Cuando Fizzy abrió los ojos se vio recostada en el sofá acurrucada entre dos cojines. La poca paz que sintió mientras soñaba se disipó para transformarse en un increíble malestar al recordar la razón de su llanto. Pero no lloró más, ya lo había hecho y no le quedaban lágrimas que derramar; Se sentía muy triste. Su madre le había dicho que cuando se fuera, su padre la cuidaría y se haría cargo de ella. Bueno, su mamá se fue y ahora su papá no quería cuidar a una "Carga."
La niña había escuchado la conversación por teléfono de Deon con su agente. Le dolió mucho cómo la llamaba su padre "La niña" y no "Hija" o "Fizzy" Pero ¿Cómo iba a llamarla Fizzy? ¡Ni siquiera se sabía su nombre! ¡Liss y Fizzy ni siquiera se parecían! Así de poco parecía importarle a su padre.
Para colmo tampoco la dejaba decirle "Papá" Tendría que acostumbrarse a eso. Pasó gran parte de sus siete años de vida llamando a este hombre desconocido Papá y, ahora que había llegado a su casa, tenía que llamarlo por su nombre. ¿Acaso así eran todos los padres con sus hijos? No lo sabía, todo esto era muy nuevo para ella.
Caminó a la cocina para encontrarse con Deon a medio dormir sobre la mesa del comedor soportando su cabeza en una de sus manos mientras que se tambaleaba como si luchara por no dormirse pero la verdad es que estaba disfrutando olvidarse de toda la realidad esos minutos.
Fizzy se acercó a él y lo miró unos segundos antes de darle un tirón a su sudadera. El hombre abrió sus ojos y dio un salto del susto al verla.
"¡Dios! ¡¿Por qué no es sólo un sueño?!" Pensó él recobrando el aliento y tomándose el pecho asustado. Soltó un suspiro más calmado y la miró expectante.
-¿Qué pasa?
-Tengo sed.
-¿Y por qué me dices a mí? ¿No ves que ahí hay vasos? Sírvete agua de la botella-Bufó de malhumor por ahora recordar que su novia se había dado a la fuga y que se encontraba solo con esa niña. Se dispuso a seguir durmiendo para intentar escapar de ese lugar y perderse en su mente para no tener que lidiar con ella.
Menos de dos segundos después se oyó el estruendo de un vaso destrozándose contra el suelo y una botella desparramando agua por todo el suelo. Deon se giró al instante a ver el desastre y a Fizzy que estaba quieta en su lugar sin decir nada mirando todo pasmada.
-¡Pero mira lo que hiciste!-Exclamó él recogiendo la botella y poniéndola en el mesón. Oyó un par de vidrios quebrarse bajo su pie. Por suerte llevaba puestas sus pantuflas. -Por la— Sal de aquí para que limpie todo esto-Le ordenó molesto a la niña que se fue de allí echando pequeños sollozos por el tono tan brusco que usó con ella.
"¿Por qué es tan llorona?" Pensó Deon recogiendo los trozos de vidrio para tirarlos a la basura dentro de una bolsa (lo hubiera hecho en una caja de haber tenido alguna, pero obviamente gracias a la niña ahora un encargado de recoger esas bolsas podría terminar cortándose). Pasó un trapeador por el suelo y dejó todo tal cual estaba antes. "Se desperdició media botella de agua, y con lo escasa y cara que es hoy en día" Dijo observando la botella ahora a medio vaciar.
Volvió a la sala para ver a Fizzy que sollozaba sentada en el sofá. Deon la miró unos segundos, rodó sus ojos fastidiado al oír la voz de Karla en su cabeza exigiéndole que hiciera algo al respecto.
Aclararemos que Deon no era un imbécil ni malo con los niños, de hecho, era bastante bueno. Se llevaba genial con los sobrinos de Karla, pero el hecho de que fuera esta niña de quien hablaban como que lo habían cambiado por completo y claramente ahora no estaba dispuesto a ayudarla, al menos no sin la presión moral representada en su mente con la voz de su novia.
Bufó y se aceró a Fizzy.
-¿Estás enojado?-Le preguntó ella con su voz totalmente quebrada temiendo que Deon le gritara otra vez. Él suspiró y negó-Sí lo estás.
-No, no estoy enojado, ya deja de llorar, ¿Sí?-Dijo suavizando un poco su tono para intentar calmarla. Fizzy asintió y aguantó su llanto o eso intentó. Deon frunció su ceño-¿Por qué lloras tanto? Creí que la etapa de llanto era para los niños más pequeños y aburridos. ¿Qué edad tienes?-La miró inquisitivo. Fizzy no aguantó más y comenzó a llorar a toda voz. Deon dio un salto del susto y miró su mano al sentir una gotita en sus nudillos.
-Oh, por Dios, Fizzy-La cogió y la llevó al baño con su pie en alto-¿Por qué no me dijiste que te habías cortado?
-Me dijiste que me fuera y eso hice-Lloró ella mientras que el hombre la sentaba en el retrete para buscar un botiquín con alcohol y banditas adhesivas.
-Esto te va a doler un poco-Dijo al echarle una ojeada rápida a una botella de alcohol que nunca había abierto en la casa porque nunca la habían necesitado. Limpió un algodón con el líquido y lo presionó con cuidado en el talón de la niña que incrementó su llanto e intentó apartarse. Él la agarró del tobillo para detenerla. -Te dije que iba a doler.
-¡Duele, duele!-Lloriqueó ella intentando apartar su pie pero Deon la sostuvo para que lo dejara terminar de una vez.
-Ya, la parte difícil ya terminó-Le dijo alejando el algodón de su pie y tirándolo a la basura. Fizzy asintió con su pie estático en su lugar y sus manitos fuertemente agarradas a la tapa del escusado. Deon cogió una de las banditas para adulto que tenían aún en su empaque sellado y la puso con cuidado sobre la herida en el pie de la niña. Cielos, esa bandita casi que le cubría el pie completo ¿Qué tan pequeña era esa niña?
-Listo-Dijo Deon tirando los papeles al basurero y cerraron la tapa del botiquín. Se giró a darle cara a la niña otra vez-¿Qué? Ya estás curada ¿Por qué me miras tanto?
-Mamá besa mis heridas-Dijo ella con su pie en alto.
-No voy a besarte el...-Fizzy iba a comenzar a llorar-Okey-Deon le dio un efusivo beso en el talón y se le alejó limpiándose con el dorso de la mano. Quizás hace cuanto era el tiempo en que la niña no se lavaba los pies. Fizzy sonrió un poco y se levantó con cuidado de no presionar su pie herido.
-Muy bien... -Suspiró él ya pensando con qué demonios entretenerla cuando su móvil empezó a sonar. Sin siquiera mirar la pantalla, porque estaba más concentrado en ver a la niña cojear muy exageradamente hasta la puerta.
Blanqueó la mirada por verla sobre exagerar tanto por un pequeño corte. Ni que hubiera visto a la muerte de cara ¿No?
-¿Quién es?-Preguntó al contestar.
-Es Trip. Mira Deon, contacté con unos doctores para hacer la prueba de sangre pero están en California.
-¿Por qué en California? ¿No pudiste buscar en otro sitio aquí?-Se quejó.
-Son los mejores que encontré, además, así provecharás el viaje para venir para los ensayos. Es genial.
-Trip, tenemos un problema-Blanqueó sus ojos Deon. Su agente guardó silencio esperando a que el hombre se explicara. Él bufó-Tendría que llevar a la niña conmigo.
-Fizzy-Lo corrigió la pequeña soportada en el marco de la puerta.
-A Fizzy-Rodó sus ojos el hombre. Travis hizo una mueca-No queremos que todos me vean con ella hasta llegar allá, nadie puede enterarse de esto.
-Exacto. Por eso, como el gran agente que soy, estoy para facilitarte la vida y me tomé la libertad de rentar un jet. Son más privados y sólo tendrías que camuflarte en el aeropuerto.
-Espera, ¿No necesito como permisos para poder trasladar a Fizzy?
-Es un jet privado, no te preguntan nada cuando viajas en uno de esos.
-Okey. ¿Cuándo salimos?
-Sería genial que fuera ahora mismo. Pronosticaron una tormenta en Toronto así que mientras antes partan, mejor-Dijo su agente. Deon colgó después de acordar el horario del viaje.
El hombre salió del baño y se dirigió a su habitación. Fizzy lo siguió de cerca (obviamente aún exagerando su cojera). Lo vio tomar una maleta como la que la reina había tomado antes y empezar a meter ropa dentro de esta.
-¿Qué haces?-Le preguntó con inocencia ella con su rostro asomado por sobre el borde de la cama. Deon dobló más ropa.
-Vamos a viajar.
-¿Vamos? ¿Yo voy contigo?-Preguntó ella ilusionada.
-Sí, ya deja de sonreír y ve por tu maleta de una vez.