Pequeña Serena

1664 Words
Serena dio dos pasos atrás y observó con detenimiento el aspecto del hombre frente a ella, muy alto, fuerte e imponente, portaba un traje n***o de tres piezas ceñido a su cuerpo, sus músculos resaltaban aún por debajo de la tela costosa y elegante que los cubría, sus ojos tan azules y fríos como la noche estrellada y unos labios carnosos rodeados de una sutil barba. Serena tragó con dificultad al observar a ese hombre que ya conocía, el mejor amigo de su hermana, el hijo mayor del mejor amigo de su padre. La ultima vez que Serena vio a Adrien Harris, fue antes de tomar ese vuelo que la alejaría de los Ángeles durante casi seis años, aunque en aquel entonces Adrien era un poco mas delgado, su temple era el mismo, frio como el hielo, pero con una mirada tan penetrante que hacía su zona intima volverse un charco. —No debería de estar aquí señorita— Soltó con su voz gruesa observando los carnosos labios de Serena, su mirada quedó fija ahí por algunos segundos y después subió a sus ojos, Adrien afiló la mirada y tensó su mandíbula mientras colocaba ambas manos dentro de sus bolsillos. —Es un lugar hermoso— Siseó Serena con una voz suave colocando ambas manos detrás de su espalda, estaba nerviosa, la tensión que sentía al ver a Adrien era la misma que cuando era una jovencita, una atracción que siempre creyó que era pasajera, pero que estaba ahí, intacta. —Me complace que sea de su agrado, pero igual no puede estar aquí— Declaró Adrien con voz firme, una que hizo erizar la piel de Serena. —¿Siempre eres tan estricto Adrien?— Preguntó con los ojos brillantes y una mirada coqueta, esperando que este la reconociera. Adrien formó un surco en su entrecejo y ladeó un poco su rostro al escuchar su nombre salir de la dulce voz de la joven frente a él, pasó saliva por la extraña tensión que comenzaba a sentir, una que se intensificó cuando Serena humedeció su labio inferior con su lengua y lo mordió ligeramente. La conocía, por supuesto que lo hacía, Adrien recordó esa mirada de cachorro inocente y unas sutiles pecas cubriendo su nariz, aunque su cuerpo había cambiado; sus curvas eran mas pronunciadas y sus pechos lucían sensuales debajo de ese vestido color cereza, Adrien fijó nuevamente su mirada en sus ojos verdes con largas pestañas y exclamó su nombre. —¡Serena Evans! La pequeña Serena— dijo él y Serena amplió una sonrisa coqueta. Adrien ladeo una de sus comisuras y detalló su cuerpo con su mirada, había pasado tanto tiempo y Serena ya no era una jovencita, ahora era una mujer, una jodidamente ardiente. —¡Por fin! Te he estado buscando por todo el edificio— Gritó la voz de Dereck al ingresar a su área de trabajo, Dereck era el responsable de crear los bocetos y los diseños que tanto habían asombrado a Serena, el pelinegro observó a Adrien y después a Serena. Adrien aclaró su garganta, por alguna razón sentía como si Dereck los hubiese encontrado en una situación comprometedora, elevó su mano a la altura de su cuello y aflojó el nudo de su corbata. —Me estaba mostrando el área, soy Serena Evans— Mencionó ella como si tuviera que justificar que ambos se encontraran a solas en ese lugar y extendió su mano luego de presentarse; Dereck notó de inmediato el parecido que ella tenía con su hermana Adela y del cual Adrien no se había percatado hasta que la recordó. Dereck la saludó alegremente, pero así mismo notó la tensión que había entre ambos. —¿Para qué me buscabas? —Preguntó Adrien recomponiendo su gesto y con ese tono mandón que siempre usaba. —Acabo de olvidarlo, sigue en tu recorrido, seguro que hay muchas cosas que quieres mostrarle— Dijo con un tono pícaro que hizo a Serena sonrojarse. —De la empresa por supuesto— Agregó y Adrien carraspeó fulminándolo con la mirada. Un silencio incomodo se situó en departamento de diseño, uno del cual Dereck estaba disfrutando. —En realidad quisiera ver a mi hermana ¿Podrías indicarme donde está su oficina? — pidió Serena a Adrien y este aceptó guiándola al exterior del área creativa. Serena se despidió de Dereck y caminó por el pasillo junto a Adrien. —¿Cuándo llegaste? — le preguntó él con curiosidad y Serena explico que esa misma mañana junto con Amy. Adrien respondió que sabía que su hermana pronto llegaría, pero jamás pensó que ya se encontrara en la ciudad. Adrien llevó a Serena hasta la oficina de Adela y una vez ahí se despidió de ella. —Es un gusto verte pequeña— Dijo Adrien con una sutil sonrisa, una que a Serena le pareció coqueta y su corazón comenzó a acelerarse. —¿Asistirás a la fiesta que organizaron nuestras madres? — Preguntó antes de que Adrien diera la vuelta y con el corazón zumbando igual que un panal de abejas espero que su respuesta fuera afirmativa, quería verlo otra vez. —¿Estarás ahí? — preguntó Adrien con un tono ligeramente más ronco y Serena asintió con la cabeza. —La fiesta es por nuestro regreso, tengo que estar ahí— Aclaró en un murmullo sin separar sus orbes de los suyos; sus miradas se conectaban extrañamente, Serena mordió el interior de su labio. —Entonces ahí estaré— Respondió Adrien con seriedad, Serena aclaró su garganta y le dijo que le daría gusto volver a verlo, se elevó de puntillas y depositó un beso suave muy cerca de la comisura de su boca. Cuando se separó Adrien observó sus labios, detalló su textura y ese color rojo sobre ellos que lo instaban a probarlos. Adrien presionó sus dientes, porque observar de esa manera a la hermanita de su amiga no era algo que quisiera hacer, no era correcto. Adrien apartó su mirada de Serena y dio la vuelta para alejarse, dejándola con la respiración acelerada frente a la oficina de Adela. Serena llamó con pequeños golpes a la oficina de su hermana, a diferencia de los muros de cristal de la oficina del CEO, la de Adela tenía muros de concreto, a ella le gustaba su privacidad, pues además era una oficina al final de un largo pasillo. —Adelante— Dijo Adela sin desprender la vista de su computadora, tenía mucho trabajo por hacer, campañas que revisar y publicidad por aprobar. Serena ingresó a la oficina de su hermana en silencio, cerro la puerta y caminó con sigilo hasta aproximarse al escritorio, Adela desprendió la vista de aquello que revisaba y su boca formó una “O” al observar el rostro de su hermana. —¿Cuándo volviste? — Dijo con alegría, aunque Adela no era muy expresiva, sentía alegría de ver a su hermana. Ambas eran parecidas fisicamente, pero sus personalidades eran completamente opuestas; mientras Adela era severa y demasiado centrada, Serena era alegre e impulsiva. Adela separó su silla del escritorio y caminó hasta Serena, esta ultima la abrazó con entusiasmo. —Llegué hoy, mis maletas están en el pent-house de Mauro— Explicó alegre. Pronto las hermanas tomaron asiento una frente a la otra en el escritorio y se pusieron al día. Serena preguntó a Adela por Liam, pero esta no quiso revelar que se estaba divorciando, pues no quería dañar la alegría de su hermana en su primer día en California. . Por su parte Adrien, se montó en su Aston Martin DB11, el cuero del interior rechinó cuando este se movió ligeramente para colocarse el cinturón de seguridad y el motor rugió con potencia cuando lo encendió para acudir a la mansión Harris, Adrien ya no visitaba con tanta frecuencia la casa de sus padres, pues estos se la pasaban de viaje desde que Benjamin cedió la presidencia de H y M a su hijo. Adrien condujo por al menos veinte minutos y al llegar aparcó afuera de la Mansión, ingresó a esta para saludar a sus padres y también a su hermana Amy que ahora sabía, se encontraba en la ciudad. Amy pegó un grito efusivo cuando lo vio en el umbral de la puerta y, a penas puso un pie dentro de la casa Harris, se lanzó a sus brazos. Adrien la atrapó con fuerza y dio un beso en su mejilla, aunque no solía demostrar afecto en público, le encantaba ver a su hermana. —Pensaba llamarte, no esperaba verte aquí hoy— Dijo su madre abrazando a su hijo con alegría. Adrien explicó que había ido porque sabía que Amy había llegado. —¿Cómo supiste que estaba aquí? — preguntó su hermana con curiosidad —Vi a Serena en H y M y me lo dijo— Siseó Adrien, luego de aclarar su garganta, recordaba el beso que Serena había plantado muy cerca de su boca y después carraspeó, tratando de olvidarlo. —Así que Serena decidió visitar las instalaciones— Dijo su padre después de acercarse a brindarle un abrazo a su hijo. Adrien lo observó confundido y fue entonces que su padre le explicó que le había ofrecido trabajo en H y M, Adrien mantuvo su gesto serio, al igual que Serena, él también ansiaba volver a verla, sin embargo, no creía prudente tenerla cerca, había bastado con verla una sola vez después de varios años para que esa pequeña despertara una ferviente atracción en él y, aunque eso fuese solo algo físico, no era correcto desear de esa manera a la pequeña hermana de su mejor amiga, no cuando en sus planes no se encontraba mantener una relación seria con nadie. Nota de autor: Les dejo un capítulo más de esta nueva historia. Recuerden que el lunes 4 de diciembre comenzamos con las actualizaciones diarias, quiero leer que opinan de esta nueva historia? Seré feliz de leer sus comentarios. ♥️
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