Barry podía ser demasiado idiota, cretino, mujeriego, tramposo y hasta pervertido, pero había algo que Barry no era, él no era estúpido, porque no iba a salir de esa casa sin un plan, él podía detectar los problemas en segundos, por eso minutos antes cuando Leila le pidió que Melody que saliera con ella a la sala sospecho que algo estaba pasando. –Las niñas siempre serán niñas –suspiró Wendy. –Sí, es bueno que Melody no pierda a sus amigas de infancia y que siempre le haga recordar quién es. –Eso es lindo Barry. –Gracias –miró hacía el pasillo de nuevo –. ¿Cómo que se están tardando demasiado? –Seguro se pusieron a hablar, a Leila hay que llamarla siempre porque se queda en el teléfono todo el tiempo. –Aún así debería ir a ver –mencionó Barry al levantarse de la mesa –. Les di