Creo que estoy muriendo. Esta mañana no quería levantarme y venir a trabajar. Quisiera Haber hecho lo que Alondra hizo cuando sonó el despertador. Se cubrió la cabeza con la manta y seguir durmiendo la mona. Jared me llamo, está más temprano hace sonreír y eso es algo. Mi corazón late rápido y no estoy segura si es que estoy enamorada de Jared o de verdad estoy muriendo. Señor, ten piedad. —Dana —llamo desde detrás de mi escritorio en el trabajo. Ella asoma la cabeza y me mira con algo de lástima. —Necesito que me consigas una bebida energética y Advil, por favor —susurro. Ella sonríe divertida. —Yo misma iré a la cafetería —asiento antes de enterrar mi cabeza entre mis brazos apoyados sobre el escritorio. —Es mi castigo por ser una maldita perra —susurro. —No es cierto —escuch