El sol empezaba a filtrarse por las cortinas cuando Adara se despertó, ella se sentó en la cama aún medio dormida y empezó a decir.
_ Vaya sueño más loco el que tuve, soñé que mi padre me había enviado a casarme con el rey Liam quien terminó siendo un pervertido y un maldito loco.
_ Aunque nuestro compromiso parezca un sueño, no lo es mi querida prometida.
Liam estaba sentado en una silla cerca de la cama. Instintivamente Adara intentó usar su magia, extendiendo su mano hacia Liam. Pero su magia aún seguía sellada, así que no ocurrió nada, así que le lanzó un cojín a la cara, pero él lo esquivó con facilidad.
_ ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ?!
_ Buenos días, espero que hayas dormido bien mi querida prometida.
_ ¡Contesta lo que te he preguntado!
_ He venido a darte los buenos días, este es tu segundo día en mi palacio, no quería que te sintieras sola al amanecer en un lugar desconocido.
Adara volvió a tirar otro cojín, él cual Liam esquivo sin ningún problema y le gritó.
_ ¡LARGATE!
_ ¿Quieres desayunar aquí o prefieres hacerlo en el jardín?, hace un día maravilloso.
_ Solo quiero que te largues maldito pervertido.
Adara empezó a tirar todo lo que había a su alcance intentado golpear a Liam, pero no pudo asestar ni un solo golpe, ese hombre tenía una agilidad sobrehumana, en ese momento ella entendió por que nunca habían conseguido tomarlo por sorpresa en el campo de batalla.
_ Pervertido, pero si aun no he hecho nada, ¿Acaso lo dices por que quieres que haga algo?, ¿Quieres que nos volvamos a besar?
_ Maldito desgraciado, ni se te ocurra acercarte, robaste mi preciado primer beso, has profanado mis labios, proteger mi segundo beso con fiereza, si te acercas, te saco los ojos con mis manos.
Una gran sonrisa se dibujó en el rostro de Liam y una disculpa salió de su boca.
_ Lo siento, no sabia que era tu primer beso, si lo hubiera sabido, hubiera sido más amable, ahora que lo se me asegurare de que nuestro segundo beso sea memorable.
_ ¡Acaso no escuchas!
_ Por supuesto que sí.
Liam se acercó un poco más, Adara retrocedió, él volvió a avanzar, los dos estuvieron en ese juego hasta que Adara no tuvo a donde ir, Liam la tenía arrinconada contra la pared.
Adara pensó en luchar, era buena guerrera y si ese hombre hubiera sido un humano normal, seguro hubiera ganado, pero la fuerza y agilidad de ese hombre eran inhumanas, comparada con él, Adara era como un gatito intentando atacar a un Leon, asi que hizo lo único que se le ocurrió, cubrió sus labios con ambas manos para proteger su segundo beso, por que aunque Adara parecía ser salvaje y fría, en el fondo también era una doncella que soñaba con el amor, que soñaba darle su primer beso a su amor, pero ya había perdido el primero, asi que debia proteger su segundo beso a como diera lugar.
Liam vio aquella acción adorable y provocativa, él tomó un mechon de pelo, lo besó y le dijo.
_ Eres tan adorable mi querida prometida, que me dan ganas de comerte.
Los grandes ojos azules de Adara estaban abiertos como platos, Liam pudo ver perfectamente que eso le incomodaba, que le asustaba lo que él fuera a hacer a continuación. Así que se alejó y le dijo.
_ No tienes que ponerte tan a la defensiva, pienso esperar al momento correcto para volver a besarte, quiero que nuestro segundo beso sea memorable, ya te lo había dicho.
Adara no le creía, así que siguió cubriendo su boca con sus manos.
Liam le sonrió, su sonrisa era tan radiante, que por un momento a Adara le pareció facinante. Pero inmediatamente sacudio esos pensamientos de su mente, ese hombre era su enemigo, no importaba que tan guapo fuera, no podía bajar su guardia.
_ ¿Por qué eres tan desconfiada mi querida prometida?
_ Porque eres mi enemigo, el que ha causado tanto dolor a mi reino por la guerra.
La hermosa sonrisa que había dibujada en el rostro de Liam desapareció por completo, su expresión se volvió triste.
_ Tu reino no es el único que se ha visto afectado por la guerra, mi reino también ha sufrido con esta guerra, por eso hemos firmado un acuerdo de paz y por eso es esta boda.
_ No quiero este matrimonio, jamás podría ser la esposa de mi enemigo.
_ Creo que no lo has entendido Adara Bortziriak, este matrimonio es el tratado de paz, es lo que impide que esta guerra siga su curso.
Liam dio un largo suspiro.
_ Dejemos atrás el derramamiento de sangre, dejemos atrás el dolor, vivamos una vida feliz y tranquila, yo haré que me ames y te haré muy feliz.
Adara lo empujó. Liam no se movió, así que empezó a pegarle en el pecho con la mano abierta.
_ ¡¿Que olvide todo?!, ¡¿Que te ame?!, tú mataste a muchas personas de mi reino, eso nunca pasará, me oíste bien, ¡NUNCA!
_ No deberíamos hablar de estos temas tan temprano en la mañana, debes tener hambre, pedire que te traigan el desayuno.
_ Quiero volver a Erodan.
_ Puedes pedir lo que desees mi prometida, todo menos eso.
Liam salió de la habitación, Adara se sintió más relajada al estar sola. Ella se sintió en el suelo y se preguntó cómo podría escapar de ese lugar, cómo podía volver a Erodan.
Las sirvientas no tardaron en llegar, ellas le llevaron el desayuno. En cualquier otro momento Adara se habría negado a comer, pero si quería escapar de ese lugar no podía hacerlo con el estomago vacio, asi que devoro todo lo que le habían llevado, cuando termino de desayunar, dos sirvientas mas entraro a la habitacion con jarras de agua.
_ Estamos aquí para preparar su baño.
_ Esta bien, tambien necesitare ropa,
Otra de las sirvientas dijo.
_ Ya hemos preparado su ropa, no tiene que preocuparse por eso.
Después de darse un baño, cuando Adara vio que era lo que le habian preparado preguntó.
_ ¿Qué es eso?
_ Es un vestido princesa, su majestad el rey lo escogió especialmente para usted.
Frente a sus ojos Adara tenía un vestido color rosa pastel, con volantes, encajes y una pesada falda, algo que Adara no estaba acostumbrada a usar y que no pensaba a usarlos en ese momento, sobre todo por que con ese vestido no podría escapar.
_ No pienso usar eso, llévenselo y en su lugar tráiganme una túnica y unos pantalones.
Las sirvientas no podían desobedecer las órdenes del rey, así que se negaron a cumplir su orden, pero Adara siguió insistiendo en que no vestirá ese vestido, que prefería pasearse por el palacio en bata antes de ponerse un vestido.
Al final no tuvieron más opción que aceptar su petición. Después de que Adara se vistiera pidió que le mostrasen el palacio, si quería huir de ese lugar tenía que conocerlo para no terminar perdiéndose al igual que el día anterior.
_ Quiero conocer el palacio, llévame a recorrerlo.
Le ordenó a una de las sirvientas. Ella asintió con la cabeza.
_ Por favor sígame princesa.
Adara se sorprendió por lo rápido que había aceptado ya que se había mostrado más renuentes con la ropa, ella había pensado que tendría hacer una rabieta para que la dejaran salir, pero cuando salió de la habitación entendió por qué había aceptado tan fácilmente.
Una docena de guardias estaba esparcida por el pasillo y a medida que ella avanzaba ellos se iban uniendo, Adara dio un largo suspiro cuando miró hacia atrás y vio que todos los guardias la estaban siguiendo, pensó.
El escapar de este lugar será más complicado de lo que pensé.