CAPÍTULO 5

2215 Words
—Trabajarás con la persona que tienes delante. He dejado el equipo en tu mesa, así que únete a tu compañero y empieza—. Anuncia el Sr. Kennedy, mi profesor de química. Estábamos haciendo el experimento del huevo plegable y yo estaba emocionada. Me encanta la química, por los experimentos. Me encanta probar cosas y averiguar cómo funcionan por mí misma, no solo verlas o que me las cuenten. Me parece increíble cómo podemos crear cosas a partir de la ciencia. Tal vez soy un nerd. Zayn, ¿quieres alejarte de mi cabeza, por favor? —Supongo que estoy trabajando contigo—alzo la vista y me encuentro a Mason Conway sentado frente a mí. Sonrío, con mariposas en el estómago. Acerca una silla a mi mesa y empezamos el experimento, haciendo agujeros en cada extremo del huevo. —¿Te gustaría hacer los honores?—me pregunta, tendiéndome la pajita. —Claro—, sonrío feliz y cojo la pajita, luego soplo a través de ella, haciendo que la yema del huevo salga a un vaso de precipitados. —Entonces, ¿te ha hecho algo más Zayn Blake? Dejo la pajita sobre la mesa y pongo el huevo en vinagre. —No, no hemos hablado mucho desde lo de la arena. Aunque lo hemos hecho; yo lo cuidé. Pero claro, eso no se lo puedo contar a Mason o quién sabe lo que me hará Zayn. —Eso es bueno. No es el tipo de persona que alguien como tú debería tener cerca. —¿Alguien como yo? ¿Qué se supone que significa eso? —Quiero decir que pareces muy dulce e inocente, no querría que te jodiera. —¿Qué quieres decir? Mira detrás de mí. —Bueno, míralo. Me doy la vuelta y veo a Zayn besándose con su compañero. Qué asco. —Sabe cómo engañar a las chicas para que se acuesten con él—continúa Mason. —Sería una pena que se aprovechara de ti. Por alguna razón esto me enfadó un poco. —No soy estúpida, sabes. Nunca dejaría que me tocara. —Bien—sonríe. —Me gusta que no seas como las otras chicas. ¿Sabes? Te respetas a ti misma. Siento que me sonrojo. Dios, Amara, contrólate. —Oye, tengo una fiesta el viernes por la noche, ¿quieres venir? ¿En serio me acaban de invitar a la maldita fiesta de Mason Conway? Creo que me voy a morir. Las fiestas no son lo mío... ¿Pero cómo puedo rechazar esto? —Claro. ¿Está bien si viene mi amigo? —Por supuesto—sonríe con su tenue sonrisa. Zoey llorará cuando se entere de esto. * —¡Dios mío!— Grita, haciendo que la gente de la cafetería nos fulmine con la mirada. —¡Shhh! —¡No puedo creerlo! Mason Conway. Mason. Conway. Te invitó. A su fiesta. —Sí, Zoey, cubrimos eso hace cinco minutos. —¡Estoy tan jodidamente conmocionada! —¡Lenguaje!— Cubro mi mano sobre la boca de mi mejor amiga. —¡Amara!— Alguien grita por encima del ruido de la cafetería. Giro la cabeza para buscar al culpable, y veo a Cole, Zayn e Isaac caminando hacia nosotros. Dios mío. —¿Qué pasa, Amara?— Cole grita. Oh Dios. La gente empieza a mirarnos y a señalarnos. —¿Podrías llamar más la atención sobre nosotros?— Pregunto en voz baja. —Hmm, tal vez—, Cole aprieta los labios, pensando. Entonces grita: —¡YO, CREO QUE ESTOY EMBARAZADA! El lugar se queda en silencio y todos miran. Dios mío. Quiero esconderme debajo de la mesa. Cole y los chicos se sientan. —Te odio—, le murmuro a Cole. —Yo también te quiero, nena. Zayn pone los ojos en blanco. —¿Quieres darte prisa? —Vale, cálmate—empieza a acariciar el pelo de Zayn, intentando arreglarlo. Zayn aparta la mano de un manotazo. Miro a Zoey, que parece un poco sorprendida. Lo mismo, novia, lo mismo. —Bueno—, empieza Cole —¿te apuntas a la revancha del FIFA? —No le veo sentido, os volveré a ganar. Cole da una palmada en la mesa, haciendo más ruido para que la gente que se había dado la vuelta, vuelva a mirarnos. —¡Deberíamos poner dinero en esto! ¿Qué decís? 200 dólares a que ganamos. —Hermano, no tengo 200 dólares para dárselos a Blake y a Sand girl—. Isaac afirma. ¿A Sand girl? —No te hará falta, porque ganaremos—, explica Cole. —¿De qué Rayos estáis hablando?— pregunta Zoey. —FIFA. Amara es una profesional—dice Isaac, sonriéndome. —¿Tú juegas? Niega con la cabeza. —Mason te está mirando—, suelta Zayn. Sus ojos se centran en la mesa de los deportistas. Miro y me encuentro con Mason, él sonríe y yo le devuelvo la sonrisa antes de que ambos desviemos la mirada. —¿Qué coño ha sido eso?— Zayn pregunta con dureza. —¡Yo lo envío!— exclama Zoey. Todos miramos a Zoey con las cejas levantadas. —Menudo imbécil. A continuación, todos miramos a Zayn. —¿Qué os ha hecho?— le pregunto. —Nada, solo me molesta. —Todo el mundo te molesta—se ríe Isaac. —Pero a mí no—Cole le da un codazo a Zayn, —él me quiere. Zayn golpea a Cole en el estómago antes de levantarse y alejarse. * —¡No te muevas!— Zoey me regaña mientras intenta aplicarme sombra de ojos en los párpados. —Esto es eterno. —Tengo que perfeccionarlo. ¿Necesito recordarte que vamos a…? —A la fiesta de Conway—, termino por ella. —Ya me lo has recordado 500 veces esta semana. Ella pone los ojos en blanco. —Cierra los ojos. Ya casi he terminado. Cuando por fin termina de maquillarme, me levanto y me miro en el espejo. Estoy... diferente. Llevo un vestido n***o ajustado que me llega un poco por encima de los muslos. Un poco fuera de mi zona de confort, pero Zoey dijo que tenía que ponérmelo porque era la maldita fiesta de Mason Conway. Juro que si escucho su nombre una vez más creo que voy a explotar. —¡Estás increíble! Mason se morirá cuando te vea— me dice Zoey sonriendo. Llevaba un crop top gris con unos shorts negros rotos, y se había teñido un mechón de pelo de n***o especialmente para la fiesta. —¡Tú también! Y gracias por peinarme y maquillarme. —No hay problema, hermana. Ahora venga, vamos a la fiesta. * Llegamos a la casa de Mason, Zoey sabía cómo llegar, no sé cómo, pero lo hizo. —Estoy nerviosa— admito mientras nos acercamos a la puerta principal. —No lo estés, solo diviértete un poco, ¡relájate! Te debes una noche libre de tanto estudiar. —¿Cómo puedo relajarme? Se ríe. —Bebe un poco, baila, besa a desconocidos; no sé. Solo diviértete. No creo que vaya a hacer nada de esa lista, pero decido no decírselo. La puerta está abierta, la música a todo volumen y hay adolescentes bailando por todas partes, algunos bebiendo de botellas y vasos, otros sentados en el suelo usando el dedo para dibujar formas en el aire. Dios mío. Esta no es mi escena. —¡Ahí está Mason!— Zoey grita por encima de la música. Señala a través de la habitación hacia donde está él. Está hablando con uno de los otros deportistas, Rory, creo que se llama. ¿Voy a saludarlo? No, no quiero interrumpir su conversación. Pero hoy en química dijo que estaba emocionado de verme allí. Tal vez cambió de opinión y lo molesto hablando con él. —Puedo ver esas ruedas girando en tu cerebro—dice Zoey, —Estás pensando demasiado, ¿no? —Pfft, no—miento. —Amara, ve a hablar con él. Suspiro. Quizá debería hacerlo... Diablos, no. —Vale—, le digo a Zoey y me dirijo hacia Mason. Cuando miro hacia atrás y veo que Zoey está hablando con una chica del colegio, me alejo de Mason y me dirijo a la zona de asientos. Mi corazón se detiene cuando veo a Zayn sentado allí, con Isaac a su lado. No sé por qué mi corazón reaccionó como lo hizo, pero si es mejor que se detenga. Quiero decir, claro que no se para. No quiero que mi corazón deje de latir. Quiero que deje de reaccionar como lo ha hecho cada vez que he visto a Zayn. Nuestros ojos se encuentran, y mi corazón se detiene de nuevo. Que pare. Sus ojos recorren mi cuerpo de la manera más sexy. ¿Por qué de repente me siento insegura? ¿Y si piensa que me veo mal con este vestido? ¿Por qué me importa? Me acerco y me siento a su lado. —Nerd, qué sorpresa—sonríe. —¿Qué haces aquí? ¿No se supone que estás castigado? —Sí, se supone. Pero me escapé. —¡Zaaayn!— gimoteo, —¡eso está mal! —Sí, tío—se ríe Isaac—eso está jodidamente mal. ¿Cómo has podido? Pongo los ojos en blanco, sabiendo que se está burlando de mí. —¿Por qué estás aquí?— Le digo a Zayn: —No parece que Mason y tú os caigáis muy bien. —No, estamos bien—bebe un trago de su botella de cerveza. Me fijo en Zoey, que está bebiendo del vaso de alguien. ¿No sabe que no debe fiarse de la gente que le ofrece algo de beber en las fiestas? Gruño: —Tengo que irme. Mientras me dirijo hacia Zoey, alguien me toca el hombro. —¿Amara? Me giro y me encuentro con sus ojos grises. —Hola, Mason—sonrío. —Vaya, estás increíble. —Gracias, tú también. Hago una mueca mental. ¿Por qué he dicho eso? Ni siquiera he mirado lo que lleva puesto. —¿Quieres tomar algo? —No, gracias, no bebo. Él asiente. —¿Quieres bailar? —Yo tampoco bailo. Frunce el ceño: —Por favor, ¿solo un baile? ¿Cómo podría decir que no a esos ojos? * Pasan un par de horas, y lo que era solo un baile con Mason, resultó ser bailar durante media hora. Ahora estábamos en la cocina, sentados en su mesa de cristal, yo con un vaso de agua. —Háblame de ti—me dice. —¿Qué quieres saber? —Todo. Tu color favorito. Tu programa de televisión favorito. Tu primer beso...—, se interrumpe. —El amarillo. Y mi programa favorito... No sé. Hay muchos. Teen Wolf. The Vampire Diaries. Mentes Criminales. Sonríe tímidamente: —Nunca he visto ninguna de esas series. —Oh...— Incómodo—Mi primer beso—continúo, —fue en séptimo grado. Fue un reto, una forma bastante cutre de dar tu primer beso a alguien. Quería que fuera con alguien especial. —Eso suele decir la gente cuando pierde la virginidad. —Yo también quiero que sea con alguien especial. —¿Quieres decir que eres virgen? —Sí—, bebo un trago de mi agua, sintiendo cómo se me calientan las mejillas. —Eso es bueno. No quedan muchos en nuestro instituto—se ríe. —Mola bastante que no te hayas entregado a un c*****o cualquiera. Sonrío, agradecida de que no se haya reído en mi cara. Pasamos otra hora hablando y aprendo mucho sobre él. Su color favorito es el verde, quiere ser entrenador de fútbol cuando sea mayor, vive con su madre, su padre y sus hermanos pequeños. —¿Quieres bailar otra vez?— Me pregunta levantándose de la mesa. —Claro—le sigo hasta el salón. Miro los sofás al pasar; Isaac ya no está, pero Zayn sí. Con una chica en el regazo. Qué asco. Zoey se tropieza conmigo y me agarra del brazo. —¡Amara! —Ahí estás. —Zoe, ¿estás borracha? —Noooo. Miro a Mason que parece un poco preocupado. —Debería llevarla a casa. Él asiente. —Te ayudaré a sacarla fuera—. La rodea con los brazos y ayuda a su tambaleante cuerpo a salir. Le llevo hasta donde está aparcado el coche de Zoey y la deja en el asiento trasero. —Gracias—le digo agradecida, —y siento no haber podido bailar contigo otra vez. —No te preocupes, siempre hay una próxima vez—. Me pasa un mechón de pelo por detrás de la oreja y se acerca a mí. —Me lo he pasado muy bien contigo esta noche—me mira fijamente a los ojos. —Eres diferente a las demás chicas. Eso me gusta. Mi corazón se acelera. ¿Estoy soñando? Se inclina y me roza los labios, luego se retira, esperando mi reacción. Miro con los ojos muy abiertos al chico popular que tengo delante y sonrío, dándole la señal para que esta vez me bese como es debido. Sí, definitivamente estoy soñando.
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