El perro fue el primero en recibirlos, conocía muy bien a Melody que empezó a brincar sobre ella y a dar vueltas de un lado a otro, Melody también jugaba con él y le decía su nombre, Barry llevaba a Zoé en sus brazos que con sus grandes ojos miraba al perro ladrar y moverse de un lado a otro. –Bienvenidos –sonrió Wendy –. A la pequeña Zoé le gusta Sander. –Ten cuidado a veces se emociona demasiado y quiere moverse mucho. –Entiendo –comentó Wendy al tomarla –. La mejor etapa es cuando son bebés, siempre puedes cargarlos y llevarlos a todas partes, luego cuando crecen les da vergüenza que los acompañes. –Por favor mamá –murmuró Leila al escucharla. –Ay ya me pides que te deje una cuadra antes para que tus amigos no me vean. –Será que es porque quieres acompañarme cuando quedo con