Capitulo 2

1270 Words
Llevamos saliendo un mes y es de lo más secreto somos muy precavidos y al parecer lo hacemos bien nadie se ha enterado ni mis amigos, nada cambia todo sigue igual en el instituto —A él las chicas le llueven y a mí los problemas me siguen dondequiera que vaya. Lo único bueno que me pasa en el día es a la salida, en ese momento mi mala suerte se detenía, él me esperaba obviamente no en las puertas del instituto lo hacía casi seis cuadras adelante yo olvidaba todo mi día lleno de agravios. Cuando él me tomaba la mano y me llevaba a pasear —pedía disculpas por todo lo que pasaba en el día (Las estúpidas que le robaban besos y se le declaraban).A mí no me importaba sentía que estaba en un cuento de hadas. Eso no me hacía olvidar que tenía que tener mis pies sobre la tierra en algún momento se acabara todo o será lo mismo cuando se gradúe y se vaya al extranjero a estudiar de cualquier forma en nunca será para mí. Solo estoy robando tiempo al tiempo, aprovecho al máximo todo lo que pasa con él talvez se aburra y me deje a un lado como todos, pero tendré el consuelo de recordar cada bello instante con él. —Jefa andas en las nubes últimamente ¿Qué está pasando contigo? Nada Tobías solo estoy en mi mejor momento, estoy en la cúspide, y trato de ser feliz, ya que este tren no pasa dos veces en la vida solo trato de aferrarme a esto hasta que mi burbuja se rompa. —¡Ahora te entiendo menos jefa! Cecilia, Tobías y yo tenemos la vaga sensación de saber que es lo que te tiene así y el porqué no debiste confiar en ese niño bonito sabes muy bien que todos ellos son de la misma calaña. ¿De qué hablas? —Estás así por el cari bonito de Axel Thompson no lo niegues más. Te hemos visto con él y sabemos lo que tienen y si él te pidió que no dijeras nada de su relación en el instituto es porque se avergüenza de ti. —No sé por qué dejas que haga tal cosa contigo, es demasiado doloroso y humillante ¡jefa reacciona! Solo te está utilizando y no queremos verte sufrir más por nadie, creo que tienes suficiente con tu familia. ¡Ya lo sabían chicos! ¿Por qué no preguntaron antes? No te preocupes Cecilia y tu tampoco Tobías esto no me puede dañar más de lo que ya estoy. —Hicimos una encuesta entre nosotros y decidimos seguirte, así nos dimos cuenta de tu hermosa historia de “amor” falsa, porque se nota que ese playboy está jugando contigo jefa. —Si no abres bien los ojos él va a terminar de romper lo poco que queda de tu corazón y quien va a consolarte ¡nosotros! Estaremos contigo siempre que nos necesites, pero seamos realistas no es lo que vas a necesitar en esos momentos. No se preocupen chicos estoy preparada para cualquier eventualidad, solo quiero esta felicidad momentánea, solo trato de vivir mi primer amor y que sea como en los cuentos de hada. ¡No soy tan ilusa saben! Tengo los pies bien puestos sobre la tierra y es mejor así que nadie lo sepa cuando ya no quede nada, nadie podrá lastimarme con sus comentarios hirientes. —Si tú lo dices jefa no tenemos objeción, hay cosas de ese riquillo que no me cuadran y más cuando viene el hermano mayor a recogerlo se hace más arrogante y presumido y parece que camina sobre cáscaras de huevo. No tiene amigos en ese momento, esa es mi mala espina es tan hipócrita y los lelos siguen tras él no importa como los trate, sé que algo se trae entre manos, pero no puedo averiguar que es. Chicos, chicos saben que puedo soportarlo todo Christopher ¡no soy tan débil! Soportaría todo a menos que sea con esa gente, hasta verlo con otra en mis narices seria como dar la vuelta y reír —lo que no soportaría es que salga con la idiotez de que los conoce y tiene trato con ellos eso no se lo perdonaría jamás. Ese también es mi miedo recuerden que ellos se mueven en la misma sociedad. —Tranquilos todos, no bajemos la guardia para nada y averigüemos que se trae el riquillo, esta mala espina la tengo atravesada entre pecho y espalda y hasta que no sepa el porqué me va a seguir jodiendo la existencia. Después de esa acalorada discusión pasaron tres meses y seguíamos bien, no bajamos la guardia siempre en alto y con mi perspectiva en las mismas ¡sé que estoy viviendo un fugaz sueño! En mi casa las cosas estaban de mal en peor los señores Williams(Mis padres, hace un tiempo decidí llamarlos así para no importunar a nadie) discutían todo el tiempo. Despidieron a la mayoría de empleados, las asistentes personales de la señora y su hija, vendieron los autos y solo quedaban dos lo que hizo que Giselle pegara el grito al cielo fue que bajaron la mesada de ellos, la mía no porque era inexistente. Las peleas subieron de tono al pasar los días los señores no podían ni verse, los “señoritos” se refugiaban en sus fiestas y estudios y pues como a mí nadie me tomaba en cuenta o se preocupaba por mí seguí igual olvidada en el último rincón. El último día antes de vacaciones Axel me invito a salir esta vez en la tarde casi al anochecer, lo acepté porque nadie iba a enterarse. En esa casa la tercera guerra mundial se estaba desatando —me llevo a cenar, caminamos por el parque y reímos mucho, como nunca lo había hecho. Hasta que hablo. —Melissa tengo algo que importante que preguntarte y solo quiero que me contestes con la verdad y no mientas, mi opinión de ti seguirá igual ¿Eres virgen? ¿Por qué preguntas eso? Me sentía enfadada si él quería llevarme a la cama por lo menos debía ser algo romántico. —Quiero ser el primero en tu vida, quiero que tu piel se grave cada una de mis caricias y que tus besos solo me pertenezcan a mí, que tu cuerpo anhele el mío y que nunca puedas olvidarme porque me pertenecerás quiero ser tu primer todo ¿Me dejarías serlo? Su pregunta me dejo perpleja por un segundo y reaccioné luego sus palabras me llenaron de calidez el alma y aún más su declaración —Claro que puedes eres el único que puede y que podrás hacerlo. Muchas personas no me aceptan por como soy o más bien por como piensan que soy, me alejarían al creerme un apeste. Tú no lo hiciste así que te ganaste el derecho ¡has lo que quieras conmigo! Mi conciencia me reprochaba y mi corazón me daba aliento, talvez este sería el único buen recuerdo de mi adolescencia. —Me alegra escuchar eso preciosa, no sabes cuanto ahora te diré que haremos, la semana que viene en fin de semana tendré todo planeado para nosotros quiero que sea mágico para los dos, luego pensaremos en que hacer después que yo me gradúe. No pienso dejarte sin antes atarte. Cada palabra que él decía me llenaba el corazón de alegría, muy dentro de mí entendía que no iba a pasar.—Los sueños son sueños y son como estrellas fugaces tienden a pasar muy rápido o a despertarte aunque no quieras.
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