Él me está demostrando que es capaz de todo por mí, sé que algún día seré un recuerdo especial. Salgo de los pensamientos en los que me metí solo con verlo.
—¿Me permites desvestirte? o prefieres hacerlo sola, porque me muero de ganas. —Él me observa y me remueve toda la timidez que tengo, muevo mi cabeza para que lo haga y como un hombre tan obediente, comienza a bajar las tiras de mi vestido.
Los nervios lo delatan y las cruza hasta producir enredos en ellas, suelto bastantes carcajadas, obviamente esto acaba un poco con la pasión, pero porque estar como un par de amantes no puede ser divertido.
Nosotros dos seremos la excepción a todas las normas que hacen los más aburridos, él se une a mí, con su risita llena de picardía; luego de dar vueltas consigue aflojar me coloco de pie y él
