Ian terminaba de acomodar los pétalos de rosa sobre la mesa, aún tenía curiosidad por lo que hubiera en ese estuche, pero se negó a abrirlo. - Todo quedó muy bien – dijo Daniel – Le gustara a Emma. - Le va a encantar, la conozco y esto la va a derretir – sonrió al ver cómo quedó todo – Será algo que no olvidará. - Se nota que la quieres mucho – sonrió Daniel. - Es mi mejor amiga, mi confidente, mi familia – dijo Ian mirándolo – No solo la quiero, hemos estado tanto tiempo juntos que nuestro cariño se volvió mucho más profundo. Verla feliz me encanta, además, ha pasado por mucho y es hora de que vuelva a ser esa chica llena de brillo y alegría que solía ser. Daniel lo miró con una sonrisa, él podía decir lo mismo de su hermano. Se han vuelto los mejores amigos y le alegra verlo feliz y