Lila se molestó mucho con lo que dijo su madre mientras estaban desayunando, reunirse para almorzar en la corporación era una buena idea, pero cuando le dijo sobre contarle de su nuevo trabajo fue como si le pegara una bofetada con la mano mojada porque no habría tiempo de una charla madre e hija, no habría tiempo de que Lila le contara sobre los planes que tenía para cuando terminara la carrera ese mismo año ni para contarle sobre su tesis que era un vieja investigación que Olivia dejó a medias cuando comenzó a meterse de lleno en las inteligencias artificiales. Decidió no terminar el desayuno con Olivia porque solo se iba a enojar más con ella y no quería pelear, ni reclamarle nada, por suerte Sophie Martínez, su mejor amiga de infancia, le mandó un mensaje diciéndole que pasaría a recogerla puesto que Lila no tenía auto, le daba mucho terror manejar.
Sophie era una chica encantadora que tenía el permiso de entrar a su casa cuando quisiera, Olivia la adoraba, tenía el cabello rojo cobrizo, lacio y bastante largo con un abundante flequillo que le cubría toda la frente, su iris azules eran muy expresivos, marcados hoyuelos en las mejillas, con un metro sesenta y cinco de estatura tenía una figura esbelta muy atractiva; Sophie y Lila estudiaban la misma carrera, aunque iban en niveles muy diferentes pues Lila estaba a unas semas de presentar su tesis mientras que Sophie la estaría presentando al mismo tiempo que sus demás compañeros que sería al final de año, pero no habían celos ni malas vibras, ambas se adoraban sin importar nada.
— ¿Por qué vas haciendo pucheros? — preguntó Sophie al verla.
— Creo que me he vuelto a pelear con mi madre. — respondió Lila con su cabeza tirada hacia atrás.
— ¿La dejaste sola en algún lugar? — alzó una ceja mientras frenaba ante el semáforo en rojo.
— Si. — bajó la cabeza.
— Entonces si te peleaste con tu madre, tienes una forma muy extraña de pelear, yo usualmente alzó la voz y me pongo colorada, pero tu solo escapas. — volteo a verla.
— No me gusta que me griten y no me gusta gritar, no sé qué parte de mi vida encaja en la vida de mi madre, por suerte ya estoy cerca de terminar mi carrera y pronto buscaré mi lugar. — Lila también volteo a ver a su amiga.
— Tu madre te adora y le vas a romper el corazón cuando le digas que quieres mudarte sola. — Sophie le tomo la mano.
— Apostaría mi vida completa a que ella ni me extrañaría, pasa más tiempo en la corporación que en casa, ha sido así desde que tengo diez años. — movió su cabeza para indicarle que avanzara.
— ¿Cuándo fue la última vez que te sentaste a hablar con ella? — preguntó mientras continuaba con la vista al frente.
— Todos los días me siento con ella, el problema es que nuestras conversaciones solo giran alrededor de NexBio y de los avances que están haciendo para beneficiar al mundo, algo por fuera de ellos no cabe en la conversación, ni siquiera sabe que mi tesis es su investigación terminada. — abrazo su mochila.
— ¡Ay, Lila! — exclamó — Me da mucha tristeza que digas eso porque se lo mucho que tu madre te ama y me duele que se estén alejando de esa manera ¿No has pensado en hacer un último intento? — la vio negar con la cabeza.
— Ya hice muchos intentos, estoy cansada. — alzó la mirada buscando contener las lágrimas.
— Vamos amorcito, un último intento. — estiró el brazo para tocarle la mejilla y provocar que sonriera.
— Quiere que nos reunamos para almorzar hoy al mediodía. — le tomo la mano y entrelazo sus dedos con los de ella.
— Aprovecha para intentar solucionar las cosas, cuéntale sobre tu tesis, aunque sea trabajo, pero busca algo que las conecte nuevamente. — Sophie era muy unida a su madre y quería que Lila tuviera una relación igual de fuerte con la suya.
— Todavía estoy pensando si iré o si pondré alguna excusa. — se quejó pues su amiga le apretó el muslo con mucha fuerza.
— ¡Vas a ir porque te lo ordena tu reina y no quiero excusas! — dijo Sophie con voz firme provocando que su amiga soltará una carcajada.
El camino restante hacia la universidad fue cargado de muchas risas porque Sophie era una inventora, siempre buscaba hacer que las personas que la rodeaban estuvieran riendo porque así era su personalidad. Su grupo de amigos estaba conformado por dos personas más, dos hombres que Lila conoció en tiempos diferentes, Miguel Rodríguez lleva siendo su mejor amigo desde que iban al jardín de niños, la primera interacción fue Lila tirándolo al suelo y arrastrándolo por el suelo después de que el niño travieso se robara el jugo de uva que Sophie se bebería después de su almuerzo, la profesora los metió en una misma camisa para que se hicieran amigos y el método funcionó, por los últimos dieciséis años habían sido amigos e incluso estaban estudiando la misma carrera.
Miguel era muy risueño y celoso con sus amigas, eran sus damas y las protegía de otros hombres patanes que solo buscaban lastimarlas o aprovecharse de ellas, era un dramático a los ojos de Sophie, pero sus presentimientos nunca habían fallado cuando les decía que desconfiaba de alguien; tenía una melena salvaje de color azabache, los ojos marrones, labios grandes y un perfil muy marcado, un bigote con una barba bastante ralos, pero se le veían bien, le daban un toque especial a su lado carismático y extrovertido. El segundo hombre que conformaba su grupo social era Javier Morales, tenía veintidós años y estaba estudiando la carrera de enfermería, se conocieron en la universidad porque compartían algunas clases juntos y fue por Miguel que comenzó a juntarse con ellas; tenía el cabello azabache, lacio y bastante corto, sus iris azules con tintes marrones eran muy profundos e hipnóticos, de piel canela con un metro noventa de altura y los colmillos sobresalían mucho cada vez que se reía, Lila solía decirle que era un hombre lobo, sobre todo porque tenía mucho vello corporal en sus brazos y pecho.
— ¡Lila! — el grito de Miguel la hizo reír porque estaba al otro lado del estacionamiento.
— ¡Hola! — levantó los dos brazos para moverlos con entusiasmo.
— Que oso, todos nos están viendo por el escándalo que están formando... — Sophie observó hacia todos lados — ¡Miguel, años sin verte! — gritó antes de salir corriendo hacia él.
— ¿Como que años sin verme? — preguntó después de cortar el abrazo.
— Lila... — Javier se acercó a ella — Buenos días. — le dio un abrazo y un beso en la mejilla.
— Buenos días ¿Conseguiste terminar la investigación? — preguntó sonriendo.
— Si, muchas gracias por prestarme tus apuntes para poder hacerla. — sacó un cuaderno de su mochila cruzada.
— No hay de qué ¿Volviste a escribir atrás? — Lila lo tomo mientras conservaba la sonrisa.
— Esta vez no... — Javier sonrió con algo de timidez — Esta vez me tome el tiempo de hacer una carta que va escondida en algún lado de las páginas. — susurro cuidando de que no los escucharan.
— La buscare cuando llegue a casa. — se quitó su mochila y guardó el cuaderno.
La relación que había entre Lila y Javier era algo que ninguno de sus dos amigos lograba comprender plenamente, los habían interrogado por separado sobre si alguno tenía sentimientos por el otro y ambos lo negaron rotundamente, los interrogaron estando juntos esperando que la presión los hiciera hablar, pero obtuvieron la misma respuesta, decían que no tenían sentimientos el uno por el otro y que no había más que una amistad de confianza plena, sin embargo, cuando estaban juntos se comportaban como una pareja con un par de años de relación y eso era muy confuso para todos sus amigos, íntimos o lejanos, incluso algunos de sus compañeros de clases estaban firmemente convencidos de que ellos eran una pareja formal y oficial, Olivia creía lo mismo y guardaba un poco de recelo pues pensaba que Lila no le tenía la confianza suficiente para confesarle que tenía su primer novio.
— Entonces tortolitos... — Sophie los abrazo — ¿Vamos a la biblioteca a estudiar? — preguntó con una sonrisa burlona.
— Yo tengo clases dentro de veinte minutos. — dijo Javier viendo su reloj de muñeca.
— Es una pena que estés estudiando enfermería, si estudiaras laboratorio podrías estar descansando con nosotros en la biblioteca. — Miguel pasó su brazo por los hombros de su amigo.
— Se supone que íbamos a estudiar, no a descansar. — Lila sabía que su amigo era bastante flojo.
— Si, si... — Miguel asintió haciendo un puchero — Claro que vamos a estudiar muy seriamente. — se hizo el formal de forma fingida.
— Quien te cree. — Sophie rodó los ojos ante su burla.
"— A todos los estudiantes del campus médico se les comunica que deben presentarse a la sala de conferencia de su respectivo campus, las clases se suspenden por las siguientes dos horas, será tomada en cuenta la asistencia a esta reunión. —"
La voz en los parlantes hizo que varios estudiantes que iban caminando se detuvieran pues muy rara vez daban ese tipo de anuncios, usualmente eran de forma individuales dentro de las salas de clases; los cuatro se vieron entre sí un poco desanimados pues tenían planes para esa mañana y no era ir a la sala de conferencias a escuchar algún discurso del director o alguna propuesta de trabajo por las corporaciones vecinas, pero la verdad es que todos los recién graduados deseaban con muchas ansias trabajar con una sola corporación, NexBio, incluso se llegaban a pelear por los pocos puestos que la corporación liberaba cada mes y es que esa corporación era una verdadera eminencia con las mejores prestaciones, salarios jugosos y un seguro médico envidiable, ellos eran quienes manejaban el sistema de salud de casi toda la ciudad, pero como eran los mejores, exigían que sus empleados dieran lo mejor de sí para continuar manteniendo aquel nivel de excelencia.
El campus universitario tenía varios edificios de diferentes tamaños y estilos arquitectónicos, algunos eran modernos construidos un tiempo después de que el padre de Lila falleciera e incluso uno de ellos llevaba su nombre, Mathew Stirling, con líneas limpias y grandes ventanales, mientras que otros edificios tienen un aspecto más clásico con columnas y detalles ornamentales; los espacios verdes rodean los edificios, con césped bien cuidado, árboles y arbustos frondosos, los estudiantes pueden relajarse, estudiar o incluso jugar al aire libre en estos jardines pues los altos directores de la universidad se preocupaban por el estado mental de sus alumnos y esos espacios al aire libre beneficiaban a todos.
En un extremo del campus, hay un área de estacionamiento con muchos espacios para alumnos y decanos, en el centro del campus se encuentra la biblioteca grande y moderna con la mayor cantidad de libros a nivel mundial, todos ellos fueron donados por la corporación NexBio. La biblioteca tiene grandes ventanales y una entrada imponente que puede observarse desde varios kilómetros antes de llegar, los estudiantes podían acceder a una amplia variedad de recursos académicos y tecnológicos, justo frente a la biblioteca había una fuente circular con agua que fluye de forma constante, era un punto focal y un lugar agradable para sentarse y relajarse previo a entrar a clases.
Apuraron el paso para llegar temprano a la sala de conferencia porque querían conseguir asientos en la misma fila porque les gustaba permanecer juntos, pero no pudieron esta vez pues se les habían adelantado, lo único bueno de aquel lugar era el clima fresco que tenía, Lila fijo su vista en el enorme ventanal del lado lateral y es que se podían ver los jardines del campus, le había tocado la orilla muy cerca de aquel ventanal y mientras esperaban a que todos los alumnos llegaran no pudo evitar pensar en lo que ocurrió esa mañana, en la pelea silenciosa con Olivia y lo que dijo Sophie sobre dar una nueva oportunidad a la reconciliación.
— Lila ¿En qué piensas? — preguntó Javier sentado a su lado.
— En nada serio. — negó con la cabeza dedicándole una sonrisa.
— Has venido muy apagada, te ves triste incluso. — le tomó la mano con suavidad.
— Problemas con mamá y su trabajo en la corporación, los últimos años ha estado tan metida en su trabajo que no tiene idea de que su hija está a punto de mudarse de casa. — Lila bajo la mirada a su mano.
— ¿Todavía no le has contado? — Javier sabia algunas cosas que Sophie no por el tiempo que pasaban juntos.
— He intentado hablar con ella por el último mes, pero apenas la he visto en casa y cuando esta se la pasa encerrada en su oficina trabajando en su proyecto secreto. — dejó escapar un suspiro pesado.
— ¿Ya tienes el lugar al piensas mudarte? — pregunto mientras veía al director entrar junto a todo el equipo de administración y algunos científicos.
— Si, he estado viendo algunos lugares y me gustan un par, pero aún no me decido... — Lila junto sus cejas, algo extrañada — Yo conozco a ese hombre, trabaja en el mismo edificio que mi madre y está dedicado a la investigación de los chips cerebrales. — lo señaló discretamente.
— Entonces eso significa que hoy tendremos una charla motivacional de NexBio y muchas buenas ofertas de trabajo. — Javier se rio, él y Sophie estaban en las butacas de abajo.
— Eso o vienen a darnos una charla de algún medicamento nuevo que vayan a sacar al mercado, estudiamos en una rama de la medicina de todos modos. — Sophie se puso las manos en la cabeza esperando aburrida.
— Sería bueno que encontrarán las curas para todos los tipos de cáncer que hay en el mundo, hasta el momento solo hay cura para cuatro sin tener necesidad de pasar por quimioterapia. — Miguel imitó la postura de Sophie.
— Lo que sería bueno también es que se agilizaran métodos de investigación de patógenos, algunos de los métodos son muy tardados y cuesta encontrar una cura para las superbacterias. — Lila estaba más interesada en la investigación científica de microorganismos que en la investigación del mundo digital.
— Lila Rose Stirling... — su nombre resonó en los altavoces de la sala de conferencia — Baje al podio por favor. — era el director quien la estaba llamando.
— Siento que me acabo de meter en problemas. — tomo su mochila y bajó por ese lado de las gradas más cercanas.
Lila no disfrutaba de las miradas como lo hacía su madre, ella era de las que prefería quedarse tras bambalinas, pero su paso fue firme mientras se dirigía hacia el escenario central donde estaban todas las figuras importantes, ni siquiera sabía que el colega de su madre la conocía y por eso se extrañó mucho cuando el hombre sonrió al tenerla más cerca.
— Un gusto conocerte oficialmente Lila. — dijo el hombre saludándola con un apretón de mano tosco.
— El gusto es mío doctor Galeas... — aquel apretón tan firme le sacudió el brazo bastante fuerte — Te presento, ella es mi asistente Sarah Davis... — señaló a la mujer — El doctor Benjamín Parker, experto en bioanálisis de marcadores tumorales. — presentó al otro hombre.
— Gusto en conocerlos. — dijo Lila después de haber saludado a los otros dos.
— El gusto es mío, he escuchado hablar mucho de ti y la tesis que has estado realizando sobre las medidas de bioseguridad, riesgos y procedimientos en laboratorios de bioanálisis... — el doctor Parker parecía que sí lo había leído, por lo menos el título — Debo decirle que ha hecho una excelente investigación sobre todo con los temas de marcadores tumorales y las propuestas que ha puesto para agilizar los procesos son extremadamente interesantes. — aquellas palabras le reafirmaron que si había leído su tesis.
— Me alegra que haya leído mi tesis, aunque no sé cómo es que llegó a sus manos. — de inmediato pensó que había sido Olivia.
— Yo sé la mande, a él y al presidente de NexBio porque la tesis es excelente, aun te falta mucha investigación y que la sepas defender cuando el momento llegue, pero te estoy buscando una oportunidad excepcional para que el doctor Parker sea tu padrino en la corporación. — dijo el decano Walter Adams, era el encargado de analizar las tesis, aprobarlas y escuchar sus defensas con diversos expertos en materia, la universidad era muy exigente con los alumnos que poseían becas.
— Gracias por eso, creo... — Lila se sintió incómoda — Hubiese sido un buen gesto que me avisara previamente, me ha tomado por sorpresa. — no tuvo filtro para expresar lo que le molesto.
— Si, bueno... — el decano se encogió de hombros — Hay que ver el futuro de los alumnos inteligentes aun cuando a ellos parece no importarles. — era un hombre duro al hablar y al mismo tiempo no le importaban mucho las opiniones de los alumnos.
— Mi tesis se ha basado en una investigación inconclusa de mi madre, yo la he retomado y he tratado de terminarla para poder presentarla para poder conseguir mi título. — Lila pensó que sería prudente explicar de dónde salió su trabajo.
— Eso le comentaba a Giovani, tu madre estuvo colaborando con nosotros antes de meterse de lleno a su nuevo proyecto y tenía una visión bastante buena, saber que su hija retomó ese trabajo fue una luz de esperanza para ver esa investigación terminada y pedí hablar contigo para ofrecerte un sistema de apoyo externo de mi oficina para ayudarte a terminarla. — el doctor Parker sonrió al ver la sorpresa en el rostro de Lila.
— Muchas gracias por el ofrecimiento, pero ya tengo la última parte de mi tesis y solo me falta la aprobación para poder unir todo el trabajo. — Lila hizo una ardua investigación e incluso uso el laboratorio que su madre tenía para comprobar algunos experimentos, tenía una extensa documentación pues las mejores tesis recibían premios.
— ¡Eso es fabuloso! — Parker la tomó de los brazos — ¡Cuando tengas la aprobación y el trabajo completo armado, me gustaría que me mandaras una copia a las oficinas! — la sacudió ligeramente.
— Te imaginas trabajando con la joven Stirling en nuestras filas, estoy seguro de que llegaría a ser tan impresionante como su madre. — Galeas puso su pesada mano en el hombro de Lila, ambos hombres eran toscos al tratarla.
— Muchas gracias, me alaga mucho recibir esas palabras de científicos de su calibre. — no supo qué más decir a aquellas palabras.
— ¿Te tendremos entregando tu hoja de vida en la corporación? — preguntó Sarah sacando su agenda.
— Todavía no lo sé. — Lila se había concentrado solo en buscar apartamentos y en buscar irse de casa, tenía ahorros y una herencia paterna que su madre no la dejó tocar porque quería que terminara primero la universidad.
— Ella va a mandarles su hoja de vida y de eso voy a encargarme yo. — Walter se metió en la conversación.
— Este es el primer llamado a todos los asistentes a tomar asiento. — dijo la secretaria del director.
— Permiso, volveré a mi puesto. — Lila se forzó a darles una sonrisa a pesar de que estaba el doble de incomoda.
— Está bien, quizás podamos hablar a solas antes de que nos retiremos del campus. — Galeas sonrió de forma amistosa.
— Claro. — Lila se dio la vuelta y se retiró.
Sabía que el decano Walter solo estaba buscando tener un logro más a su larga lista de trabajadores que ha logrado introducir a la corporación más grande de la ciudad, recibía reconocimiento y muchas entrevistas cada vez que alguno de sus recomendados conseguía un logro significativo, se jactaba de ser él una inspiración para aquellos alumnos a los que había presionado tanto para ejercer el trabajo que les decía, Lila se sintió terriblemente mal al haber caído en la mira de ese hombre pues sabía que no iba a dejar de molestarla hasta que aceptara ser su títere y no dejaría de molestar hasta que mandara su hoja de vida a NexBio, cosa que Lila no quería, si necesitara una palanca para entrar usaría las influencias de su madre y no a un hombre hambriento por minutos de fama a costillas de los estudiantes.