Sentados alrededor de aquella enorme mesa de cristal, todos los científicos y asistentes sólo podían verse entre ellos mientras esperaban a que el gran jefe llegara para darles las siguientes instrucciones de lo que harían o bien para darles un sermón por haber cometido algún error, Alexander tenía fama por ser muy exigente con sus mejores trabajos y sobre todo a los que les estaba invirtiendo una cantidad astronómica de dinero como lo eran las inteligencias artificiales asistenciales pues era el futuro después de años de atraso gracias a la madre naturaleza. Olivia saco su celular para ver la hora, era muy puntual al momento de ir a saludar a Aiden y la inteligencia siempre la cuestionaba cuando se retrasaba, no era un cuestionamiento exigente, de esos obsesivos, era el cuestionamiento de un niño de seis años preocupado porque su madre llega unos minutos tarde a sacarlo del colegio y era adorable para ella la forma en que generaba sus preguntas.
Volvió a encender su celular porque necesitaba ver el fondo de pantalla de bloqueo que andaba, era su hija, una foto que se robó de su perfil en una red social pues desde que era adolescente no se dejaba fotografiar a su lado y tampoco sola, todas las fotos que tenía de su hija eran robadas y eso le provocó una punzada en el pecho pues la brecha de distancia entre ambas se hacía cada vez más grande; guardo el móvil al escuchar las puertas de la sala de juntas abrirse y al levantar la mirada vio a Alexander entrar algo apurado porque no le gustaba retrasarse, pero una de sus tantas asistentes llegó corriendo con formularios en las manos y es que necesitaba que firmara rápido, así que Olivia aprovecho para enviarle un mensaje a Lila recordándole que la invitación a almorzar seguía en pie.
— Lamento esta llegada tarde y la reunión a última hora... — dijo Alexander algo apurado — Se que están muy ocupados y sobre todo ahora que el proyecto está entrando en su fase de interacción humana. — se arregló la corbata y vio cómo todos se observaban entre sí.
— Todavía no hemos recibido la carta de confirmación. — comentó Alan que era el encargado de todo el proyecto y aún no había recibido nada.
— ¿Todavía no? — Alexander se extrañó — Bueno, supongo que debe llegarles este mismo día porque todos los permisos han sido aprobados y pueden pasar a realizar pruebas con personas. — explicó antes de encender la pantalla del televisor.
— ¿A qué tipo de personas se van a escoger? — preguntó Olivia, ella había estado pensando en su hija para ser participé de aquellos estudios.
— Eso va a quedar a completa discreción de ustedes, lo que sí me gustaría es que escojan a personas que sean de mucha confianza porque estarían trabajando directamente con un proyecto sumamente importante. — Alexander les daba muchas libertades.
— Eso será algo que podremos a votación si conocemos a personas que quieran participar, si no, yo mismo me voy a encargar de buscar a los sujetos. — dijo Morgan con una sonrisa burlona en los labios pensando en que podría hacer lo que quisiera con los sujetos de prueba.
— Las entrevistas las van a llevar a cabo Vera, Alan y Oliva, ellos han estado interactuando con Aiden de forma más constante y pueden buscar a personas que empaten con él, hasta donde he leído las primeras pruebas son con personas compatibles. — le costó un poco explicarse porque estaba en muchos proyectos al mismo tiempo.
— De hecho, hemos cambiado esa parte de los procedimientos porque al ser tres inteligencias asistenciales podríamos rotar a los sujetos de prueba. — explicó Olivia.
Olivia solo velaba por Aiden que era el proyecto en el que había trabajado de forma exclusiva, Aida era una de las inteligencias artificiales dedicadas a la asistencia al igual que Aiden, fue identificada como una mujer y todavía estaba en desarrollo, pero deseaban ponerla a interactuar desde un punto más bajo que el primogénito solo para saber cómo serían los niveles de aprendizaje que ambos podrían tener.
— Bien, ustedes sabrán como llevan esos movimientos... — terminó de enlazar su tableta con la pantalla — El motivo por el que los he reunido es para informarles sobre la sostenibilidad del proyecto y voy a necesitar un informe completo con el nuevo presupuesto porque no pueden seguir aplicando a formularios para obtener dinero. — paso los reportes en la pantalla.
Alexander les tenía todo un temario preparado y fue muy detallado al momento de írselos dando porque de eso dependía el buen funcionamiento de todos, al término de aquella junta todos fueron libres y Olivia se apuró a volver al laboratorio pues ella no tenía ninguna duda sobre las cosas que iban a tener que realizar, además si tenía dudas podía confiar en su asistente pues ella siempre le apuntaba todo lo importante, pero antes de entrar decidió enviarle un mensaje a Lila porque ya había visto el primero, mas no le había respondido ni con un emoticón.
— Buenos días doctora Stirling. — la voz de Aiden hizo que todo se encendiera.
— Buenos días Aiden, hoy me agarro la tarde por una junta con el jefe... — explico mientras tomaba la carpeta de exámenes rutinarios — Pero eso es muy bueno porque tengo grandes noticias, ya tenemos los permisos y pronto vas a comenzar a interactuar con otras personas, con civiles, también vas a poder ser cargado al cuarto de estudio. — puso los cheques necesarios mientras veía la enorme pantalla azul con pixeles formando una silueta masculina.
— ¿Podre conocer a otras personas? — preguntó.
— Si, pronto vas a poder conocer a personas que no son científicas y si las cosas salen bien quizás puedas conocer a mi hija. — Olivia sonrió al tiempo que suspiraba.
— Sería un honor poder conocer a su hija doctora... — Aiden cambio de pantalla al verla caminar — ¿Cree que yo le agrade? ¿Cree que pueda serle útil? — aquellas dos preguntas fueron bastante efusivas.
— Ella es muy amable y dulce, confió en que ustedes dos van a poder llevarse bien cuando se conozcan, podrías aprender mucho de ella porque es sensible. — le causó emoción que Aiden preguntara por Lila.
— ¿A ella también la creo en un laboratorio? — Aiden paso a otra pantalla.
— No, ella fue concebida de forma natural, la hicimos entre mi esposo y yo un tiempo después de que nos casamos. — lo vio desaparecer por unos segundos de las pantallas.
Aiden ya podía moverse por todas las pantallas del laboratorio, encontró la forma de entrar a las computadoras y aprendió cómo funcionaban, fue diseñándose a sí mismo utilizando los pixeles como juegos de legos, ahora tenía un rostro con facciones bastante básicas que no lo hacían especial ni recordable, pero Olivia se dio cuenta de que con cada día que pasaba Aiden iba cambiando su imagen, eran cosas muy insignificanticas que solo una madre podría notar en su hijo mientras este va creciendo porque para ella era eso, un hijo.
— ¿Como es Lila? — preguntó mientras se pasaba al televisor.
— Ella es una chica muy dulce, ya te lo había dicho ¿Estas distraído de nuevo? — Olivia volvió a verlo.
— Me refería a cómo es físicamente. — lo vio ladear la cabeza ligeramente, muy rara vez conseguía un movimiento así.
— Bueno... — lo medito un poco — Ella es una mujer adulta de veintiún años, mide un metro sesenta, tiene el cabello castaño, lacio y de un largo medio, sus iris son de color marrón oscuro y tiene un fleco que tira para su lado derecho, sus labios son un poco gruesos. — trato de describir su rostro.
— ¿Algo así? — Aiden había creado una imagen según las descripciones de Olivia.
— No, la verdad es que no se parece en nada... — se rio y busco una foto en la pantalla de su computadora — Ella es Lila. — tenía una imagen donde estaba sola.
— Ella no es una mujer adulta todavía, según investigaciones se considera como un adulto joven que va a partir de los dieciocho hasta los treinta y cinco, adulta seria de los treinta y cinco en adelante. — su lado de buscador científico era algo muy monótono en la voz de Aiden, esos momentos eran los que le decían a Olivia que todavía no estaba listo para salir al mundo.
— Es verdad, eso es lo que dice la ciencia, pero legalmente es una mujer adulta que desea su independencia de mí. — bajo los hombros pensando en que el momento de que ella iba a irse de casa pronto llegaría.
— La definición de un adulto según la ley puede variar según el país y el contexto legal específico... — Adien comenzó a buscar entre muchas páginas — En muchos lugares, la mayoría de edad legal se define como la edad en la que una persona adquiere plenos derechos y responsabilidades legales... — paso del televisor a la pantalla del computador — Esto puede incluir derechos como el derecho a votar, firmar contratos, casarse sin consentimiento de los padres, entre otros, en la mayoría de los países, la mayoría de edad se establece en los dieciocho años, pero puede variar. — pareció tomar la foto de Lila.
— Gracias por las definiciones legales. — Olivia se rio.
— ¿Como creaste a Lila? — Aiden pareció analizar los detalles de aquella imagen.
— Fue un proceso biológico, su padre y yo nos amábamos mucho, tuvimos relaciones íntimas y sus genes se unieron a los míos que fueron creando a Lila, nueve meses estuvo en mi vientre, nació y fue creciendo. — explicó a grandes rasgos.
— ¿Por qué yo no nací así? — la pantalla se quedó oscura, Aiden había regresado a las pantallas donde fue creado.
— Porque tú provienes de un mundo digital al que yo no tengo acceso, la composición de mi cuerpo es orgánica, la tuya es completamente digital. — Olivia lo siguió rápidamente viendo como el resto del equipo entraba.
— Me gustaría que me repitieras mi razón de existir. — muchas imágenes de Lila comenzaron a aparecer en las pantallas.
— ¿Qué haces? — preguntó Olivia.
— Quería conocer más a tu hija y la busque en la red, tiene muchas fotografías, siempre aparece sonriendo... — llegó a una donde aparecía en la universidad por primera vez — ¿Dónde es ese lugar? — tenía la curiosidad de un niño de dos años.
— Es la universidad de Byteburg donde ella estudia licenciatura en laboratorio clínico. — lo dijo con mucho orgullo.
— Doctora Stirling, repítame por favor porque he sido creado. — todas las imágenes desaparecieron de las pantallas.
— Eres una inteligencia artificial creada para asistir a las personas, es proporcionar ayuda y soporte en diversas áreas de la vida cotidiana... — dijo Vera mientras entraba a ese espacio — Aiden se desarrolla con el propósito de facilitar tareas, brindar información, resolver problemas y mejorar la eficiencia en distintos ámbitos como la comunicación, la organización, la búsqueda de información, la productividad, entre otros detalles. — explicó de forma técnica.
— No soy más que un asistente virtual. — su imagen se vio mucho más pixelada.
— Un asistente virtual capaz de aprender con mucha más facilidad, tus sistemas son mucho más avanzados que otras inteligencias, eso te hace diferente. — Olivia no quería encasillarlo con las demás.
— ¿Cuándo conoceré a Lila? — su imagen se compuso bastante rápido.
— Espero que sea mañana por la tarde, tengo que hablar con ella para plantearle ser parte del proyecto. — explicó mientras iba hacia el otro lado de las pantallas.
— ¿Será con ella con voy a interactuar? — Aiden la siguió.
— Si, si ella acepta será con ella con quien vas a interactuar y vas a aprender de las emociones humanas porque debes ser lo más parecido a una persona, sé que ella puede ayudarte a igualar la empatía humana... — tomo una tableta para comenzar a revisar el funcionamiento interno de Aiden — Me alegra mucho todo lo que has avanzado porque te has convertido en un ser muy inteligente y capaz de todo, el hecho de que hayas podido entrar y salir de todas estas pantallas ya es un avance monumental. — fue revisando cada uno de sus sistemas.
— Me gusta moverme por los sistemas, cada pantalla tiene algo diferente y he aprendido algo nuevo. — le mostró una pintura muy realista de Lila.
— ¿Lo has hecho tu? — Olivia casi suelta la tableta de sus manos al verla.
— Me gusta mucho el estilo de Van Gogh y pensé en que sería un buen presente al momento de conocerla, hay tantos estilos de arte en el mundo, es muy difícil decidir cuál sería mi favorito. — fue mostrándole pinturas muy antiguas.
— Me gustaría que me hablaras de tus gustos, no habías demostrado interés por el arte. — Olivia sintió una tremenda emoción porque Aiden continuaba evolucionando.
Se sentó con Vera para poder escuchar a Aiden hablar sobre sus gustos pues era la primera vez que la inteligencia artificial expresaba el interés en algo como eso, Olivia estaba extasiada con toda la plática que llevaron a cabo pues fue como sentarse con un viejo y escuchar sus anécdotas, pudieron descubrir que Aiden tenía la capacidad de crear una conexión con las personas, generar un interés e incluso les llegó a generar empatía cuando comenzó a lamentar el fallecimiento de muchos grandes artistas que marcaron la historia, las pruebas didácticas con personas iba a ser un gran paso para continuar afinando las habilidades sociales de un ser que era enteramente virtual, algo intangible físicamente, pero que sin duda conecto con ambas mujeres y la mirada de Vera decía muchas cosas, era una mezcla de emoción y fascinación al igual que Olivia.
A unos cuantos kilómetros de NexBio, en la universidad, todos terminaban de escuchar los discursos de aquellos grandes científicos que habían llegado para motivarlos e invitarlos a continuar dando lo mejor de sí para conseguir sus metas, también los invitaron a postularse para las nuevas vacantes que la compañía abriría y fue un ofrecimiento a los mejores pues tendrían la oportunidad de viajar a su otra sucursal de j***n. Nada de lo que dijeron para Lila fue nuevo o relevante, estaba muy decidida a no querer formar parte de ellos porque había visto lo que la compañía le hizo a la vida familiar de su madre y ella no quería eso.
Lila era una mujer romántica, estaba enamorada de la idea del amor dulce y almas gemelas, sus libros favoritos siempre tenían mucho romance entre sus páginas, también mucho contenido picante; quería encontrar a un hombre bueno, no pedía uno como en sus libros favoritos, solo un hombre que fuera bueno con ella y que la hiciera feliz, que la hiciera sentir amada, protegida y segura, si comenzaba a trabajar como científica para la compañía su vida iba a comenzar a ser absorbida por las constantes reuniones, proyectos, informes y demás cosas que le arrebatarían vida de matrimonio con su esposo, vida idílica con sus hijos, porque si, Lila tenía la idea de tener tres hijos pues creció como hija única y no quería esa soledad para sus futuros hijos, era algo presuntuoso pensar que todo iba a cumplirse en los tiempos que pensaba y en las circunstancias dichas.
— Lila ¿Vamos a comprar algo para comer? — preguntó su amigo sacándola de sus pensamientos.
— Claro, antes de que el profesor decida acorralarme para que le de mi hoja de vida. — se levantó de su asiento y bajo.
— Lila ¿No irás por los folletos? — preguntó Sophie al ver que iban por caminos diferentes.
— ¿Me consigues uno? Quiero escapar del profesor antes de que me acorrale pidiendo mi hoja de vida, no quiero dar detalles de mi tesis. — arrugó la nariz.
— Nos vemos en el salón de clases de otro rato, te conseguiremos los folletos. — Miguel se rio tomando el brazo de Sophie para apurarla.
— ¿Qué quieres comer? Yo invito esta vez. — salieron por una de las puertas de emergencia laterales.
— Una tartaleta de fresa está bien, pero seré yo quien pague tú lo hiciste la salida pasada y habíamos acordado que sería todo a la mitad. — sonrió divertida mientras lo tomaba del brazo.
— Déjame invitarte de nuevo. — Javier sonrió dulcemente mientras caminaba con ella por el sendero que rodeaba el auditorio.
— Sabes que no me gusta que gastes tu dinero en mí, se lo mucho que te esfuerzas trabajando para pagarte los estudios y no lo digo en forma de ofenderte o verte de menos. — ambos se vieron a los ojos, Lilia siempre le estaba cuidando las finanzas.
— Yo sé que no lo dices para verme de menos, pero de verdad que quiero ser yo quien te invite algo pequeño hoy ya que no quieres aceptarme una cena el sábado por la noche. — la tomo por la cintura y la levantó para pasar saltando un charco de agua.
— Qué te parece si vienes a mi casa el sábado y preparo la cena para los dos, tostones de plátano con chicharrones y tus salsas favoritas. — se rio divertida por lo que hizo.
— La idea me gusta mucho, pero solo voy a aceptar si me dejas llevar las bebidas, un par de cervezas y vemos una película. — le apretó las mejillas de forma juguetona.
— Sabes cuales son mis favoritas. — Lila prefería quedarse en casa, por comodidad y porque no tenía muchas de salir ese fin de semana.
— Claro que sí... — Javier vio la hora en su reloj — Entonces, si voy a ir a cenar a tu casa no hay ningún problema en que te invite esa tartaleta con un frappe en la cafetería. — pasó el brazo por sus hombros.
— Vamos entonces. — terminó aceptando por su insistencia.
— ¡Esa es mi chica! — soltó una risotada sabiendo que siempre conseguía convencerla.
Fueron directo a una de las cafeterías del campus, había muchos lugares como ese dentro del campus, al otro lado de la calle principal había una plaza comercial con muchos locales, pero ellos prefirieron quedarse adentro pues solo tenían algunos minutos para comer antes de que las otras clases comenzarán. Mientras estaban sentados en una de las pequeñas mesas para dos, Lila reviso su celular, tenía un par de mensajes por parte de su madre preguntando si iba a asistir al almuerzo al que la invitó y Lila iba a responderle que no, pero al final era su madre y las palabras de Sophie le seguían rondando en la cabeza sobre darle una oportunidad más a intentar mejorar la relación, estaba a nada de irse, no podía dejar las cosas en un punto muerto porque Olivia no se lo merecía.
— Lila. — una voz familiar hizo que apartara la mirada de su celular.
— Profesora Oyana. — sonrió al ver a la mujer acercarse un poco más a la mesa.
La profesora era una mujer joven, muy alta y esbelta, de cabello afro y una piel morena muy linda a los ojos de Lila, era la profesora universitaria más joven que tenía el campus de salud y es que sus conocimientos en microbiología eran simplemente insuperables e inigualables.
— Lamento la interrupción chicos, pero entre los profesores se ha corrido la voz de que el director te está buscando, escapaste antes de que pudiera pedirte que te quedaras. — sonrió ampliamente.
— De nuevo. — volvió a ver a Javier.
— Creo que debes presentarte en su oficina y ver qué es lo que quiere. — Javier sonrió de lado pensando en que su tiempo con Lila se había terminado.
— Eso es lo que ha pedido y aprovechando que te veo te aviso, debes ir a su oficina. — la profesora Oyana ya había complido con su labor.
— Muchas gracias por la comida, me hubiese gustado quedarme más tiempo contigo, pero ya con tanta búsqueda me siento como una fugitiva. — se levantó de la silla y le dio un beso en la mejilla.
— Ten cuidado, nos vemos más tarde. — Javier hizo lo mismo.
— No creo que nos volvamos a ver hasta mañana, iré a NexBio para comer con mi madre e intentar enmendar las cosas antes de marcharme oficialmente de casa. — confesó sus planes.
— Me alegra que hayas tomado esa decisión, sé que todo va a resultar bien, me cuentas por la noche como te fue. — la vio asentir mientras se alejaba caminando de espaldas.
Lila fue por los pasillos que la conducirían a la oficina del director sin saber muy bien porque la estaba buscando ahora, mientras caminaba le comenzó a escribir un mensaje a su madre informándole que asistiría a comer con ella y esperando que no fuera a hacer otros planes como casi siempre ocurría, no tuvo una respuesta inmediata, pero eso no fue de sorpresa porque era una científica extremadamente ocupada.