Adara estuvo hablando con Isabel todo el día, cuando llegó la hora de la cena, ambas se dirigieron al comedor, los sirvientes habían preparado un gran banquete.
Ella tomó asiento, iba a comenzar a comer cuando apareció Liam.v
_ Mi querida prometida, ¿Me has extrañado?
Adara se levantó inmediatamente de la mesa, no quería ver a ese hombre loco y mucho menos cenar con él.
_ Ya no tengo hambre.
_ Si no quieres cenar, tendré que ir a tu habitación a media noche y llevarte algo para comer, no puedo dejar que mi prometida muera de hambre.
Adara quería salir corriendo e ignorar las palabras del rey, pero tenía miedo que cumpliera con lo que estaba diciendo, así que dio media vuelta y tomó su lugar nuevamente. Ella llenó su plato de comida y devoro todo con rapidez, después salió corriendo del comedor, varios guardias iban detrás de ella, pero Liam no estaba entre ellos.
Adara siguió caminando sin rumbo por los pasillos, mientras se preguntaba cómo podía escapar de aquel lugar, cuando escuchó una dulce melodía, ella siguió el sonido de la música hasta llegar a una amplia habitación, ahí vio un hermoso chico de cabello plateado, largo y ojos rojos, sus facciones eran hermosas y delicadas, él tocaba la flauta de manera maravillosa, pero cuando se percató de su presencia detuvo la música.
_ ¿Quién eres?
_ Eso no te importa.
Adara no tenía intención de ser grosera, las palabras de su boca habían sonado bruscas, ella iba a disculparse cuando aquel hermoso joven abrió la boca.
_ Niñata insolente, como si me importara quien eres, solo pregunte tu identidad para decirle a los guardias a quien tienen que arrestar y meter en los calabozos hasta que muera, alguien tan insignificante jamas podria llamar mi atención, fea.
Adara apretó sus manos con fuerza para evitar matar a aquel muchacho, aunque era hermoso era arrogante y sobre todo se había atrevido a llamarla fea, algo que ella estaba segura que era mentira, ella era preciosa, aunque no le gustaba la atención de los hombres, ella sabia que todos caían rendidos ante su belleza.
_ A quien estas llamando fea maldito mocoso, si alguien es feo aqui eres tu.
_ Tengo un espejo, se que soy hermoso, debes de ser ciega para no darte cuenta de mi belleza.
Adara sabía que era cierto, aquel joven era precioso, pero ella jamás lo admitiría ya que la había llamado fea.
_ Aquí el que tiene problemas de visión eres tu, soy hermosa.
_ Tienes valor al decir que eres hermosa cuando eres tan fea, el verte daña mis ojos.
Adara ya no podía controlar más su ira, ella iba a saltar sobre aquel muchacho, cuando sintió que alguien la sujetaba por la cintura, era Liam.
_ ¿Qué crees que estás haciendo?
Adara le dio un empujón, apartándose de él.
_ Suéltame, ¡Maldito pervertido!
_ ¿Quien te crees que eres fea?, guardias, llevesela a los calabozos.
Liam se acercó al muchacho, le dio un golpe en la cabeza con la mano abierta y le dijo.
_ Terren, ¿Qué crees que le estas haciendo a mi prometida?
_ ¡¿Esta chica fea es tu prometida?!
Liam volvió a darle otro golpe y le dijo.
_ No trates asi a mi prometida, si vuelvo a escuchar que le dices fea, dejaré una cicatriz en tu rostro.
Tarren siempre había estado orgulloso de su belleza, él empezó a alejarse de su hermano y le dijo.
_ Que mala suerte tienes hermano, te toco una mujer poco agraciada y maleducada.
_ Terran.
_ Dijiste que no la llamara fea, no lo he hecho.
Terran se fue antes de que su hermano volviera a golpearlo.
Adara intento escabullirse antes de que Liam se percatara de su presencia, pero no lo logro.
_ Mi querida prometida, ¿a donde vas?
_ A mi habitacion, estoy muy cansada.
_ Tu habitacion no queda por ahi.
Adara señalo la direccion contraria.
_ Es verdad, es por haya.
_ Tampoco es por ahi, tienes un mal sentido de la orientacion.
_ Eso no es verdad, es solo que este lugar es como un maldito laberinto.
_ Pues a mi no me lo parece, deja que te lleve a tu habitacion.
_ ¡NO!
_ Si no quieres ir a tu habitacion, podemos ir a la mia, no tengo ningun problema con que compartamos habitacion.
_ ¡Eso jamas!
_ Entonces deja que te lleve a tu habitacion.
_ Los guardias pueden enseñarme el camino.
_ Ellos solo estan para vigilar que no escapes, no tiene ninguna otra funcion.
Adara miro a los guardias en busca de ayuda, pero todos esquivaron su mirada.
Como Adara tardaba tanto en responder, Liam la tomo en brazos.
_ ¡Bajame inmediatamente!
_ Si me quedo esperando a que respondas nos quedaremos aqui toda la noche, te llevare a tu habitacion, aunque sigue en pie la oferta de compartir mi habitacion.
_ ¡Eso nunca!
_ Por ahora no insistire con eso, pero despues de la boda, no aceptare una negativa.
_ No habra boda asi que eso nunca va a pasar.
_ Ya lo veremos.
Liam llevo a Adara hasta la habitacion, tras cruzar la puerta Adara le araño la cara, salto de sus brazos y lo empujo a la salida.
Una vez sola, Adara se sento en el suelo apoyando su espalda contra la puerta. Ese habia sido un día sumamente largo, ella se sentia completamente agotada, tanto fisica como mentalmente. Ella solo pensaba quedarse ahi unos minutos antes de empezar a buscar una manera de huir, pero el cansancio la vencio y termino quedandose dormida.
La habitacion de Liam quedaba lejos de la de Adara, en la parte norte del palacio, por eso pidio que se le preparara la habitacion que habia al lado. Como temia que ella intentara escapar, salto de su balcon al de ella, para asegurarse de que estaba durmiendo.
Al entrar vio que la cama estaba vacia, asi que empezo a buscarla con la mirada hasta que la encontro durmiendo en el suelo junto a la puerta. Él se acerco, la tomo en brazos y la deposito suavemente sobre la cama.
Liam se sento en la orilla de la cama y se quedo un momento viendo como dormia.
Debido a los problemas internos de su reino, Liam habia aceptado ponerle fin a la guerra aun cuando estaba apunto de ganarla. Pero como no confiaba del todo en el rey Isaac, Liam sugirio un matrimonio para asegurarse de no ser traicionado. Al principio el habia pensado en no involucrarse con Adara, cuando habia ido a recogerla, habia planeado decirle que nunca la tocaria, que solo seria su esposa de nombre, pero cuando la habia conocido, todo aquello cambio.
Adara lo cautivo con su belleza, aunque no tanto como su mirada, cuando se vio reflejado en sus ojos, se enamoro, fue como si flecharan su corazón y lo atravesaran sin piedad, su padre siempre le habia dicho eso pasaria cuando encontrara a su compañera, pero no fue hasta ese momento que lo creyo.
Él no sabia que algo le habia estado faltando hasta ese día, cuando estaba con ella, y rozaba su piel, se sentía completo.
Liam beso un mechon de pelo de Adara y le dijo en apenas un susurro.
_ Prometo hacerte feliz mi compañera, tanto, que olvidaras que alguna vez tuviste pensamientos de irte.