15 DE OCTUBRE DE 2020.
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA
-¡Damas y Caballeros, Dean Schmitt!-Gritó el presentador del evento después de que la guitarra frenara su sonido y todo quedara en silencio a excepción de los aplausos y gritos del público.
Devon amaba eso, la sensación de adrenalina, la emoción, el sentir que todos se volvían uno porque la melodía y la letra parecía llegarle a cada persona en esa arena. Le gustaba el pensar cómo algo tan simple como un par de acordes y una palabra medianamente profunda podía unir a tantas personas en un solo lugar.
La sonrisa del chico, con sus muy recientes veintidós años cumplidos, no se comparaba a ninguna otra. Él y el presentador estrecharon las manos y se abrazaron para que luego, el de la guitarra que era él, se retirara y pudiera dejar al otro continuar con los siguientes artistas de la noche.
Deon dejó su guitarra en su lugar junto al resto de los instrumentos que allí había y fue a tras bastidores y camerinos donde el resto de los artistas invitados a esa premiación charlaban y pasaban el rato, la mayoría de ellos ya habiendo dado sus presentaciones y teniendo el resto de la noche libre (básicamente esperando a que alguien decidiera hacer de anfitrión y que armaran una fiesta con todos los allí presentes invitados).
-Eh, Deon-Lo llamó Brady Simons, vocalista y guitarrista principal de The Calm cuyos integrantes se encontraban pasando el rato con otra banda charlando sobre las presentaciones que habían dado.
-Jason y Connor quieren y salir de fiesta ¿Te apuntas?
-Sí, suena bien.
Era increíble como una respuesta tan simple como esa podía terminar llevando a una horrible decisión en menos de una noche.
******
-¡Love me, Leave me, Let me know, Did you have your fun?!>>-Cantaron todos a toda voz en el lugar. La verdad Deon no distinguía muy bien lo que cantaba todo el mundo, tampoco estaba muy seguro de dónde se encontraban en esos momentos, sólo sabía que se encontraba con sus amigos de la industria esperando a que llegaran sus tragos. Uno de los integrantes de The Calm llegó cargando con una bandeja con vasos llenos de licor. Deon cogió uno para poder beber y ponerse al nivel del resto del grupo y para poder sacar coraje para bailar sin que le diera vergüenza porque la verdad es que sentía que era pésimo haciéndolo (y lo era, aunque todos se negaban a confesárselo).
Estar en ese mercado prácticamente lo habían vuelto indestructible al menos durante la noche porque a la mañana siguiente siempre terminaba con una resaca de muerte. Solía controlarse y manejarse más últimamente al menos desde que empezó a salir con Karla quien en esos momentos debía de seguir en su presentación junto a su grupo. Dudaba que fuera a asistir a esa fiesta en la que él se encontraba, ella no era de esas cosas, prefería estar tranquila con amigos cercanos y no encerrada, asfixiada y cegada en una habitación a rebosar de desconocidos.
Bebió otro trago para luego empezar a bromear con Brady Simons que, como supondrán, era su mejor amigo en la industria.
-¡Oigan, chicos, chicos!-Ambos se giraron y detuvieron su conversación para prestarle atención a Austin Malonne, otro artista con quien ambos habían tenido oportunidad de hacer uno que otro concierto juntos. -Unas fans se colaron a la fiesta y están locas ¡Esto se va a poner bueno!
Los tres se giraron a ver el espectáculo montado por las aproximadamente siete chicas que gritaban a más no poder y bailaban con algunos de los cantantes que se animaron a acompañarlas. Confesaremos que fue Austin que las ayudó colarse en la fiesta, después de todo nada divertido pasaba si no había alguien desquiciado causando un alboroto en el lugar.
-Estaba pensando en invitarlas al hotel ¿Alguno de ustedes se apunta?-Preguntó Austin al par frente a él. Brady asintió con ganas pero por su parte Deon negó al percatarse de la hora y suponer que Karla ya debía de haber acabado con su show de la noche.
-No, creo que me iré al hotel-Respondió negando para luego dar media vuelta y dirigirse tambaleante a la salida del lugar. Le hubiera gustado seguir festejando con sus amigos pero prefería mil veces más poder estar con su novia después de todo gracias al trabajo apenas y podían pasar tiempo juntos teniendo cada uno proyectos propios en los cuales trabajar y para colmo en puntas distintas del país. Si esa noche la tenían para estar juntos, no iba a desaprovecharla.
Deon se paró en medio de la calle para pedir un taxi. Había sido una buena decisión irse de allí, después de todo ya estaba cansado y había bebido bastante, no quería llegar al hotel inconsciente. Le sorprendía poder caminar sin ayuda aunque consideraba que la necesitaba con urgencia, le hubiera gustado que Karla tomara su mano y lo guiara como solía hacer cuando a él se le pasaban un poco los vasos con licor pero en esos momentos ella se encontraba en su propia habitación de hotel posiblemente durmiendo, lo presentía. No quería molestarla, ya se levantaría temprano para pasar la mañana con ella.
Llegó al séptimo piso del hotel, aún sin saber cómo era posible que no se hubiera ido de cara al piso. Tomó la tarjeta de su habitación con dificultad entre sus dedos y se adentró en el lugar que se encontraba totalmente a oscuras.
Cerró la puerta disponiéndose a dormir porque estaba demasiado bebido y le estaba costando mucho mantener el equilibrio.
Sintió una presión en su espalda.
-¿Karla?-Preguntó curvando una sonrisa al sentir los brazos de la chica rodearle el abdomen. Era pequeña pero su cabeza llegaba hasta casi su hombro, debía de llevar puestos los tacones de su presentación. Quería decirle que se los sacara, que no quería que se lastimara los pies cuando él estaba dispuesto a sufrir de torticolis para besarla.
Se giró y bajó la mirada a la chica que logró distinguir muy borrosamente en la oscuridad. Cielos, beber tanto había sido una pésima idea. Tornó su cabeza y curvó una sonrisa.
-Pensé que estarías durmiendo ¿Qué haces— -Deon no alcanzó a terminar su pregunta porque los labios de la chica se pegaron a los suyos. La rodeó con sus brazos para apegarla a su cuerpo y no perder el equilibrio. Se separaron tras unos segundos. Él sonrió encantado antes de que la chica los dirigiera a la cama. Se rio con ganas de la situación.
Deon no podía verla bien pero podía distinguir su silueta y su cabello n***o e incluso el gran delineado que tenían sus ojos. La miró de arriba abajo un momento antes de sentirla posársele encima.
-¿Ganaron algún premio o por qué tan entusiasmada? -Preguntó con diversión antes de que ella siguiera besándolo y empezara a subir de tono en el panorama que estaban montando allí.
Admitiremos que Deon estaba confundido y bastante desconcertado al sentirla tocarlo de esa forma, pero no la detuvo. Era raro que Karla hiciera eso y tomara las riendas de la situación ya que por lo general era él el que tomaba la iniciativa para hacer algo más allá de besos. No era que se estuviera quejando o algo por el estilo, simplemente estaba sorprendido por la fluidez con la que se estaba desenvolviendo la chica en esos momentos.
Y bueno, como era de esperar: pasó. Ambos se encontraban haciéndolo contra la cama. Ya llevaban un buen tiempo saliendo, no era la primera vez que hacían esto pero cielos, cada vez que pasaba se sentía muy diferente y no un diferente malo sino uno increíble. Deon no podía creerse que por fin después de cinco años de ser amigos hubieran podido ser algo más y ya llevar cinco meses juntos. Se sentía tan bien que mantenía sus ojos cerrados, igual no hubiera podido mirarla porque estaba demasiado oscuro como para distinguir algo entre tanta oscuridad. Le desagradaba que nunca encendieran la luz al hacerlo pero si a ella la hacía sentir más cómoda, pues Deon cumpliría con su palabra y se limitaría a sentirla e intentar recordar su imagen en su mente.
Y de repente la luz se encendió.
Se oyó el ruido de una botella y dos copas caer contra el suelo. Deon se detuvo al instante para ver quién demonios estaba interrumpiéndolos sin haber leído la marca en la puerta de “No molestar”. Abrió sus ojos como platos al ver a Karla parada en la puerta de la habitación.
Se quedó congelado para luego mirar a la chica sobre él a quien no era Karla. Se le parecía pero no era ella. Su novia se encontraba mirándolos impactada en la puerta. Medio segundo después Deon empujó a esa extraña lejos de su cuerpo para apartarla de él. Se incorporó en la cama al instante.
-Karla…
La chica en la puerta los miró unos segundos sin decir nada, sólo permaneciendo con su boca abierta y sus ojos estáticos en el aire como si no se creyera lo que estaba pasando. Él tampoco podía creérselo, su mente estaba explotando. Explotó mucho peor cuando se giró a mirar a la chica que estaba con él para cerciorarse de que era una completa desconocida que quién sabía cómo demonios había logrado colarse en su cuarto y que para colmo logró llevárselo a la cama en menos de dos minutos.
-¿Karla...? ¿Tú? ¡¿Cómo?!-Exclamó Deon confundido y girándose a mirar a ambas chicas sin comprender la situación.
La extraña era como Karla, pero claramente no era ella. El chico miró a su novia en la puerta que seguía observándolos estática.
-P-Puedo explicarlo-Tartamudeó mirándola.
Karla salió corriendo de allí. Él soltó una maldición antes de salir persiguiéndola y dejar atrás a la otra chica. Corrió tambaleante hasta su novia quien presionaba el botón del ascensor frenéticamente pensando que de esa forma llegaría más rápido a ella para hacerla escapar de esa situación.
-¡Karla, espera!-Deon la agarró el brazo pero ella se le apartó de golpe con sus ojos llenos de lágrimas.
-¡No me toques!-Le gritó con su voz totalmente quebrada. Deon se le apartó al instante. La vio subir al ascensor apenas este llegó y abrió sus puertas para dejarla subir.
Llevaban saliendo cinco meses ya y esa noche Karla quería llegar al siguiente paso en su relación, quería decirle que lo amaba, que jamás se había sentido en tanta confianza con alguien, que no podía creerse que por fin hubiera encontrado al chico perfecto y que él la amara de la misma forma, ¿Y qué mejor forma de llegar a ese nivel que con una botella de champaña para celebrar la salida del nuevo álbum de ambos artistas? Ella esperaba encontrarse con Deon o incluso haber llegado antes que él para prepararle una sorpresa.
Pero no, tenía que encontrárselo metido con otra mujer en la cama.
Deon la miró alarmado e intentó montarse en la máquina para intentar explicarse pero ella lo empujó con una fuerza que lo dejó increíblemente sorprendido. Además sumándole el hecho de que estaba bastante ebrio la chica no la tuvo muy difícil para alejarlo de ella y que se cayera al suelo. Karla soltó un sollozo cuando las puertas del ascensor se cerraron totalmente. Estaba destrozada.
Deon miró las puertas del ascensor durante unos treinta segundos sin saber qué hacer y sin terminar de comprender lo que había pasado. Abrió sus ojos al darse cuenta de la estupidez que había hecho y que le marcaría la vida para siempre: Había engañado a su novia. "¡Pero si creía que ella era Karla, por Dios!" Pensó él tomándose la frente sin saber qué demonios creer.
Se percató de que la extraña con quien había estado teniendo sexo hacía menos de dos minutos se asomó por el pasillo para mirarlo desconcertada con la situación, pero más que desconcertada, se veía serena casi como si se esperara que esto fuera a pasar.
Él se incorporó a duras penas del suelo para mirarla estupefacto. No sabía qué demonios hacer ni qué decir, seguía procesando la situación y seguía sin entenderla.
-Largo-Titubeó casi sin voz él.
-¿Qué?-La oyó decir siendo esta literalmente la primera palabra que intercambiaban.
-Largo-Repitió Deon más fuerte aún y girándose completamente para darle cara. Se parecía a Karla pero no era ella. No lo era, su novia ahora lloraba devastada encerrada en su cuarto.
-Pero, Deon—
-¡Largo! No quiero volver a verte nunca más ¡Me arruinaste la puta vida!