CAPÍTULO IV El Marqués llegó a Greenwich mucho más tarde de lo planeado. Se había ido a despedir de Lady Bettine y la había encontrado acostada. Así que lo que iban a ser unas pocas palabras de despedida se convirtió en algo mucho más apasionado. Transcurrieron dos horas antes de que el aristócrata se pusiera de nuevo en marcha. Una vez más, su pensamiento se volvió a centrar en el viaje. Mentalmente se puso a repasar los últimos aparatos que habían sido instalados en el yate y pensó que iba a sentirse muy molesto si aquellos no funcionaban tan bien como él suponía. Ya era de noche cuando llegó al muelle. El Capitán le estaba esperando para darle la bienvenida y tan pronto como lo hizo fue levantada la pasarela. El Marqués dio la orden de que zarparan. Subió al puente para ver sal