No sabe ni cuánto durmió, pero al abrir los ojos se encontró abrazando a Emma, quien seguía profundamente dormida y con la boca entreabierta, no pudo evitar sonreír. Su cabello cubría parte de sus ojos, con suma delicadeza quitó el cabello de sus ojos y lo puso detrás de sus orejas. Jamás se imaginó verla así, durmiendo a su lado. Le parecía sumamente bello tenerla junto a él, congelaría el tiempo por estar siempre así.
Pudo ver el reloj que había en la pared de la sala, eran las 10:00 de la mañana y solo estaban ellos en la cama. No escuchaba ruido en la casa, por lo que sospechaba que su hermano e Ian habían salido a comprar algo. Se acomodó mejor para poder seguir mirando a Emma, cuando su teléfono comenzó a sonar. Al ver que era su madre, suspiró y salió del colchón sin mover mucho a
