Terrible pérdida

1577 Words
ANNE Recapitulando todos los buenos momentos que viví con Liam, de verdad que parecía increíble que ahora mismo, nada tuviera arreglo; sin embargo, haré todo lo posible por olvidarme de él, aunque… lo recordaré por el resto de mi vida. 2 años antes… Después de aquella primera vez que lo encontré con Kristen zorrarvel, creí que todo se había arreglado, soy tan ingenua. Jamás consideré estar en una situación parecida. De hecho, la verdad es que por esto mismo no creía en el amor. Cuando te entregas a una persona con la idea de los felices para siempre, termina resultando todo lo contrario. Me encontraba realmente feliz con la noticia que estaba punto de revelarle a Liam, que no llegué a pensar que se convirtiera en mi peor pesadilla. Tenía 4 semanas de embarazo, el trago amargo ya había pasado y ahora Liam me presentaba como su mujer, novia, pareja; o el nombre que le quieran poner. Aunque ninguno de los dos era creyente al matrimonio y a los felices para siempre; nunca, ni en mis peores pesadillas, considere que Liam me faltara el respeto de esa forma. La única que por el momento sabía del embarazo era Kat. Ella me acompañó a comprar una prueba de embarazo y también me acompañó a realizarme la prueba de sangre. Por ende, nos encontrábamos en su auto. Rumbo al departamento de Liam, para hacerle una linda sorpresa. Solamente esperaba que le gustara. ¿Pero… y si no quería ser padre? Nunca hemos hablado de esto, sin embargo, he notado como trata a los hijos de Ev y… bueno, espero no estar equivocada. Le pedí a Kat que me esperara en el auto, por si veía pasar a Liam, lo entre tuviera y no lo dejara subir. Como siempre subí al ascensor y espera para llegar hasta su piso. Así como. Yo tenía la llave de acceso a su departamento, él también contaba con una llave. No vivíamos juntos ni nada, pero había veces que llegaba a quedarme en su departamento, así como él en el mío. Así como yo tenía cosas mías en su habitación, él también tenía cosas suyas en la mía. Pero la escena que me recibió, de inmediato, me hizo revolver el estómago. Ropa esparcida por la entrada, dos copas medio vacías, un bolso que por supuesto no era mío y por supuesto unos tacones que reconocí inmediatamente. Mi garganta comenzó a cerrarse poco a poco, un sudor frío recorrió todo mi cuerpo y las lágrimas no se hicieron esperar. Camine cuál robot directo a la habitación de Liam, subí las escaleras y mi estómago comenzó a sentirse raro. Aguante la respiración una vez que me encontré frente a la puerta, que estaba entre abierta. Supongo que no se darán cuenta de mi presencia. Los gemidos, tanto de él, como de ella, hacen eco por todo el lugar. Mi corazón se partió en mil pedazos al empujar solo un poco la puerta y encontrarme con una terrible realidad. Me quedé parada como estatua, grabando a fuego cada detalle, cada gemido, cada caricia, cada beso. Me toqué el vientre, porque aunque aún no conocía a esta pequeña persona que crecía dentro de mí, ya la amaba. Jamás quise ser madre tan joven, pero las pruebas que te pone la vida, nunca son las que tú esperas. Solamente me di la vuelta para salir cuanto antes de ahí. Las imágenes de ella sobre él, seguían reproduciéndose una y otra y otra vez en mi mente. Cerré los ojos y traté de respirar con normalidad. Supongo que mi presión ahora mismo se encontraba por las nubes. En cuanto Kat me vio salir, salió del auto. Supongo que mi cara no era para nada de lo mejor. Otro dolor en mi vientre, ahora más fuerte, no sé hizo esperar. —Anne —gritó. Caí de rodilla por lo intenso del dolor, el sudor perlaba mi frente y sentía que dentro de poco terminaría desmayándome. Sentí mis jeans mojarse y rápidamente se tiñeron de rojo. Ambas nos miramos, Kat se apresuró a ayudarme para poder subirme al auto y llevarme al hospital. Lo último que recuerdo es que una camilla ya me esperaba, la voz del doctor preguntando que había sucedido y después nada. Abrí los ojos poco a poco, por el peculiar olor. No era desagradable, sin embargo, tampoco era de mi agrado. Mire a mi alrededor y flashazos de la noche anterior llegaron uno tras otro. No había nadie en la habitación, así que presione el botón para llamar a la enfermera y saber exactamente qué fue lo que me pasó. Quién entró fue Kat, que me miraba con ojos compasivos. De inmediato pensé en mi bebé. —Anne —me tomó de la mano —¿Cómo te encuentras? —trato de sonreír, pero salió más como una mueca. —Mi bebé —mi voz sonó ronca —, por favor dime si él está bien, ¿está a salvo? —por su mirada llena de lástima, ya conocía la repuesta, pero quería escucharla, necesitaba que me lo dijera. —Lo siento mucho Anne —comenzó a negar con la cabeza, supongo que después de todo no necesitaba que hablara —tuviste un aborto espontáneo, perdiste demasiada sangre. Llegamos justo a tiempo, el doctor te practico un legrado para asegurarse de que no… quedaban restos —su voz sonaba entrecortada. Lágrimas de amargura empezaron a brotar, me sentía tan culpable por su muerte. Solamente llevaba unas horas de saber que estaba embarazada y ahora… ahora ya no… Me acaricié mi barriga, como si con ese hecho fuera suficiente para calmar el dolor que sentía por dentro. —Anne, di algo, ¿Qué pasó?, ¿Liam…? —en cuanto mencionó a ese traidor hijo de puta, recordé la imagen con la que me recibió, sin el saber que yo estaba ahí, cerré mis manos en puños. —Ese cabrón hijo de puta —Kat se sorprendió —¿sabes que es lo peor de todo? —me exprese con tono burlesco —que le tenía una bonita sorpresa. Obviamente, la sorpresa me la lleve yo —hable con amargura —al entrar a su departamento y ver como se follaba a la puta de Kristen Arvel —con la que me aseguró que no tenía nada—, en la habitación que compartimos durante todo este tiempo —agarre la sabana y la apreté con fuerza, cada vez que lo hacía es como si le cortara el aire a Liam. —¡¿Queee?!, ese pendejo me va a escuchar… —Kat, él jamás debe enterarse de esto, ¿de acuerdo? Ni debe saber que tuve un aborto y que seguramente gracias a él fue que… lo perdí. —Pero Anne, él debe saberlo, tiene que sentirse culpable por lo que pasó —negué con la cabeza. —¡No!, voy a terminar lo que sea que hayamos tenido durante este tiempo —ahora ya no estaba segura de nada—. Sabrá que lo descubrí, más no que…—la puerta se abrió de repente, eran las chicas. Gracias a dios. —Anne —¿Qué fue lo que te pasó? —no se te ve ningún golpe o rasguño, ¿Por qué te encuentras aquí?—Ev parecía aliviada en cierta forma, sin embargo, sabía que algo grave pasaba. —Gracias por venir —medio sonreí. —Anne, seguimos esperando una respuesta —Ev alzó una ceja. —Ella tuvo un aborto —anuncio Kat, todas me voltearon a ver —y esta información no la llevaremos a la tumba —asintieron y se acercaron para abrazarme. —Con llevarnos la información a la tumba te refieres a que Liam, no debe saberlo, ¿cierto? Pero… —Em abrió los ojos como platos —¿él fue el culpable? —se escuchaba más que molesta— ese miserable, ¿Por qué no se enteró de la noticia? —Por qué lo encontré follándose a otra, en realidad, ella lo follaba a él. Pará el caso supongo que es lo mismo. Todas se encontraban molestas, obviamente. Sin embargo, sé que puedo contar con su apoyo y cariño. —De verdad, gracias por estar aquí —el sonido de un móvil nos interrumpió. Al parecer Alex buscaba a su amada. Ya que fue ella quien corrió a contestar. —Lo siento —se disculpó. Contestó con una enorme sonrisa, pero de a poco le comenzó a cambiar el semblante. Su mirada se dirigió a mí y de inmediato supe que algo andaba mal —No tiene ningún derecho a estar aquí y que no se le ocurra venir, porque lo sacaremos a patadas. No puede ser, Liam ya sabía que estaba a hospitalizada, aunque sinceramente dudo que conozca la verdad. —Necesito que me ayudes a vendarme —me miraron como si me faltara un tornillo— les haremos creer que me golpee la cabeza y por eso me trajiste de emergencia aquí, después de haber visto… lo que vi. —De acuerdo —Kat y las chicas me ayudaron. Sabían que pronto Liam estaría aquí, así no le permitieran la entrada, buscaría la forma de entrar. Por eso me estaba preparando mentalmente, para no gritar a los cuatro vientos, que por su jodida culpa tuve un aborto. Aunque, ahora más que nunca, estoy segura de que le importara una jodida mierda lo que le pasó a nuestro bebé.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD