Era una dicha todo lo que estaba pasando. Sí, podía ser que hacía menos de dos horas había estado llorando a moco tendido por las cosas que Deon dijo sobre ella a sus espaldas, que no se supiera su nombre y que le gritara por botar una botella de agua pero todo eso había quedado atrás con la simple invitación del hombre por ordenarle ir por su maleta para que pudieran salir de viaje inmediatamente.
Fizzy sonreía a más no poder en el asiento trasero del coche. Se iría de viaje con su papá y nada la emocionaba más. Tal vez irían a un parque muy lejano, acamparían y mirarían las estrellas o tal vez irían a un castillo como al que se fue la reina cuando se fue de la casa. Por supuesto, la reina se había ido antes para esperarlos allá con todo listo. Tenía mucho sentido para la niña que no tenía idea de los problemas entre ambos adultos.
Deon condujo hasta el aeropuerto y se estacionó lejos del edificio para prepararse física y mentalmente para lo que tendrían que hacer para ingresar y poder pasar desapercibidos. No podemos olvidar que Deon fue y era una de las caras más conocidas del país y era obvio que si alguien llegaba a reconocerlo todo se saldría de control.
Las instrucciones de Trip habían sido claras: Camúflate como si tu vida dependiera de ello. No podía ser difícil, llevaba aprendiendo técnicas para camuflarse toda una década así que ya tenía un modus operandi que consistía en usar gafa, gorras y una sudadera negra, así como si fuera a asaltar un banco. Fizzy podría ir tal y como estaba, no era como que ella fuera una superestrella.
Bajaron del coche, él abrió la puerta de la niña para que ella bajara rápido. La pequeña se lo quedó mirando desconcertada cuando él se alejó para ir al maletero por sus cosas. Pensó que la ayudaría a bajar después de todo ella era pequeña y ese coche era enorme. No fue así, así que ella se las tuvo que ingeniar para bajarse por su cuenta y no irse de cara al piso.
-¿Por qué vas vestido así?-Preguntó ella con curiosidad cuando llegó a su lado.
-Porque así no me reconocen-Respondió Deon bajando las maletas.
-¿Por qué no quieres que te reconozcan?-Siguió preguntando la niña antes de que él la hiciera a un lado para cerrar el maletero y ponerle llave al vehículo.
-Porque así no me descubren-Se limitó a responder antes de tomar el mango de su maleta y partir a paso veloz a la zona de abordaje donde tendría que hacer el ajetreo de los vuelos privados. Fizzy intentó seguirle la velocidad pero aclararemos que era difícil porque mientras que él iba caminando, ella iba corriendo dando torpes pasos de niño. Un paso de él eran como tres de ella.
-No vayas tan rápido-La oyó decir Deon cuando se detuvo en una esquina entre los autos del estacionamiento. Iba a caminar cuando la sintió a ella tirar de su pantalón. Bajó la mirada para verla mirándolo con cara reprobatoria y recuperando el aliento apenas por estar literalmente corriendo a su lado.
-¿Qué?
-No se cruza sin mirar a ambos lados antes-Dijo ella con obviedad. Deon miró al cielo no pudiendo creerse que una niña de siete años estuviera recriminándole por una estupidez como esa. Bufó al oírla. Ya iban demasiado tarde. El jet debía de estar en cinco minutos aterrizando y despegando en otros quince, y aún tenían que hacer un papeleo para el aterrizaje. Deon miró a ambos lados y comenzó a caminar velozmente para llegar, pero se giró a ver a Fizzy que seguía en su lugar con su maleta del otro lado del camino sin haber cruzado para seguirlo. Frunció el ceño.
-¿Qué haces? Ven aquí-Ordenó él con obviedad.
-No puedo cruzar sin un adulto-Dijo con obviedad ella.
Deon de verdad no podía con eso.
-Por Dios, eres una pesadilla-Murmuró volviendo a su lado para tomarla de la mano y obligarla a seguirle el paso velozmente para que no perdieran más tiempo en las estupideces que le habían enseñado toda su vida a la pequeña: mira a ambos lados antes de cruzar, siempre toma la mano de un adulto y nunca olvides pagar tus impuestos a tiempo.
Bien, ella no entendía eso último pero se lo sabía de memoria.
-Fizzy, si no te apresuras no habrá viaje-La amenazó él llevándola a tirones colgada de su mano. La niña lo miró asustada y tropezó cuando intentó incrementar su velocidad. Deon se detuvo y la miró antes de soltar una maldición al percatarse de que si seguían así terminarían llamando la atención (como si un hombre vestido muy sospechosamente arrastrando a una niña pequeña no fuera ya de por sí sospechoso).
Deon la tomó de los brazos para levantarla y tomó él mismo la maletita rosa y lograr colgársela al hombro. Volvió a tomarla de la mano para seguir camino. Hubiera sido toda una dicha para Fizzy si el hombre no la hubiera llevado con tanta rapidez y fuerza. ¿Y qué querían que hiciera? Él jamás había estado a cargo solo con un niño, una niña, más bien. Cuando lo hacían cuidar a su hermana no era complicado porque no se llevaban más de cinco años, entonces sabían hacer casi las mismas cosas, con los sobrinos de Karla era algo totalmente distinto porque nunca estaba a solas con ellos, siempre había alguien asegurándose de que no terminara matándolos por error.
Pero ahora estaba solo y esta niña era aún demasiado dependiente y delicada como para estarla llevando de aquí para allá como él lo estaba haciendo en esos momentos y eso era algo que Deon aún no se metía en la cabeza.
Llegaron al escritorio de un recepcionista que habló con Deon sobre el vuelo del jet. Acordaron algunas cosas para que luego un guardia los guiara a la zona de abordaje. Algunas personas reconocieron a Deon pero no tuvieron ni tiempo para pedirle una foto y autógrafos porque el hombre ya iba demasiado tarde según el itinerario de Trip.
-Fizzy, no te quedes atrás-Regañó él a la niña volviendo a tomarla la mano. Esto ya era demasiado. Apenas habían caminado pero la niña se veía exhausta, de hecho empezó a quejarse de que ya no quería viajar, que quería dormir, que le dolían los pies y quería descansar de una vez.
-Estamos en medio del pasillo, no armes una escena-Dijo él entre dientes. La niña se quejó nuevamente -Por Dios ¿Y qué quieres que haga? ¿Qué te cargue?
-¡Sí!-Festejó ella contenta ni dándole ni tiempo para objetar al ya tenerla colgada a su cadera para que la levantara. Deon contó hasta tres pidiéndole paciencia a los cielos para lidiar con esa niña.
No tuvo de otra más que tomarla en brazos y llevarla cargando al jet privado porque obviamente la niña no iba a ir con él de otra forma después de ofrecerle esa tentadora oferta.
Cuando subieron al jet lo primero que la niña hizo fue gritar de emoción al ver lo lujoso y “de película” que se veía. Los pocos asientos que había eran gigantes y se veían muy cómodos. La azafata la ayudó a sentarse en su asiento a un lado de una de las ventanas y abrochó su cinturón con cuidado.
-Obedece a todas las indicaciones que el capitán diga, ¿Sí, cielo?-Le dijo con un toque maternal la señorita. Ella asintió obedientemente. Deon se quitó las gafas y gorra y se sentó en el asiento opuesto al que se encontraba Fizzy para luego mirar su teléfono y avisarle por mensaje a su agente que ya iban camino a Los Ángeles.
-¿Cuánto dura el viaje?-Oyó preguntar a Fizzy.
-Como dos horas-Respondió él revelando sus audífonos para conectarlos por Bluetooth a su teléfono y poder escuchar música para que ese viaje pasara más rápido.
-"Buenas tardes, soy Ken el capitán de este vuelo. Espero que el viaje sea de su agrado y no tengan ningún problema. Nuestro lugar de destino es California, Los Ángeles. El tiempo estimado de llegada es a las cinco con cuarenta minutos de la tarde..."-El capitán siguió dando algunas indicaciones que Deon no se detuvo a escuchar. Ya se las sabía de memoria por todos los viajes que había tenido en su vida.
Las turbinas se encendieron. El vehículo empezó a moverse por el camino con velocidad. Deon apartó la mirada de su teléfono para mirar a Fizzy que estaba sostenida en su asiento estática por la fuerza de atracción del avión. Estaba asustada y se le notaba, era literalmente la primera vez que volaba en una de esas cosas ¿Podían culparla por estar así de aterrada y tener tantas dudas en su cabeza como por qué demonios es que algo tan grande y pesado era capaz de volar y cómo querían que no creyera que se iban a caer en algún momento? No importaba, sabía que, aunque las preguntara, no se las responderían así que decidió aguantarse hasta que despegaron. La niña cerró sus ojos sintiendo un vértigo horrible al ver el camino haciéndose cada vez más pequeño bajo ella. Deon rodó sus ojos al verla exagerar tanto y volvió su vista a su teléfono que ya empezaba a reproducir música.
Cerró sus ojos para descansar.
That I really need you in my life...>> La canción se detuvo. Abrió los ojos nuevamente para ver a Fizzy tirar de su camisa. Frunció su ceño en su dirección.
-La señorita me dijo que te levantara-Le respondió ella con timidez. Deon miró frente a él una bandeja con un emparedado y un pote con frutas. Abrió su pote con frutas para comer de estas mientras que veía a la niña abrir su empaque de sándwich para luego darle un mordisco.
Parte de él quería decirle que tenía que comerse la fruta primero, que era más sano, que no se llenara con sándwiches procesados y llenos de conservantes (claro, como si esas frutas no tuvieran todos químicos también) pero no lo hizo porque de háberselo comentado de seguro Fizzy se pondría toda emocionada porque su Papá estaba enseñándole algo nuevo.
Deon volvió a reproducir la canción en su teléfono para seguir escuchando música cuando Fizzy habló:
-¿Qué escuchas?
-Música.
-¿Cuál?
-De la que se escucha-Respondió con obviedad y un tono bastante tosco. Fizzy lo miró entristecida por su respuesta. Él se arrepintió por haberle dicho eso de esa forma. Aún era muy pequeña para entender esos chistes tan sarcásticos era obvio que pensaría que estaba molesto si le respondía así de cortante y con ese tono-Digo... Eh... ¿Quieres escuchar?-Le ofreció sacándose uno de los audífonos para tendérselo. Fizzy sonrió, él le dio a play en su teléfono. La canción que escuchaba, que era bastante vieja, retomó su reproducción en el coro.
-¿Quién canta?
-Yo.
-¿Tú?
-Ajá. Solía dedicarme a la música, era cantante.
-¿Y qué pasó?
-Después se volvió algo tedioso y complicado así que me retiré para dedicarme a otras cosas.
-¿Tedioso?
-Molesto-Aclaró él.
-¿Y qué haces ahora?
-Modelaje. Sigo escribiendo canciones para otros artistas más modernos pero ya no trabajo para mí. -Fizzy asintió mirándolo atentamente y pareciendo querer recordar cada una de sus palabras para siempre. Deon desvió su mirada a su teléfono mientras que esperaban a que la canción acabara para luego continuar con otra llamada “Wonder.”
-¿También eres tú?
-No, él es otro cantante-Dijo Deon con obviedad y algo desconcertado porque la niña pensara que la voz de ese artista fuera tan similar a la de él cuando eran totalmente distintos (aunque a decir verdad, Fizzy apenas y reconocía su propia voz, era de esperar que se confundiera).
-Me gusta más tu voz-Dijo ella con simpleza. Deon sonrió levemente y miró la pantalla frente a los asientos que indicaba la ubicación del avión. Ahora mismo estaban a 2/3 de llegar a L.A. Había dormido casi media hora. No estaba cansado pero aún les quedaba una hora entera para llegar y como no tenía nada más con lo que matar el tiempo, pegarse una siesta más no sonaba como una mala idea. Iba a continuar con esta cuando la niña preguntó algo que le puso los pelos de punta al hombre.
-¿Cómo se conocieron tú y mamá?
No se esperó una pregunta así, no se esperó tener que responderla y por lo mismo no tenía una respuesta preparada ¿Qué le decía? ¿Siquiera recordaba lo que había pasado exactamente? ¿Cómo había sido para empezar?
Pues, esa era una pregunta un poco difícil de responder.