Después de hablar con su padre Sila fue a la habitación de Adara, ella estaba acostada en su cama, al final ella debía haberse quedado dormida, ella acarició su cabello, le colocó un brazalete y entre susurros le dijo.
_ Lo siento hermana, espero que algún día me perdones.
Sila se quedó junto a su hermana hasta que ella despertó, ya era de noche así que le dijo.
_ Ya es hora de cenar, levántate.
_ No tengo hambre, me saltare la cena.
_ No puedes quedarte sin cenar, vamos.
_ Es que no quiero ver a nuestro padre, aun sigo muy molesta con él, jamás perdonaré el que me quiera enviar a nuestros enemigos.
_ Por favor Adara, vamos a cenar, hazlo por mi.
_ Está bien, igual le dejaré en claro a mi padre que no pienso casarme, prefiero la guerra que el matrimonio.
Cuando llegaron al comedor el rey ya estaba en su lugar, al igual que sus hermanas, Marina su tercera hermana, su cuarta hermana Zarina, y las gemelas Laila y Liria, ellas dijeron.
_ Por fin llegaron, estábamos que nos moríamos de hambre, ¿Por que han tardado tanto.
Adara golpeó la mesa con fuerza, asustando a sus hermanas y dijo.
_ Padre, no pienso casarme, prefiero la guerra que el matrimonio.
El rey se mantuvo tranquilo y respondió.
_ Estamos en la mesa Adara, siéntate, es hora de cenar.
Adara tomó su lugar, mientras los sirvientes sirvieron la cena, Adara se quedó mirando fijamente a su padre, preguntándose qué estaba tramando ya que le veía demasiado tranquilo y él no era alguien que se diera por vencido con facilidad. Ella terminó su cena en silencio, cuando estaba apunto de terminar le dijo a su padre.
_ Ya he tomado una decisión, iré al campo de batalla y me enfrentaré al rey de Valer, traeré su cabeza ante ti y acabaré con esta guerra.
_ No harás eso.
Adara se levantó de golpe, golpeó la mesa derramando el agua y dijo.
_ ¡NO ME IMPORTA SI TE PARECE BIEN O NO!, ¡ESA ES MI DECISIÓN!
_ Adara, no digas tonterias, ¿En verdad piensas que dejare que hagas tal locura?
_ No lo entiendes padre, que aceptes o no mi decisión no me importa, solo tengo que tomar tu lugar, tu te has vuelto débil y senil, tu tiempo en el trono se ha acabado.
_ Adara, ¿pero qué tonterías estás diciendo?
Dijo Sila muy asombrada ante las palabras de su hermana, el rey respondió sin alterarse.
_ ¿Piensas revelarte contra mi?
_ Si es necesario lo haré.
El rey se rió y le dijo.
_ Lamento decirte que eso no sucederá, guardias.
Varios guardias aparecieron, Adara le dedicó una sonrisa burlona a su padre y le dijo.
_ ¿En verdad piensas que estos hombres podrán contra mí?
_ Si.
_ Que lo intenten y los cortaré en miles de pedacitos.
_ No lo creo.
Adara comenzó a sentirse mareada, ella se apoyó en su silla.
_ ¿Te encuentras bien Adara?
Preguntaron las gemelas al mismo tiempo.
_ ¿Qué me has hecho?
El rey le hizo señas a los guardias para que agarraran a Adara, él respondió.
_ He hecho lo necesario para salvar nuestro reino y salvarte a ti.
Adara intentó usar su magia contra los guardias que se estaban acercando, pero por más que lo intentaba su magia no estaba, ella miró a su padre y volvió a preguntar.
_ ¿Qué me has hecho padre?
_ He bloqueado tu magia.
_ ¿Que?
_ Es brazalete que llevas suprime tu magia.
Adara no se había dado cuenta de que llevaba un brazalete, ella intentó quitárselo, pero fue inútil.
_ No podras quitartelo Adara, solo te lo puedo quitar yo o el rey de Valer.
Los guardias agarraron a Adara de los brazos, ella apenas podía moverse, su cuerpo parecía estar entumecido.
_ Hoy mismo partirás al reino de Valer.
_ ¿Me envías ante nuestros enemigos desprotegida?
_ El rey cuidara de ti.
_ ¡SON NUESTROS ENEMIGOS PADRE!
_ Ya no lo son Adara, el rey Liam será tu esposo, tu familia.
_ Nunca aceptaré tal cosa.
_ Entonces nunca te quitarán esa pulsera, no tendrás tu magia de regreso hasta que aceptes tu destino.
_ ¡A LA MIERDA CON EL DESTINO!
La vista de Adara se nubló, sus párpados pesaban y apenas y podía mantener los ojos abiertos.
_ Adara, es tu deber proteger el reino y sus habitantes, espero que algún día entiendas que esto no solo se trata de ti.
_ ¡HARÉ QUE TE ARREPIENTAS DE ESTO!, maldito viejo senil.
Esas fueron las últimas palabras de Adara antes de caer inconsciente.
Los guardias se llevaron a Adara, las hijas del rey preguntaron.
_ ¿Qué significa todo esto padre?
_ Vuestra hermana se casara con el rey de Valer.
_ Eso ya lo escuchamos, pero ella no quiere esto, no puedes obligarla a casarse.
_ Ella se casara, es mi decisión.
El rey se puso en pie, antes de irse ellas le dijeron.
_ Adara nunca te perdonará esto padre.
_ Eso ya lo sé.
Después de decir eso se marchó.
Zarina se quedó mirando fijamente a Sila y le preguntó.
_ ¿Ya sabías lo qué padre estaba planeando?
_ Si.
_ ¿Por qué no se lo dijiste a Adara?
Preguntó Marina muy enfadada.
_ Padre puede ser muy permisivo con nosotras, pero eso no significa que podamos ir en contra de su voluntad, si le hubiera advertido a Adara de lo que pensaba hacer nuestro padre, quien sabe que locura hubiera hecho nuestra hermana.
Todas sabían lo impulsiva y loca que podía llegar a hacer Adara cuando estaba enojada, ella era como una olla hirviendo la cual no sabias cuando se derramara, asi que ninguna pudo decir nada en contra de Sila.
_ Pero no me parece justo que Adara vaya completamente desprotegida, papá le quitó su magia y no dejará que lleve ningún arma.
Dijo Liria, muy preocupada por su hermana.
_ Podríamos darle un arma al menos.
Sugirió Laila.
Todas centraron su mirada en Sila, pidiendo su aprobación.
_ Haced lo que queráis, pero no pienso ser partícipe de vuestras locuras.
Dijo Sila y salió a toda prisa del comedor.
Marina, Zarina, Laila y Liria se vieron entre sí.
_ ¿Alguna tiene una idea de cómo podemos entregarle un arma a Adara sin que se enteren?
Pregunto Liria. Zarina dijo.
_ Podemos esconder unas dagas en la falda de Laila y Liria, ellas pueden llevarlas donde están preparando a Adara ya que dudo que la envíen a Valer vistiendo ropas de hombre, si ustedes van a despedirse de Adara, no creo que se los impidan, solo tienen que ser adorables.
_ Pero Adara aun debe estar inconciente como se las damos. Dijo Marina.
_ Hum... Eso será un problema.
_ Podemos esconderlas en su falda.
Sugirió Liria.
_ Pero, ¿cómo lo haríamos?
Dijo Marian.
_ Nosotras crearemos una distracción cuando esten dentro y ustedes aprovecharán para esconder las dagas.
Zarina respondió.
_ Entonces eso haremos, manos a la obra.
Las damas de la corte cambiaron las ropas de Adara por un hermoso vestido blanco y la adornaron con joyas preciosas.
Ellas estaban apunto de llamar a los guardias para que se la llevaran cuando las hijas del rey hicieron tal y como habían planeado. Mientras Marian y Zarina armaban un escándalo en el pasillo, Liria y Laila escondieron las dagas debajo de la falda de Adara, atadas a sus muslos con sus medias.
Una obtuvieron su objetivo ellas se reunieron en la habitación de las gemelas.
_ Sila no irá a delatarnos, ¿Verdad?
Preguntó Liria.
Marina y Zarina se quedaron viendo un momento y respondieron.
_ No lo creo.
_ Espero que todo le vaya bien a Adara, que no haga ninguna locura al despertar.
_ Adara estará furiosa, seguro armara un buen escándalo cuando llegue.
Dijo Zarina.
_ Compadezco al rey de Valer, nuestra hermana no es alguien fácil de tratar.
Dijo Marina mientras peinaba a Laila.
_ Quizás por eso padre envió a Adara a casarse con el rey de Valer, quiere vengarse de él haciendo que soporte a nuestra hermana.
Dijo Zarina mientras se imaginaba cómo sería la relación de Adara con el rey de Valer.
Todas rieron aun tiempo, Adara nunca dejaría tranquilo al rey, sin duda alguna ella haría de su vida un verdadero infierno, los días de paz y tranquilidad del rey de Valer estaban apunto de terminar.