A la orilla de un río podían ocurrir muchas cosas, aún si nadie en absoluto se diera cuenta de ello. Puede ser el paso de la estación de viento calurosa a la lluviosa y húmeda; el paso del agua que, aunque pareciera lo más monótono del mundo era una constante de agua limpia y nueva a cada segundo; eso sin excluir a la gente va de paso, cuando otra llega allí todos los días de su vida para buscar el confort y la vida que el agua puede brindar. Seres humanos, así como las variantes de plantas y animales de los alrededores se necesitan para sobrevivir y muchas veces se dan por enterados. Tal era el caso de los ríos Gemelos, que se encontraban paralelos atravesando todo un territorio lleno de praderas y bosques. Eran tan peculiares, que reaccionaban de la misma manera siempre y sin falta; si