Querido Anthony: he pasado unos meses terribles sin recibir noticias tuyas. Lo único que puedo limitarme a hacer es rezar por ti y por todo esto que está ocurriendo. No sabes la angustia que me da saber que, todo lo que narran en las noticias de la radio y las capturas horrorosas que se ven en la televisión. Lo peor de todo es cuando pienso y caigo en la cuenta que esto es algo que tú estás viviendo en carne propia. Las entrañas se me hacen trizas al no tener la certeza de que estás bien. Mi corazón quiere creer que un día no muy lejano te volveré a ver parado frente a mi puerta. Me encanta imaginar que te ha salido una beca y pudiera tener la seguridad de que recibieras esta carta, así podría preguntarte cosas como: si estás durmiendo y comiendo a las horas, si has hecho nuevas amistades