Aún no encuentro posible que esto me pasara a mí, la persona más pacífica del mundo, quien siempre se mantuvo al margen de cualquier altercado sea la situación que fuere. Yo, que consideré siempre de mí misma ser una chica bien, que no hacía daño ni siquiera a una mosca. Pero sí, desafortunadamente mi vida dio un giro inesperado sin darme una mínima señal de advertencia ante la novedad de lo desconocido. Esto me confirma que, solo somos dueños del ahora, ya que este influirá de manera significativa nuestro futuro. Los cambios se dan de manera gradual y muchas veces la conciencia llega a darse cuenta en el momento en el que ya no queda mucho que hacer para evitar las consecuencias de los actos, y qué irónico decir que, aprendí de mis errores cuando los arrepentimientos ya no valían nada mas