Capítulo cuatro

2751 Words
—Papi, papi espera deja contarte, — dije yo — él sonrió me tomo de las manos y dijo: —Sí, si ya lo sé yo lo vi todo tontita ya duerme ya mañana ves a tus amigos. —Si papi. —. Se paró y fue hacia la puerta. Cuando le dije: —Espera papi. Papá se dio la vuelta y dijo: —Si nena dime. —Quiero preguntarte. —Dime. —Papi porque todos están dormidos en el corredor y porque en el suelo porque no les das un lugar mejor o unas camas para que duerman papi son mis amigos. —. Papa se acercó se sentó en la orilla de la cama y me dijo: —Mira hija no sabría cómo explicarte ahora porque no lo entenderías camas serian muchas no tendríamos donde ponerla, pero te prometo que desde mañana tendrán un lugar mejor. —Gracias papi. —. Me dio un beso en la frente apago la luz y cerró la puerta yo me quede dormida al siguiente día Chela me despertó temprano y dijo: —Levántate te bañas y te viste tenemos que ir a dejar la cruz. —¿Qué? —. Dije yo.  —Que te apures. Me contagio su apuración y todo lo hice de prisa bajamos el chófer ya nos estaba esperando entramos a la capilla donde se reza el rosario Chela me dijo: —Levanta la charola con las flores de la cruz. Así lo hice salimos nos subimos a la camioneta atravesamos el pueblo ya en la carretera a lo lejos se veía el panteón el cual nos íbamos acercando poco a poco yo llevaba en las piernas la charola con las flores llegamos nos bajamos entramos al panteón y nos dirigimos a la tumba de mi mami ya cuando llegamos nos hincamos nos persignamos Chela el chófer y yo íbamos en silencio los tres ya hincados Chela empezó a rezar unas oraciones y yo contestaba  después Chela me hizo señas de que escarbáramos lo hice entre las dos hicimos un pequeño hoyo y ahí pusimos las flores de la cruz las tapamos después Chela con un dedo hizo una cruz en la tierra nos persignamos nos paramos  salimos del panteón subimos al carro y regresamos a la casa en el camino del panteón a la casa pregunte a Chela: —¿Porque Chela, porque hacemos esto? Chela me contesto: —Es la costumbre ya no pregunte más. No me aclaraba nada, pero ya no pregunte cuando llegamos a la casa y a lo lejos vi a mis amigos que me estaban esperando baje rápidamente y los abrase y me dijeron: —Corre te estamos esperando para desayunar. Nos fuimos a la cocina a desayunar así pasaron todos los días yo feliz con mis amigos pero también extrañaba el colegio no sabía cuándo iba a regresar o si iba a regresar diario era lo mismo rezar recoger la cruz ir al panteón al otro día ya en el día número nueve cuando regresamos del panteón había más actividad de lo normal temprano llegaron unos señores con unos morrales entraron a la capilla les pasaron una botella de mescal y varias copas metieron una gran tabla como de metro y medio por dos metros Chau estaba conmigo viendo y yo pregunte: —¿Que hacen? El me contesto: —Están haciendo la cruz de los nueve días. —Ah. —. Dije. Pero no entendía nada y dije entre mi luego le pregunto a Chela pues me dio pena con Chau mi ignorancia ellos se veían muy familiarizados  con lo que pasaba cuando  los hombres terminaron la cruz mi pá me hablo me tomo de la mano y entramos  a ver la cruz y estos señores hicieron un cuadro de la virgen de los dolores con Jesús en sus brazos  y esto lo hicieron con arena muy pero muy fina y de colores parecía un óleo estaba hermoso ya a las ocho de la noche empezaron los rosarios pasaron las horas cada hora se rezaba un rosario pero la gente no se iba cenaban y se quedaban tomaban mescal, rompope o jeres ya como a las dos de la mañana Chela me dijo que entrara a rezar el rosario entre nos fuimos hasta adelante estábamos mi papi, chela, la tía Carmen y la bruja de Elena que de mala gana estaba hay rezamos el rosario y al terminar nos paramos Chela me paro a un lado y delante de la cruz en las otra orillas estaban Chela, la tía Carmen  y otra señora que yo no conocía la cruz tenía unos palos que sobre salían  de ahí tomamos la cruz y salimos igual que como en el sepelio de mi mami con la banda rezos y canticos salimos las mujeres se iban turnando para cargar la cruz íbamos alumbrando con lámparas de gasolina pero esa noche en especial estaba tan oscuro que no veías más allá de tus narices solo las lámparas iban guiando nuestro camino entre música canticos y rezos llegamos al panteón se rezó y se dejó la cruz salimos del panteón guiándonos por las lámparas todos nos fuimos a la casa a la gente que nos acompañó se le dio de comer porque la gente no se fue a dormir se quedó, Chela me hablo y nos fuimos a mi recamara y me dijo: —Descansa tienes que dormir son más de las cuatro de la mañana así que descansa. Le dije llorando: —Espera Chela dime porque todo esto no lo entiendo porque no lo entiendo, pero me hace sentir mal entre tristeza y con muchas ganas de llorar ¿Por qué? Chela me contesto:  —Lo se nena, pero son las costumbres y estas son muy antiguas y si no las entendemos debemos respetarlas y cumplirlas duerme nena duerme son las costumbres. Estaba dormida cuando oí que alguien entro me senté y prendí la luz y con sorpresa veo que son mis amigos que entraron sigilosamente me levanto y les pregunto: —¿Que paso? —Venimos pronto porque ya nos vamos. —. Dijo Chau. —¿Por qué? —. Dije yo. —Porque ya se acabó todo nosotros vivimos en la finca y haya nos regresamos ¿Cuándo vas a visitarnos? —No sé ni siquiera sé dónde está la finca. —. Dije yo cuando por el pasillo se oyó la voz de Chela. —Niños donde están ya se va la camioneta. Nos abrasamos rápidamente y se fuero yo salí descalza corriendo detrás de ellos los vi subirse a la camioneta rápidamente la camioneta arranco y todos con la mano dijimos adiós sin darme cuenta mis lágrimas rodaron por mi cara Chela se acercó y me dijo: —Vamos nena para que te vistas. Nos fuimos a mi recamara me bañé mis lágrimas se unían al agua de la regadera salí me vestí con otro vestido n***o y dije: —Creo que tengo colección de vestidos negros. Y sonreí salí de mi cuarto bajé las escaleras salí al patio y como por arte de magia ya no había nada ni nadie las mesas manteles sillas nada fui a la cocina y nada ni gente ni ollas ni comida que paso solo me dormí unas horas que paso entro Imelda que le decían Mela y era la cocinera de la casa. —¿Quiere desayunar niña? —. Me pregunto. Titubeé y dije: —Si. Me senté en la mesa de la cocina y me dijo: —No niña aquí no su papa la está esperando en el comedor. —A si ya voy. — me fui al comedor y si mi pá ya me estaba esperando me hizo un ademan con la mano y me dijo: —Ven hija acércate vamos a desayunar me tengo que acostumbrar hacerlo solo. Enseguida llego la tía Carmen y la tía Elena.  —Buenos días. —. Dijo la tía Carmen sonriente y se sentó. En seguida la tía Elena. —Buenos días. —. Dijo con cara de fuchi empezamos almorzar y mi papa me dijo: —Bueno hija es hora que regreses al colegio y retomar nuestra vida normal hoy regresas al colegio el chófer y Chela te van a dejar. —Pero pá porque no me puedo quedar unos días más. —Te callas y obedeces a tu papá y es papá no pa esta niña necesita mano dura Juan y yo me voy a encargar de eso. —. Dijo la tía Elena. Mi papa dijo: —Elena estoy hablando con mi hija y no interrumpas por favor. —No hija eso no puede ser tengo mucho trabajo voy a viajar y estarías sola. —No, no estaría sola yo me voy a quedar a vivir con ustedes yo me encargo de educar a tu chamaca malcriada. —. Dijo la tía Elena. —¿Qué? —. Contesto mi papá y dijo: —No estas equivocada aquí no te quedas a vivir y yo educo a mi hija como yo quiera así que te vas y te doy una hora para que lo hagas no quiero que vengas a mi casa sin antes pedirme permiso tú no puedes quedarte aquí está claro. — la tía se paró muy enojada y se fue yo estaba sorprendida pues nunca había visto a mi papi tan enojado y menos de correr a nadie de la casa. —Volvamos a lo nuestro después de la comida te vas nena no te puedes quedarte sola en esta casa y yo no puedo estar siempre contigo quiero que me entiendas hija. —. Dijo papá. —Si papi. —. Conteste. —Bueno cuñado estando las cosas así yo también me voy. —. Dijo la tía Carmen. —O no cuñada tú te puedes quedar el tiempo que quieras tu sabes cuál es el motivo por el cual Elena no se debe quedar aquí. —. Dijo mi papi. —Gracias siendo así me quedo unos días más. —. Dijo la tía Carmen. Terminé de desayunar y dije a mi papi: —Puedo pararme ya termine. —Desde luego hija hay cosas que tengo que platicar con tu tía. Me pare alce la vista hacia las escaleras y venia bajando la tía Elena con su maleta. —Me voy Juan y recuerda que me estas corriendo de tu casa. —. Le dijo a papá el solo asintió con la cabeza y con la mano le dijo adiós ella salió muy enojada papá se quedó platicando con la tía Carmen y yo me fui a ver a Chela estaba en el corredor regando las plantas llegué y les dije: —Chela preparamos mi maleta. —Cuales maletas si en el colegio solo traes el uniforme nada más prepara tu ropa interior tus cosas personales y tus piyamas sube ya te alcanzo. Entre a la casa subí a mi habitación y empecé a preparar mis cosas con flojera y de mala gana me tire a la cama alce mis brazos cerré mis ojos y me dije que pasa no entiendo nada cuando llegue mi mami estaba regreso y ya mi mami no está ni va a regresar mis amigos se fueron y no sé si los volveré a ver yo no me quiero alejar de mi casa ni de mi papi quiero estar con él pero él no quiere él quiere alejarme de la casa y ni siquiera me ha preguntado que quiero o si quiero regresar al colegio o si estoy contenta en el colegio simplemente tengo que obedecer llego Chela y empezó ella a guardar mis cosas. —Ya estuvo vámonos. —Oye por lo menos me puedo despedir de mi papá. —. Dije. —Si claro está en su despacho. —. Contesto Chela. Baje las escaleras fui a su despacho abrí y si ahí estaba mi papá camine hacia él.  —Papi. —. Dije. —No me quiero ir quiero estar contigo solo estamos tu y yo no me alejes de ti papi. — dije llorando. —Hija no lo hagas más difícil tienes razón solo estamos tu y yo, pero el que tu mamá se haya ido ha sido muy difícil hija dame tiempo para superarlo y para hacerlo necesito estar solo. Mi papa también lloraba nos abrasamos nos separamos y salí llorando afuera la tía Carmen estaba me abraso. —Hija esto es temporal. —. Dijo Nos dirigimos hacia la salida me subí al carro se subió Chela cerró la puerta y arranco seguí llorando Chela trato de abrasarme y la rechace enojada. —Ya nena. —. Dijo. —No me digas nada no quiere que nadie me consuele. — le dije enojada voltee a  ver por la ventana  hasta que me quede dormida a medio camino nos paramos a comer unas memelas y empanadas seguimos el viaje me acomode para seguir durmiendo pues solo así se me hacia el viaje más corto no sé cuánto tiempo paso pero cuando desperté ya era de noche y precisamente estábamos entrando a la ciudad llegamos al colegio el chófer toco el claxon  esperamos un momento y se abrió una gran puerta de madera labrada el carro entro la puerta la cerro Chano el portero él era una persona madura como de sesenta años vivía en el colegio con su familia en una pequeña casita como cabañita ya sus hijos se habían casado y ya solo vivía con su esposa nos bajamos y la directora nos estaba esperando. —Hola Camila tu habitación ya está preparada Goya lleva su maleta y ponla en su habitación.   Goya la alzo y se fue sin decir nada yo me quede parada Chela se despidió de mi me dio un abraso y dijo: —Lo siento Cami. Se despidió de la superiora esta le dijo: — Dile al señor que no se preocupe acá nosotros la atenderemos muy bien. Chela asintió con la cabeza se subió al carro se abrió la puerta nuevamente y se fueron cuando la puerta se cerró llore me sentí como una prisionera la sor me puso la mano en el hombro y dijo: —Vamos es hora de dormir y mañana hay que madrugar. —Si. Me limpie las lágrimas y camine hacia mi habitación cuando llegue estaba goya en mi habitación acomodando mi ropa entre me dirigí a ella tome la ropa entre sus manos y dije: —Yo lo hago ve a descansar. —Pero. —. Contesto. Yo la interrumpí. —No ve a descansar de verdad. —gracias. — me dijo. —Y lo siento, siento mucho por lo que estás pasando. —Si Goya yo lo se gracias. Se dio la vuelta y se fue yo termine de poner mi ropa en su lugar y pensé en Goya ella era una de las sirvientas del colegio se levantaba antes que nadie y se dormía al último ella también era alumna del colegio la diferencia consistía en que mis papás tenían dinero para pagar todo lo que se requería pues todo se cobraba si necesitábamos un lápiz el mismo que iba a la cuenta y los papás de ella no lo tenían así que si querían una buena educación para ella tenía que pagar con su trabajo aunque solo tenía nueve años siempre andaba triste y cuando jugamos siempre está haciendo algo y solo nos ve de todas las sirvientas es ella la más joven ella es de estatura pequeña delgada con ojos grandes y tristes tez morena y muy simpática se parecía a mis amigos de la finca. Me puse la pijama y me acosté me dormí de inmediato de pronto desperté exaltada pues de repente empezó a sonar la chicharra me pare fui a bañarme mi habitación contaba con baño dependiendo de cuanto pagaras eran tus privilegios hasta hoy me doy cuenta que mis papás tienen mucho dinero pues cuento con todos los privilegios hay niñas que pagan menos y en una habitación duermen tres otras en el dormitorio comunitario y los baños son generales. Me vestí me puse el uniforme que consistía de blusa blanca corbatín falda tableada de color azul marino tobilleras largas y blancas con zapatos azul marino y una boina blanca me peine y me hice una coleta prohibido traer el pelo suelto así que siempre traía el pelo recogido salí corriendo al patio donde la mayoría ya estaban formadas llegue y me forme después todas.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD