El día del anuncio había llegado, sería en una cena con amigos y familiares, las personas más cercas, pero más importante que eso, serían invitados los miembros de la junta de mis empresas y algunos miembros de la junta de las de Alessandra. Estaba terminando de acomodar mi corbata cuando llego a mi cabeza, nuevamente y contra mi voluntad, la imagen de esa imponente mujer bajándose de su auto y llorando. Normalmente cuando estoy en mi oficina, no salgo. Pero ese día fui por algo de aire, me estaba colmando la paciencia un proyecto que no parecía tener solución y entonces cuando estaba por entrar al edificio la vi bajarse, lo que sucede con una mujer con Alessandra es que es imposible no verla, dónde sea que pongas sus pies, las miradas se vuelvan sobre ella. No solo es hermosa, también