Capítulo 4

1140 Words
-Gabriel mi amor - grita arreglándose la falda y subiendo sus bragas - y tu - lo mira enojada - no debiste venir, te odio - llora copiosamente - por tu maldita culpa perdí al único hombre que me ha amado - Juan  frunce el ceño. -Sabes que eso no es así - guarda su pantalón - yo te amo... Elisa esta es nuestra oportunidad de ser felices, mira tu quieres a Juanito nos podemos ir por el mundo, voy a renunciar y nos vamos de viaje como se que te gustaría - la toma de las manos - vayámonos tu no eres una mujer para estar en casa a ti te gusta salir, lucirte presumir tu belleza - ella se suelta. -Que no - toma aire - no te amo, entiende Juan Ernesto tu solo fuiste una salida rápida a mi manera de esquivar la crisis matrimonial por la que estaba pasando pero no te amo - se limpia las lagrimas - ¿en donde dejaste el condón? - inquiere amargada tomando su bolso. -Ya lo tire a la basura - esquiva mirarla pues esta mintiendo, no usó condón - estoy segura de que cuando veas a Juanito te vas a sentir mejor, nosotros te amamos... -Pero yo no, soy solo su psicóloga - suspira - sal y mas te vale no volver jamás... no me vengas con que tu hijo me necesita porque los dos sabemos es solo una excusa que desafortunadamente acepte para sostener esta farsa - lo empuja - si vuelves a buscarme voy a demandarte por acoso. -Como quieras, pero sabes que no vas a poder borrar de tu piel todo lo que hacíamos juntos mientras el imbécil de tu marido se la vivía trabajando - la morena se estremece - no vas a borrar con esas lagrimas de cocodrilo las veces que renegaste de él y su trabajo - ella niega con la cabeza - menos vas a poder borrar de tu mente el verdadero placer que tuviste conmigo, tus gritos pidiendo mas de mi. -Que te calles te digo... vete - sisea. Mientras... -Julia - toma aire enojado - acepto - ella le mira incrédula - quiero que tu y yo nos vayamos a Milán - se limpia las lagrimas - contacta con mis abogados - estalla en ira - yo le di todo lo que tiene ahora lo quiero de vuelta, que su amante la mantenga y pague ese consultorio y la nomina de todos los empleados - Julia intenta abrazarlo - por ella deje de lado mis sueños para que me pague de esta manera, no voy a seguir manteniendola si tanto reniega de mi como marido que se defienda sin mi... -¿Estas seguro? - lo abraza - cielo tu no eres así - suspira - yo se que Elisa no era nadie antes de ti pero quitárselo todo no es algo muy... - mueve las manos limpiándole las lagrimas - fuerte, se que mantienes a su familia y le haces creer que su consultorio da pero solo van porque tu le haz recomendado, pues aun no tiene el prestigio suficiente para cobrar todo eso... Y tampoco los clientes. -No me interesa Julia, estoy cansado... no puedo y no quiero seguir con esto, sino firma dile que la causal será adulterio - se sube al carro, Elisa los ve y reniega jamás le gusto la presencia de la guapa rubia - necesito que cambien las guardas del apartamento es mío y no voy a vivir con ella, no sabiendo que es muy probable que se hubiera acostado conmigo ayer después de complacer a su amante y su tonta explicación de no usar bragas sea porque ese animal se las rompió. -Vamos a mi departamento, según me cuentas no creo que te deje ir... eres su mina de oro - él resopla - allá nos quedamos como lo hacíamos antes y prometo mimarte como mereces - le sonríe - además ya aprendí a hacer tu plato favorito - en medio de su dolor sonríe abrazándola. -Soy un tonto tu deberías ser mi esposa... -No digas eso... no eres un tonto eres un hombre extremadamente guapo y muy creyente en el amor, solo en ese momento yo era muy joven - besa su mano - además con solo 33 años estas perfecto. -Vamos eres muy aduladora - intenta distraerse - y tu solo 25 años y te ves preciosa. Julia quiero ir a mi departamento y dejarle claro que tiene un tiempo para irse, que no quiero saber nada de ella. -Si es lo que quieres - un rato después encuentran el carro de la morena estacionado - ¿quieres que te espere aquí o te acompaño? - musita. -Espérame aquí, no tardo - Elisa asomada por el balcón ve cuando Gabriel besa la mano de la rubia y chilla de ira - luego iremos a tu departamento - ella asiente. Gabriel un poco tenso y nervioso sube hasta su apartamento, no deja de pasarle por la mente la escena que presencio, su mujer teniendo sexo con su amante en las oficinas que él mismo paga, aborrece la idea de la cantidad de veces que le dijo mentiras los supuestos viajes a conferencias donde muy seguramente la conferencia era otra, cuantas veces no le habrá mentido diciendo que lo amaba y la realidad era que amaba su dinero. Gabriel pertenece a una de las familias mas prestigiosas del país, reconocidos por su talento en la administración de negocios y Gabriel por ser un pintor cuyo talento sobresalía. Elisa desesperada manejó hasta llegar a su residencia, nerviosa pensando que tal vez su esposo ya no estaba pero todo estaba como ella lo había dejado en la mañana entonces se dio permiso de pasar a su lugar, donde él hacia su arte y vio una pintura de su matrimonio incompleta allí se veía ella pero, traga saliva, se veía sin emoción en cambio la imagen de Gabriel tenia un brillo especial, piensa en la manera en que le hablo en su consultorio y estaba muy lejano. -Veo que tu amante te dio tiempo de venir a ver a tu esposo él aburrido y sin emoción - la saca de sus pensamientos - seré breve - él lleva una pequeña maleta - te voy a regalar este apartamento mañana enviare a alguien para que recoja mis cosas, espero que valga la pena para ti el haber tirado a la basura todo. Adiós Elisa Gonzales. -Gabriel no te vayas, dime lo que quieras... grita si eso te hace bien pero no me dejes, yo te amo - solloza - tu silencio me esta matando. No le contesta, desvía su mirada a la pintura y decide tirarle encima algún liquido para dañarla, Elisa le mira incrédula Gabriel jamás había hecho algo así con sus obras. Continuara...
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