Cinco años después
París, Francia
Bárbara
—Sé que deseabas ir con tu padre a Londres, mi niña, pero también sabías que él estaría en muchas reuniones aburridas y no diseñando como tanto te gusta —otro resoplido salió de ella negándose a darme la cara, sino que en vez de eso permanecía fija en la ventana del auto—. ¿Becca?
—Ya lo sé, pero viaja mucho.
—Lo sé, amor —giré su rostro hacia mí detallando tan particulares ojos—, solo te pido un esfuerzo por mí comportándote bien, ve que la última niñera salió corriendo antes que tú con los cabellos de punta —una risilla traviesa la sonrojó aunque yo debía mantenerme seria, y es que la situación no estaba para acolitar tales actitudes de su parte.
—Sí, se veía graciosa.
—Pero no es gracioso lo que hiciste y menos porque no tengo tiempo para entrevistar a nadie, entiende que ahora debemos estar al pendiente del nuevo personal y no me sirve que estés causando problemas solo por un arrebato.
—¡Pero me aburro!
—Le dijiste a tu padre que te portarías bien, así que si no harás esto por mí al menos hazlo por él, recuerda que los viajes son parte de su trabajo y debe hacerlo cuando se lo piden, en especial si es un trabajo del loco de tu tío Oz —de nuevo la picardía la iluminó al ser alguien tan querido para ella.
—Está bien.
—¿Te gustaría hacer la sesión de fotos en lo que yo me muevo piso por piso?
—Solo quieres que esté quieta para trabajar tranquila.
—¿Por qué eres tan inteligente? —arrugó su nariz haciendo una mueca graciosa que copié.
—No, la sesión otro día, hoy veré a los fotógrafos.
—De acuerdo, pero nada de salir del edificio y contesta cada vez que te marque si no quieres que te ponga una tobillera para rastrearte.
—Sí, mamá —giró un poco fastidiada sus ojos, aunque estaba de mejor humor.
Desde mi matrimonio con Isma, fue como si la luna de miel hubiese sido eterna prevaleciendo al día de hoy, solo que esta vino acompañada de una niña bastante inquieta que disfrutaba las salidas de campo con su padre, las sesiones fotográficas y pasarelas conmigo, los viajes con sus tíos y primos y las visitas de sus hermanas, pero aun cuando ella era una niña maravillosa, inteligente, astuta y con una belleza que no pasaba desapercibida para nadie, también era muy sensible y si había algo que le encantaba hacer era pasar tiempo con su padre y tíos.
Por desgracia este año él ha estado bastante ausente de casa ya que Oz lo ha tenido a tope con dos nuevos centros de investigación, uno en Londres (que es el más reciente) y el otro en Zúrich (que abrió sus puertas a finales del año pasado). En mi caso, después de muchos años, al fin nos desligamos de la junta directiva siendo mis hijas y yo las únicas dueñas y quienes teníamos la potestad de ejecutar una orden aquí con total libertad, teniendo como guía financiera a Marc supliendo a esos idiotas que no hacían más que molestar y robarnos.
Esto permitió que pudiese trasladar la casa de modas desde Mónaco a París trayendo gran parte del personal y dejando al resto en la sede de allá, pues no la cerré en sí, sino que dejó de ser la sede principal al querer dejar atrás tan dolorosos recuerdos en aquella ciudad. Sin embargo, tantos cambios han vuelto a mi hija más rebelde con el pasar de los días, siendo las temporadas en las que Isma se ausenta cuando empeora su actitud y si bien intento no pelear con ella porque al final comprendo los motivos, sí le hago ver las fallas y solicito su colaboración, aunque a veces me toque recurrir a advertencias y chantajes usando a Isma al ser su ídolo.
—No olvides lo que te dije y si escucho un solo problema de tu parte hablaré con tu padre y el castigo que te espera será severo.
—Sí, mamá.
—Confío en ti, Becca, no hagas los días más difíciles que papá volverá pronto con nosotras —la abracé fuerte dejando un beso en su mejilla—. Te quiero, cariño.
—Y yo a ti, mami.
Lo que más me gusta de poder dejarla en el edificio, es que ella lo conoce tan bien como Isma y yo al estar con nosotros en la remodelación, también porque él ayudó con el diseño y ella lo acompañó todas esas horas aprendiéndose las rutas piso por piso, además, el personal que me había traído la conocía a la perfección, la querían y salvaguardaban muchísimo y más porque era una modelo exclusiva de Clyde B. en la línea infantil, así como Mad era la imagen de la empresa, solo que en su caso también trabajaba con otras marcas siendo una modelo bastante cotizada a nivel internacional.
Vio en cambio se mantuvo en la línea administrativa encargándose de las sedes en E.E.U.U. llegando a abrir algunas sucursales a lo largo de este año manteniéndose firme como empresaria y madre, que valga aclarar, tampoco le ha sido fácil con Christy, en especial desde el año pasado cuando llegó Cory a su vida. Él es un joven que ha desarrollado bellos sentimientos por mi hija, pero no se atreve a dar el paso al verla tan lejos y más porque ella está alejando a todos los hombres por temor a repetir mi historia con Bonetti siendo Christy la más afectada, claro que muchos hemos hablado con Vio para que no cierre las puertas de su corazón, pero ella es demasiado terca y no hace más que sacar excusas aun cuando es evidente que Cory le interesa, aun así dice que él es el jefe de publicidad y marketing, que no tiene por qué relacionarse con ningún trabajador y mil tonterías más que no convencen a nadie, quizás ni a ella misma, pero al final es su decisión.
Por otra parte, diría que algo similar ocurre con Mad, pero la diferencia es que ella decidió no entablar ninguna relación formal de momento y en vez de eso disfruta con quien quiere teniendo cuidado de salvaguardar su imagen. En fin, supongo que al final no queda nada más por hacer excepto continuar como podemos manteniéndonos lo más unidos posibles sin importar en qué parte del mundo estemos, entretanto, debo continuar arreglando los últimos detalles para empezar a preparar el siguiente desfile con la colección de verano, la cual arrancará una vez terminemos de contratar y entrenar al nuevo personal.
(…)
Horas después
Oficina de Recursos Humanos
—Tiene excelentes estudios, pero por desgracia la experiencia no es suficiente para lo que estamos buscando.
—Se lo suplico, haré lo que sea, estudiaré lo que sea y hasta haré horas extras gratis si con eso consigo el puesto, pero no me descarte todavía, no imagina cuánto deseo estar aquí —supliqué desesperada al punto de cristalizar mis ojos esperando convencer a la encargada de R.R.H.H.
—Es evidente que tiene una gran motivación, pero…
—Le aseguro que si me contrata no se arrepentirán, por el contrario, me permitirán avanzar en mi carrera y les daré lo mejor de mí, Clyde B. no tendrá una sola queja de mi actitud o mi trabajo, eso se lo garantizo.
Ella se lo piensa un poco más, suelta un profundo suspiro en lo que yo sigo con cara de ternero degollado y entonces toma el sello que ansiaba ver en su mano.
—La pondré a prueba un mes, así que deberá demostrar un avance superior al de sus compañeros o de lo contrario yo misma la sacaré de aquí, señorita Marion.
—¡Le juro que esta es la mejor decisión de su vida! —chillé emocionada abrazándola fuerte—. ¡Mil gracias, no se arrepentirá!
Ahora que por fin había obtenido el trabajo en Clyde B., no dejaré que nada ni nadie se interponga en mis planes y cuando logre tener la atención de la mismísima Bárbara Clyde sobre mí le demostraré de lo que soy capaz y me encargaré de que su vida no vuelva a ser la misma conmigo en esta.