero aun así insistió en verlo, realmente no parece que haya superado el hecho de que fue despedida.
Dante paseó sus ojos de Nicol a Helga un par de veces antes de detenerse en Helga.
—Helga, Nicol es la última asistente que el señor Walk tuvo, por lo tanto ella seguirá viendo a esta oficina hasta que el señor Walk lo considere necesario, quien puede o no entrar en esta oficina es algo que a usted no le concierne— afirmó con total calma pero con una clara aura de peligro detrás— ahora haga el favor de levantar y reordenar esos papeles. — le dijo a Helga señalando el desastre ocasionado en el suelo. —Buenas noches señorita Nicol— dijo Dante volviendo su atención a Nicol y Nicol se dio cuenta que era una invitación a que se retirara pero por la mirada que él le dirigió esperaba que ella lo esperara como le había ordenado en su mensaje.
Nicol sintió la mirada de oído de Helga seguirla todo el camino hasta el ascensor.
Poco después de que Nicol dejara el piso le llegó otro mensaje de Dante.
“Nos vemos en la recepción”
Nicol se apresuró a esperarlo ahí, mientras tanto intentó contactarse con Azael pero este no respondía sus llamadas, no dudó en que Azael no se encontraba en la oficina por que sin duda lo habría visto.
Sin embargo aún no entendía entonces por qué es que Helga le había impedido el paso si Azael no estaba ahí de todas maneras.
Pasó una hora y Dante no apareció, Azael tampoco le contestó el teléfono, su último mensaje fue el de ella recordándole que comiera pero él no le había respondido después de eso.
Entonces un lujoso auto blanco se detuvo frente a la oficina y una mujer con gafas de sol pese a la noche y una pañoleta azul marino bajó de él.
Sorprendentemente y pese a que ya no eran horas de oficina el guardia la dejó entrar sin pensárselo mucho.
La mujer se detuvo a la mitad de la recepción y con una lentitud extraña se quitó las gafas y la pañoleta.
Nicol no pudo creerlo.
Podrían haber pasado diez años pero Nicol aún podía recordar el rostro de su madre.