Carlos tomó el teléfono mientras Diego tocaba una canción de jazz movido para el bar, Enith se encontraba tomando una margarita mientras lo veía fascinada tocar el piano, el investigador no les quitaba la vista de encima, estaba atento a cualquier movimiento que el pianista hacía. El teléfono timbró tres veces antes de que Elio, al otro lado del teléfono, contestara. — Señor Guinot, disculpe la hora en la que le estoy hablando pero, hice lo que usted me pidió de dejar descansar unos días sin vigilancia al pianista —dijo Roberto. — ¿Hay alguna novedad? Espero que haya una por la hora en que me llamas —dijo Elio al otro lado del teléfono. — Si la hay señor, Diego se ha confiado y ha vuelto a contactar a la señorita Caley, están juntos en este momento tomando, ella ha venido a verlo toca