CAPÍTULO I-2

2057 Words

Por un momento se hizo un profundo silencio y los dos hombres, padre e hijo, miraron con fijeza a Varia. Entonces, de forma casi explosiva, el señor Ian Blakewell dijo: —¡Es imposible, padre! ¡Te digo que es imposible! —Y yo te digo que es lo único que podemos hacer— contestó sir Edward. —No estoy de acuerdo contigo— replicó su hijo—, y, lo que es más, no quiero participar en esto. Sir Edward golpeó la mesa con el puño. —¿Cómo que no vas a participar? ¡Tú harás lo que yo digo! Yo soy el jefe de esta compañía, ¿o no? Estoy pensando en nuestros intereses y también en tu futuro, ¿o crees que voy a dejar arruinar una de las mejores oportunidades que se nos han presentado desde que esta empresa se fundó? Ian Blakewell se encogió de hombros, se dio la vuelta y se dirigió con aire petulant

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