Anabella, siente qué es burla de su marido.

1000 Words
La mañana estaba fría, Anabella apenas despertó pasó su mano por las suaves sábanas de raso, en él lugar qué ocupaba su esposo, no había nadie, Alfonso se había levantado, sale agua del grifo sin sesar. —¿Alguien dejó él grifo del agua, del cuarto de baño abierto? Apareció, Priscila de repente. — Discúlpeme, señora yo no he sido. —Alfonso por favor, cierra la llave del grifo qué dejaste abierta. Anabella le pide ayuda a Priscila. —Querida, ¿Me pasas la ropa qué voy a usar ahora?, quisiera ir a ver, a mi esposo, ¿qué estara haciendo? Anabella se viste muy despacio, con ayuda de Priscila ella sale, afuera. —Señora, ¡Él señor a dejado todo abierto y se a ido! —!Qué barbaridad con Alfonso! Ve y fíjate adónde anda. Priscila, cierra él grifo del agua, luego sale afuera a pedido de Anabella. —Señor Alfonso, qué le a pasado está mañana a dejado todo abierto, hasta la puerta de calle. —!Por favor! Sabe qué soy un hombre de mucho trabajo, y qué también aveces me olvidó las cosas. —Señor aún es muy joven para olvidar las cosas qué son tan comunes, en su lugar buscaría ayuda. Priscila comienza a reír, se da cuenta qué Alfonso no anda nada bien. —¿De qué se ríe?, Debería ocuparse de la señora Anabella, qué bastante ayuda le falta. —Señor, no hable así de ella, debería valorarla más, y no andar dejando fotos en los cajones de los escritorios ¿O quiere qué le cuente a ella? —De eso ninguna palabra a ella, ¡Escuchó! Priscila entró renegando, a casa de Anabella. — Señora, su esposo no anda nada bien. —Lo sé querida, voy a tener qué comenzar a tener más cuidado con esos dos. Al rato entra Charlotte, la puerta se encontraba abierta. —Hola, ¿Puedo pasar? —Adelante Señorita, Anabella se encuentra en su habitación, está cepillando su cabello, Aa tenga más cuidado cuándo deje cosas personales suyas, por ejemplo su foto junto al señor Alfonso. —Eres una metiche, a mi ni me hables, sacaré la foto y me iré, dile a esa qué no la vine a ver a ella, sino Alfonso. —Ahora ya le digo. —Espera no lo hagas lo dije en chiste, antes quiero ver a mi querida amiga. Anabella seguía peinando su cabello. —Amiga, ¿Puedo pasar? Charlotte se acerca a ella, le toca él cabello, " Te queda muy poco tiempo en esta casa".( piensa, Charlotte) —¿Como estás hoy día querida? —Realmente muy bien, anoche estuve cenando con una nueva amiga y su madre. —Hoy comienzo a trabajar en esta casa, con tu marido, ¿Te acuerdas qué te lo dije? Anabella sabía, qué su mejor amiga la había traicionado, en ese momento. —Solo, espero qué todo lo bueno o malo qué des, lo puedas recibir, algún día, te lo digo de buena manera, estoy pasando por unos de los peores momentos de mi vida; ya pasara. —Amiga, me tengo qué ir, comienzo mi primer día de trabajo junto a tu marido. Charlotte, le hablaba a Anabella con palabras bonitas, muy dentro de ella, le deseaba lo peor a Anabella. "Deseo qué te vallas, pronto de esta casa." Priscila se mantenía, siempre al lado de Anabella para poder ayudarla. Charlotte entró a la oficina de Alfonso, él estaba sentado en su escritorio, apenas lo vió lo besó, con mucha pasión, se acercó más a él, le susurró al oído, "Me vuelves loca, cuándo me amas". —Calma mi amor, puede venir Priscila, no quisiera qué nos vea, seguro es una chismosa, no tengas prisa. —Mi amor, quisiera darte muchos hijos, ¡Te Amo! Al rato es Priscila quien golpea la puerta. —Puedo pasar, la señora Anabella lo necesita, dice qué valla. En cuánto Priscila se retira, Alfonso se acerca hacía él lado de Charlotte. —Ya vengo mi amor, deja qué vea qué quiere la estúpida de mi mujer. Alfonso sale de su oficina y se acerca Anabella. —¿Qué quieres querida? Anabella se pone frente a él, le pregunta. —¿Te gusta mi vestido nuevo? — La verdad querida te queda genial, te vez muy bonita. Alfonso vuelve a su oficina, mientras qué a Anabella la rabia y él dolor la dominan, rompe él vestido, y lo tira sobre él piso." Eres un maldito mentiroso, te odio". Anabella comenzó a llorar sin consuelo, se lanzó sobre la cama, lloró mucho, desde afuera Priscila la llamaba preocupada una y otra vez. —Señora, ¿Se encuentra bien?, ¿Puedo pasar? Priscila entró a la habitación. —Señora,¿Qué hace en la cama? Usted tiene qué brillar. —Llévate él vestido, déjalo en la basura, no te das cuenta qué soy burla de aquellos dos. Anabella ya no puede más, ahora su amiga se encuentra al lado de su esposo, y ella sin poder hacer nada. Anabella se levanta decidida ir afrontar a su esposo, es Priscila quien la detiene. —Por favor Anabella no valla, esos dos tarde o temprano lo pagarán. —Está bien no iré, Anabella se calma, le pide a Priscila qué por favor llame a su amigo Alexander. —Listo señora, ahí le marqué, puede hablar con él. —Hola, amigo ¿Cuándo piensas venir a verme? Estoy pasando por los peores momentos de mi vida. —Esta noche iré, eso sí no quisiera llegar a tener problema con tú esposo. —El nunca está, siempre sale según él, por asuntos de negocio, es poco creíble lo qué él dice, es un mentiroso, falsante, lo odio. Anabella comienza a llorar, Alexander trata de calmar su dolor. —Espera hermosa, pronto estaré por allá, te voy a ser muchos mimos amiga de mi alma. Alexander se despidió de ella. —Calma chiquita, te dejó muchos besos, allí estaré ¡Te quiero mucho, mi gran amiga.
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