Matrimonio por contrato

1635 Words
Las dos familias estaban eufóricas con la noticia del nuevo compromiso de Emma, las tías lejos de molestarse se sentían felices, por fin habría un enlace que uniría a las familias. —Nos has dado la mejor sorpresa sobrina, aunque has cambiado el novio la boda sigue en puerta, pensamos que se suspendería y nos quedaríamos con los preparativos. —Emma intentaba sonreír y así olvidar su tristeza, además de que tenía que estar soportando los comentarios y las burlas de Lena. —Qué rápido se te acabo el amor por Noah primita, cuantas veces no te escuché decir que era el amor de tu vida. La chica intentaba controlarse, ya tendría oportunidad de encontrarse a solas con su prima, por ahora aguantaría sus burlas, más tarde su abuelo la buscó para hablar con ella. —He hablado con Elijah, los dos deseamos que el matrimonio se lleve a cabo ante las leyes, pero que también se lleve a cabo una ceremonia religiosa, sería lo correcto de acuerdo a las tradiciones de las familias, ¿Estás de acuerdo? —Lo estoy abuelo. —Emma había notado que su abuelo estaba feliz con el inminente enlace, incluso pensaba que su salud había mejorado notablemente en esos días. Las dos familias participaban en los preparativos menos los novios, a ellos les daba igual de qué manera se llevara a cabo la boda, ninguno de los dos estaba interesado en el otro, ni siquiera se habían visto alguna vez en su vida, al menos eso creían. El día de la boda la novia estaba inmersa en un mar de nervios, no había parado de llorar desde la noche anterior, en cambio el novio se sentía furioso, no sabía por que tenía que hacerlo, era tan solo un capricho de su viejo abuelo, y esa mujer tenía que ser menos que nada para aceptar casarse tan solo para incrementar el poder de su familia. La hora de salir hacia la iglesia había llegado, Emma se paró frente al espejo, se suponía que el día de su boda sería el día más feliz de su vida, y claramente no lo era, observó su reflejo, sintió lástima por ella misma, suspiro profundamente antes de bajar el largo velo que cubriría su rostro. —Eres la novia más preciosa que he visto hasta ahora hija. —Su madre la abrazó fuertemente, sabía perfectamente por lo que estaba pasando su hija, su familia la había obligado a casarse con el padre de Emma, ella era muy joven e inexperta, pero tuvo la suerte de enamorarse de él rápidamente. Salieron para subir a la limusina que la llevaría hasta la iglesia, al llegar su padre se acercó a abrir la puerta para recibirla, lo hizo con una cálida sonrisa, Emma tomó su brazo para enseguida dirigirse hacia el interior de la iglesia, se detuvo antes de entrar. —Aun estás a tiempo de parar esto, sabes que te apoyare en todo momento. —Emma estuvo tentada a hacerlo, pero sabía que su abuelo no la perdonaría jamás, ella había aceptado casarse, así que pensaba cumplir con lo prometido. —Lo haré, estoy decidida. —Su padre se quedó callado, sabía que estaba muy dolida, tal vez pronto pudiera enamorarse de su marido. La marcha nupcial empezó a sonar en cuanto la novia se paró en la entrada de la iglesia acompañada por su padre, la cara de Liam al escuchar la melodía se volvió fría, tenía poderosos motivos para aceptar ese matrimonio, pero eso no evitaba que se sintiera furioso, frustrado. Emma comenzó a caminar lentamente por el largo pasillo hasta el altar, no podía evitar que las lágrimas resbalaran por sus mejillas, afortunadamente el largo velo las podía ocultar, cuando estuvo frente al novio tuvo que sostenerse fuertemente del brazo de su padre, enseguida reconoció a su futuro esposo, definitivamente el destino se estaba burlando de ella, por la mala cara que el hombre tenía se dio cuenta que él tampoco estaba feliz con ese matrimonio. Soltó el brazo de su padre y se colocó frente a su prometido, él la escaneo de arriba a abajo con la mirada para después voltearse e ignorarla completamente, la ceremonia empezó sin ningún contratiempo, cuando el sacerdote preguntó a los contrayentes si aceptaban casarse, los dos se voltearon a ver, dudaron por un instante, después aceptaron, Emma contestó con voz débil, justo en ese momento, la voz de un hombre se escuchó en el recinto. —No lo hagas Emma, no puedes casarte con un hombre al que ni siquiera conoces. —Noah estaba desesperado, el lugar que ocupaba aquel hombre le pertenecía. Liam se sintió furioso, ¿Cómo se atrevía ese hombre a dejarlo en ridículo el día de su boda? Los ojos de todos los presentes estaban sobre los novios, los murmullos no se hicieron esperar, Lena que había llegado tarde, se dio cuenta en ese momento que el hombre con el que se casaba su prima era hasta hacía poco su prometido, pero no entendía lo que sucedía, ante ella se había presentado con otro apellido. El italiano se sorprendió al ver ahí a la que había sido su novia, tal parecía que no tan solo lo había engañado, sino que también le había mentido respecto a su apellido. Los abuelos dieron la orden para que sacaran a Noah, el hombre entre gritos y súplicas se resistía, se había dejado llevar por el placer y había perdido lo que más quería, después de pasado el mal rato, pidieron al sacerdote que continuara con la ceremonia, Emma no había podido reaccionar en todo ese tiempo, parecía una estatua sin movimiento, mientras que Liam no podía ocultar su descontento. Al terminar la ceremonia, el sacerdote dijo que el novio podía besar a la novia, Liam se dio la vuelta para no hacerlo, se encontró con los ojos furiosos de su abuelo, regresó al lado de la novia para alzar el largo velo, al hacerlo se llevó una gran sorpresa, frente a él estaba la chica del bar, a Emma se le helo la sangre al notar una sonrisa siniestra en el rostro de su marido, Liam imagino que la chica había planeado todo lo ocurrido aquella noche, no sabía con qué fin, pero se encargaría de investigarlo. La tomó del brazo, sin tener cuidado suficiente de no lastimarla, la llevó hasta la salida de la iglesia, una elegante limusina los esperaba para llevarlos al lugar donde celebrarían, Emma subió primero, Liam lo hizo enseguida. Ella pudo jurar que el aire que circulaba alrededor de ese hombre era en realidad muy frío, Liam se sentó junto a ella, durante el trayecto, no volteó a verla, mucho menos le dirigió la palabra, ¿Dónde había quedado ese hombre coqueto y atento que la hizo suya de manera apasionada? Al llegar al lugar, antes de presentarse ante los invitados para iniciar el festejo, los novios fueron llevados a un salón aparte para firmar el contrato de matrimonio, después de todo aquello era tan solo un negocio, estaban solo ellos dos y los abuelos con sus respectivos abogados. —Me permití agregar una cláusula más al contrato abuelo, espero que estén de acuerdo. Emma y su abuelo leyeron muy bien los documentos, la cláusula a la que Liam se refería era muy clara en algunos aspectos, el matrimonio quedaría disuelto al igual que el acuerdo si la chica decidiera pedirle el divorcio, si llegara a hacerlo él se vería en la obligación de aceptar de inmediato, la chica y los abuelos estuvieron de acuerdo, no imaginaban lo que Liam estaba planeando. —Ahora que hemos firmado me gustaría que me dieran un tiempo a solas con mi mujer. Los abuelos sonrieron pícaramente, salieron enseguida seguidos por los abogados, Liam se acercó a la chica, Emma no sabía que tramaba, cuando reaccionó era demasiado tarde, Liam la tomó por el cuello y la atrajo hacia él. —Así que tramando cosas para tu conveniencia y la de tu familia. —No sé a qué te refieres. —Emma sintió miedo, era claro que Liam estaba furioso, no quería discutir con él en aquel momento. —Te pondré claras las cosas, jamás quise este matrimonio, fui obligado por mi abuelo, la única que deseaba casarse eras tú, no debiste hacerlo, no me conoces muñequita, pero ya me irás conociendo, te metiste con el hombre equivocado, haré de tu vida un completo infierno. Después de decir esto, el italiano se dio la vuelta para salir del lugar, Emma se sentó en un sillón y comenzó a llorar, después de un momento recordó a su viejo abuelo y lo ilusionado que estaba con esa boda, así que limpió sus lágrimas y salió para reunirse con su familia. Lena la vio llegar, se acercó a ella enseguida, la abrazó fingiendo felicitarla, le habló suavemente al oído para que nadie más se enterara de lo que le decía. —Vaya primita querida, has dejado a Noah por un hombre más atractivo y de mejor apellido, quien lo diría la tonta de Emma resulto ser más viva de lo que yo creía. —Emma sintió un gran impulso por abofetearla, pero no quedaría en ridículo por su prima, la conocía muy bien y le convenía quedar como víctima, así que se forzó para fingir una sonrisa. Liam observaba todo aquello, en ese momento al preguntar se enteró que Lena era prima de Emma, su furia aumento, ¿Qué demonios tramaban aquellas dos mujeres contra él? Pensó que al no poder casarse una, había tenido que intervenir la otra. —Así que de esto se trata tu jueguito querida esposa, hay que ver lo que fuiste capaz de hacer para cumplir el capricho de tu viejo abuelo, ya sabrás de lo que soy capaz, conmigo nadie juega.
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