Gleb, parecía, que aún no estaba en pleno rendimiento de su cerebro. - Cómo… - ¿Cómo has llegado hasta aquí? - preguntó con participación venenosa. - Viniste por la noche borracho, entraste en mi habitación a la fuerza, me follaste casi a la fuerza, y luego tú te quedaste a pasar la noche a mi lado, lo que me sorprendió mucho. No son tus reglas dormir en la cama de otra persona, ¿verdad? Gleb recordó todo, frunció el ceño aún más, sin apartar su mirada fría y mortal de Lera. - No puedes beber, Tyson. Empiezas a hacer estupideces ... y decir tonterías. Sus ojos se oscurecieron aún más. Porque recordaba perfectamente bien que murmuró en el oído de la chica, tendiéndola en la cama: " No puedo vivir sin ti ... Me voy a volver loco si no te veo". Gleb exhaló ruidosamente, se frotó la cara