Liam se levantó del suelo, sacudió sus ropas y le preguntó.
_ ¿Qué haces aquí madre?
_ Escuche que tu prometida llegaba hoy, ¿Dónde está?
_ La tienes enfrente.
Isabel miró por un momento a Adara.
_ ¿Esta hermosa y delicada joven es tu prometida?
_ Si madre, ella es Adara Bortziriak, la princesa del reino de Erodan y mi prometida, asi que te agradeceria que me la entregaras.
Isabel se quedo mirando fijamente a Adara, ella la veia con ojos suplicantes, rogandole que la salvara.
_ Eres una joven muy hermosa y eres más pequeña de lo que imaginaba, cuando el rey mencionó que su hija poseía el favor de la diosa Diana pensé que sería más alta y más robusta.
Adara se quedó quieta sin saber que hacer o decir para escapar de esa situación. Isabela le dio un abrazo y le dijo.
_ Pero da igual, eres preciosa me alegra que vayas a ser mi nuera.
_ ¿Qué?, ¡Yo no pienso casarme!
_ Se que mi hijo es un poco bruto, un insencible y a veces un idiota, pero es guapo, eso no lo puedes negar.
Adara no podía negar ese hecho, el rey Liam era un hombre muy atractivo, pero él era su enemigo, ella no se iba a dejar engañar por su cara bonita.
_ Aun así no pienso casarme ya lo he dicho.
Isabella miró a su hijo y preguntó.
_ ¿Qué has hecho para que te odie?
_ ¡Aun no he hecho nada!
Isabela no creía mucho en las palabras de su hijo, él puso su mano en el corazón y dijo.
_ No te estoy mintiendo, ha llegado hace unas horas, no he tenido tiempo de hacer nada, aunque ese tiempo me ha sido suficiente para enamorarme de ella, estoy feliz de que sea mi prometida.
_ Ella es preciosa serias un tonto si no lo hicieras, estoy segura de que vuestros hijos tambien seran hermosos, me pregunto si se pareceran a ella o a ti.
_ Yo también me lo preguntó, espero que se parezcan a Adara.
Adara estaba siendo completamente ignorada, ellos estaban hablando de su futuro como si fuera un hecho que se fuera a casar con el rey Liam, ella se molesto mucho y dijo.
_ Dejen de hacer planes, yo no pienso casarme, busquen a otra para que tenga los hijos del rey por que yo paso de todo esto, me voy, volveré a mi reino.
Adara se dirigió a la puerta, Liam se interpuso en su camino y le dijo.
_ Mi querida prometida ya te he dicho que no pienso dejarte escapar, me he enamorado de tí, mi corazón te pertenece, si te vas te lo estarías llevando.
_ Pues te lo devuelvo, yo no lo quiero.
Antes de que volvieran a discutir Isabela se puso en medio de ellos y preguntó.
_ ¿Por qué te niegas a casarte?
_ Por que no le amo.
Y por que es mi enemigo pensó Adara en su mente ya que no se atrevía a decir eso ante alguien tan fuerte y poderosa como lo era la reina. No era tan tonta como para arriesgar su vida al convertirla en su enemiga cuando ella era la unica que podia oponerse al rey.
_ Ese no es un problema cariño, el amor llega en el matrimonio ya sea tarde o temprano.
_ ¿Que?
_ Después de que le conozcas un poco seguro terminarás enamorada de él, te lo digo por experiencia, yo quería matar a su padre cuando me case, pero despues me enamore de él y tuve dos hijos, aunque me hubiera gustado tener una hija, bueno ahora te tendré a ti.
Isabella tomó a Adara por los hombros y le dijo.
_ Vamos a tomar el té y hablemos un poco más.
Antes de salir Isabela le dijo a Liam.
_ Me la llevare un rato, tu deberias ponerte a trabajar, este reino no se mantiene solo.
Adara se encontraba en una incomoda situación, estaba tomando te con Isabela, entre ellas había un silencio incomodo, la reina viuda le veía fijamente como si la estuviera analizando, ella deseo poder salir huyendo, pero sabia que ese no era el mejor momento para huir, así que debía soportar un poco mas, escaparía al anochecer, seria mas fácil escapar con el cobijo de la noche.
_ ¿Estas pensando en escaparte?
Adara se atraganto con el té y se pregunto si la reina podia escuchar sus pensamientos.
_ No puedo escuchar tus pensamientos, si es lo que estas pensando, es solo que tienes escrito en la cara lo que piensas.
Adara sonrió inocentemente y le dijo.
_ No estoy pensando en escapar.
_ Por supuesto que lo estas pensando, en tu lugar yo también lo haría, no, en realidad lo hice, aunque Duncan siempre me atrapaba, era muy cabezota al igual que Liam, así que no creo que puedas escapar de él, cuando un Carter se enamora lo hace para toda la vida, no existe nadie mas para ellos y Liam dice que se ha enamorado de ti.
_ Ni siquiera me conoce.
_ Eso no les importa, creo que es algo que tienen, con solo ver a los ojos a esa persona saben que será el amor de su vida.
_ ¡Pero yo no quiero casarme!, ¡no lo haré!
_ Entonces te deseo suerte, creeme, la vas a necesitar.
_ Usted ya paso por lo mismo que yo, en ese entonces no hubo nadie que la ayudara, asi que por favor ayudeme.
Isabel empezo a reir a carcajadas. Adara se preguntó que era lo que habia dicho que fuera tan gracioso. Isabel siguio riendo durante un rato, cuando por fin pudo calmarse le dijo.
_ Eres muy graciosa, me encantas.
_ ¿Que es lo que he dicho que cause tanta gracia?
_ Liam es mi hijo y me pides que te ayude a escapar de él, no se si eres muy valiente o estas muy desesperada.
_ Creo que un poco de ambas.
_ Pequeña, aunque trate a Liam con rudeza y le de una paliza de ves en cuando, eso no significa que pueda revelarme contra él, bueno en realidad no quiero hacerlo, no puedo dejar en evidencia su autoridad, un reino no se gobierna solo con fuerza bruta pequeña, la guerra no es nada en comparacion a una lucha interna, lo siento pero no pienso hacer eso.
_ Agradesco su franqueza.
_ Yo tambien agradezco la tuya, prefiero una fiera que una obeja disfrazada de lobo, por eso me agradas, asi que intentare ayudarte para que tu vida en el palacio sea mas agradable, pero no pienso ayudarte a escapar, aunque tampoco impedire que lo hagas, creo que sera divertido de ver.