Matrimonio en guerra

Tu seras mi esposa

Los guardias llevaron a Adara en un enorme carruaje blanco, al portal más cercano, tardaron un día en llegar al reino de Valer.

El rey de Erodan, el padre de Adara, había enviado un mensaje al rey Liam diciéndole que su hija llegaría ese día, también le dijo que su hija era una joven con carácter, que debía ser paciente con ella.

Liam fue a recibir a la princesa cuando anunciaron que el carruaje estaba apunto de llegar.

Los guardias detuvieron el carruaje frente a las puertas del palacio, Liam espero a que la princesa saliera, pero al ver que no lo hacía preguntó a los guardias.

_ ¿Por que la princesa no baja?

Los guardias se quedaron viendo los unos a los otros y dijeron.

_ La princesa está dormida, el viaje ha sido muy pesado para ella.

Liam al escuchar eso abrió la puerta del carruaje y al ver a la mujer que sería su esposa se quedó con la boca abierta, ella era preciosa, como una hermosa hada de los cuentos de hadas. Liam la tomó en brazos y la llevó al palacio hasta sus aposentos, la depositó suavemente sobre la cama y se quedó mirando a su prometida, era tan bella que no pudo controlarse y acaricio su mejilla; en ese preciso momento, Adara abrió los ojos, eran azules como hermosas joyas preciosas.

Ella pudo sentir el frío del acero de lo que parecían ser dos dagas atadas en sus muslos, ella levantó su falda, saco las dagas, la puso contra el cuello de aquel hombre y le preguntó.

_ ¿Quién eres?

Liam había sacado su espada por instinto colocándola en el cuello de la princesa, él le dedico una hermosa sonrisa y la saludo como si no se estuvieran amenazando el uno al otro.

_ Hola princesa, yo soy el rey de Valer, Liam Carter.

_ Así que eres tu.

El rey de Valer era un hombre hermoso y atractivo, al parecer Sila no había mentido cuando se lo había dicho.

_ Y si mi prometida sabe quien soy, ¿Por que está apuntando una daga a mi cuello?

_ ¡NO SOY TU PROMETIDA!, no he aceptado este matrimonio y te dejaré muy en claro una cosa, ¡NO PIENSO CASARME CONTIGO!

Todas las concubinas que había tenido Liam en el pasado habían sido mujeres muy sumisas y tranquilas, esa fue la primera vez que conocía a alguien que se atreviera a hablarle de esa manera y a poner una daga en su cuello, aunque cualquier rey se hubiera sentido ofendido, no fue el caso de Liam, al contrario, eso lo encontró muy interesante y atractivo, él sonrió y le dijo.

_ Ahora entiendo a qué se refería el rey Isaac al decir que su hija tenía mal carácter.

_ No solo tengo mal carácter, si no que también te odio, le llevaré a mi padre tu cabeza, le demostrare que un matrimonio no es necesario.

_ Lo siento pero eso no sucederá, así que baja esas dagas.

_ ¡Eso nunca!

Liam tocó la daga de Adara haciendo que el hierro se calentará, Adara tuvo que soltar su espada al sentir que quemaba su mano, Liam tiró lejos las daga y tomó su mano para revisar que no tuviera quemaduras.

_ Tienes una pequeña quemadura, llamare al medico real para que te trate.

Adara saltó sobre él, lo empujó para que cayera de espaldas sobre la cama, se subió encima de él, sujetando sus manos para inmovilizarlo, algo que Liam encontró muy placentero.

_ No crees que vas un poco rápido, aunque en lo personal no me importa adelantar nuestra noche de bodas, mi prometida es muy hermosa, siento que me he enamorado a primera vista.

_ No me dejaré engañar por ti, no soy una idiota como mi padre, no caeré en tus trucos.

Liam se incorporó y le robó un beso a Adara, ese era su primer beso, ella se apartó inmediatamente con las mejillas sonrojadas.

_ ¡MALDITO PERVERTIDO!, ¡¿QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO?!

Grito Adara.

_ No se quien es el pervertido aquí, eres tú quien se subió encima de mi primero, creí que querías besarme.

Adara limpio su boca con el dorso de su mano y deseo poder usar su magia para matar a ese hombre. Liam se acercó un poco más, Adara se preguntó qué estaba tramando ese hombre, ella se alejó y le dijo.

_ ¡No te atrevas a tocarme maldito pervertido!

_ No haré nada que no quieras mi querida prometida.

_ ¡Ya he dicho que no soy tu prometida!

Liam estiró su mano y tomó su espada.

_ Solo quería tomar mi espada, ¿O acaso querías que hiciera algo más?

_ Vuelve a abrir la boca y te la arranco de un mordisco.

_ Mi querida prometida eres un poco salvaje, pero no me molestaría un beso con mordida, me adaptaré a tus gustos, aunque te advierto que prefiero ser el dominante, me gusta estar arriba.

Adara empezó a lanzarle los cojines y todo lo que tuviera a mano, pero no asesto ninguno, Liam esquivaba todo lo que le tiraba con gran facilidad.

Los guardias al escuchar todo el escándalo que estaba armando la princesa abrieron las puertas de golpe pensando que se trataba de un ataque.

_ ¡Su majestad!, ¿Se encuentra bien?

Adara había levantado una de las mesitas de noche, ella la lanzó como si fuera un cojín, pero el rey la esquivo al igual que todo lo que le había tirado, ella gritó.

_ ¡NI SE TE OCURRA ACERCARTE MALDITO PERVERTIDO!

Los guardias en ese momento no supieron quien era el atacante y quien era la víctima, Liam les dijo.

_ Estoy bien, solo estoy teniendo una charla amena con mi prometida, así que pueden irse.

Los guardias pensaron que eso parecía todo menos una charla amena, pero como el rey decía que se encontraba bien decidieron dar media vuelta y salir. Pero antes de cruzar la puerta, Adara les gritó muy molesta.

_ ¡A DONDE CREEN QUE VAN!, no me dejen sola con este maldito pervertido.

Los guardias se detuvieron un momento, vieron al rey, él les lanzó una mirada intimidatoria como si preguntara.

¿Por qué siguen aquí todavía?

Ellos se disculparon con Adara y salieron de la habitación, ninguno se atrevería a desobedecer las órdenes del rey.

Adara siguió gritando y maldiciéndoles por dejarla sola con ese hombre, ella era fuerte, pero sin su magia se sentía desprotegida, en esos momentos ella odio a su padre por haber sellado su magia y juró vengarse de él la próxima vez que lo viera.

"Cuando vuelva al reino haré que pagues por esta humillación maldito viejo senil"

Liam avanzó hacia ella, Adara gritaba.

_ ALEJATE DE MI PERVERTIDO, NI SE TE OCURRA ACERCARTE A MI.

Mientras buscaba que lanzarle para mantenerlo a raya y no se acercara más a ella, pero ya había lanzado todo lo que había en la habitación, lo único que seguía de una sola pieza era la cama.

"Si pudiera usar mi magia hace rato hubiera matado a ese maldito pervertido, padre por que me has hecho esto"

Pensó Adara mientras Liam acortaba la distancia que había entre ellos, cuando estuvo lo suficientemente cerca Adara empezó a lanzar puñetazos y patadas, pero ese hombre era muy agil y no pudo asestar ningún golpe, Liam la cargó en brazos, ella pataleo y peleo, pero todo era inútil, sin su magia ella era una completa inútil ante ese hombre.

_ Veo que mi querida prometida está llena de energía, pero has hecho un largo viaje, será mejor que descanses un poco o podrías enfermar, nuestra boda será pronto así que debo cuidar muy bien de ti.

Dijo Liam mientras la depositaba suavemente sobre la cama, Adara pensó que ese hombre estaba loco si pensaba que ella se casaría con él.

_ Primero te mato antes de casarme contigo, nunca aceptare ser tu esposa, me has oído bien, NUNCA.

Liam le dedicó una sonrisa.

_ Me encanta ese espíritu fuerte y lo salvaje que eres, nunca había conocido a una mujer como tu, y no creo que vuelva a hacerlo, por esa razón no pienso dejarte escapar, serás mi esposa, no descansaré hasta que suceda.

Liam tomó un mechón de pelo de Adara y lo beso.

_ Ya lo he decidido, haré que te enamores de mi.

Adara lo empujo y le dijo.

_ ¡Loco!, ¡Estás completamente loco!