—¿Qué hacemos acá? —No estas en posición de exigirme nada —Lorenzo estaba molesto. —Jodete, Lorenzo. —Jodete tú, Aleesandra. Nos quedamos mirando de manera furiosa, retadora y casi parecía que nos queríamos sacar los ojos mutuamente y la ropa también. —Vinimos porque arriba esta la decoradora y nuestros relacionistas públicos, para la conferencia de prensa. Te estuve llamando y si contestaras ese teléfono, sabrías de lo que hablo . Me quede un poco contrariada y luego cerré los ojos con algo parecido a la frustración, recordando que lo había puesto en silencio, pues no para de sonar y vibrar con llamadas y notificaciones. —De acuerdo, vamos. —Límpiate la cara. Se nota que lloraste —su comentario me molesto, porque sentí que le daba vergüenza que las personas me vieran así. Sent