Las notas de «Listen to your heart by Roxette» entonadas a piano, por un hombre de edad madura, con un impecable esmoquin, sacaron de aquel trance a Franco, los ojos de Susan se mantenían fijos en él, la expresión de su rostro era de total asombro. —¿Qué ocurre? —indagó él, bebió un sorbo de vino, aunque en ese instante hubiera preferido algo más fuerte. —Parece que hubieras visto un fantasma, se ve que amas mucho a Sarah. —Suspiró con cierta melancolía que estremeció su corazón—, debe ser bonito que alguien te ame de esa forma, pero horrible, que utilicen a otra persona para darle celos Franco sintió un ligero estremecimiento recorrer por sus venas, se quedó turbado ante las palabras de ella, que fueron como si una caricia áspera le recorriera el cuerpo; la miró con el ceño fruncido,