CAPÍTULO NUEVE Aunque parecía que tenía una tarde ajetreada por delante, Mackenzie empezaba a notar que estaba sintonizando con el ritmo. Tras dejar la biblioteca, todo parecía empezar a encajar. Cuando habló con la oficina del alguacil por teléfono, le resultó sorprendentemente fácil conectar con quien tenía que hablar y organizar una reunión con el recientemente arrestado Quentin Neil. Debido a las regulaciones y las normativas vigentes, cierta gente debía estar presente cuando hablaran con Neil y, debido a eso, no podía reunirse con él hasta las 5:30. Envió los detalles a Ellington y él se apuntó de inmediato. En vez de sentirse desalentada por la espera de dos horas, se dispuso a encontrar las direcciones de cuanta más gente fuera posible de la lista de Sam Batiste—todas las persona