–Entonces ahora Warren cena en casa. –Así es, señorita Hilary –respondió Sarita –. Él ha venido todas las noches a cenar, lo hace en su oficina, pero ha estado de mejor humor incluso con Michelle. –¿En serio? ¿Crees que ya esté superando la muerte de Amanda? –No lo sé, pero creo que le gusta la comida de la señorita Prahla, en realidad a todos nos parece muy rica –sonrió. –Creo que le hubiera quedado mejor el cargo de cocinera –comentó Hilary. –Cuida muy bien de la niña, la quiere mucho. –Es que hablas de ella como si fuera la mujer maravilla, ¿acaso hay algo que no pueda hacer? –La mujer maravilla es usted, señorita Hilary –mencionó Sarita –. Fue un gran sacrificio quedarse en la casa y hacerse cargo de todo después de la muerte de la señora. –Gracias, Sarita y también por