—Así que a Alice le falta el cariño de una madre— expresó Norita como si hablara consigo misma. —Milady ha tenido muchas nodrizas— contestó la señora Winter—, pero no creo que haya querido a ninguna. Sólo la señorita Marsh ha conseguido hacerla un poco feliz. Ahora Norita podía entender por qué la Marquesa viuda había insistido en que Marsh cuidara a su nieta. —Yo estoy segura de que usted hará cuanto pueda por la pobre niña —continuó diciendo la señora Winter—, ella no parece estar muy llena de vida, ¿me comprende? —¡Sé exactamente lo que quiere decir!— aseguró Norita. Enseguida preguntó: —¿Tiene su señoría un secretario que se encarga de pagar los sueldos? —Es el señor Seymour, pero se encuentra muy ocupado en estos momentos. Dudo que pueda usted verle antes de emprender el viaje.