Camila

No sé qué pasa parece que me desmaye veo a mi alrededor y todo me parece un sueño un sueño aterrador estoy frente a un ataúd camino hacia él, tengo miedo no quiero ver cierro mis ojos, pero algo me obliga abrirlos y lo que veo me hace gritar y llorar No, no mami no mi cabeza da vueltas y empiezo a recordar mi mami estaba muy enferma me llama mi papá y dice: —Tú mamá quiere hablar contigo. Papá se inca me toma de mis brazos y me dice muy serio tienes que ser fuerte separa me toma de la mano me lleva a la habitación entro y pa cierra la puerta me quedo parada tengo miedo mi mami me dice: —Pasa hija acércate. Con la mano me hace una seña de que me siente a su lado yo lo hago la abraso y le digo: —Mami tengo miedo. Ella me dice: —Calma mi nena calma quiero que me oigas y pongas atención en todo lo que voy a decirte. Yo contesto asintiendo mi cabeza y digo: —Si mami. —Nena yo te quiero más que a mi vida, pero tengo que irme Dios lo ha dispuesto así, pero te vas a quedar con papá nena tienes que cuidarte mucho sobre todo de la hermana de tu papá es mala tu no la conoces, pero la vas a conocer no confíes en ella es mala, pero si te ves en peligro abre esta caja lo que hay adentro te salvara recuérdalo siempre estaré contigo. Saco la cajita de debajo de su almohada de pronto empezó a toser mi pa entro corriendo. —¡Chela! La sirvienta de la casa me saco corriendo y jalándome muy fuerte salimos mi pa grito. —¡Llamen al médico! El medico entro mi pa grito, pero más que grito fue un alarido yo estaba asustada no sabía lo que pasaba chela me abraso y empezó a llorar. —¿Qué pasa? —. Pregunte a Chela. Ella me vio y me dijo: —Tu mami a muerto. La vi y ya no supe que paso me desmayé hasta que desperté en el cuarto donde estaba mi mami tendida como llegué hasta ahí no sé, pero es escalofriante. Salí vi a mi alrededor hay mucha gente que no conozco a nadie con la vista busco a mi papá no lo veo vuelvo a escudriñar entre la gente pero no lo veo doy unos pasos hacia tras volteo y veo nuevamente el ataúd y me parece aún más grande veo la habitación más detenidamente hay cuatro velas muy grande rodeando el ataúd más abajo varios floreros repletos de flores y en el piso muchas veladoras todo alrededor del cuarto hay silla y el piso lleno de petates siento escalofríos froto mis brazos está haciendo mucho frio oigo rechinar una puerta estoy de espaldas al ataúd busco que es lo que rechina volteo lentamente y la tapa del ataúd está abierta doy un paso hacia atrás y veo aterrorizada como mi mamá se levanta y con la mano me hace señas de que me acerque salgo corriendo me abro paso entre la gente me detengo busco a mi papá le grito: —¡Papá, papá! Pero nadie me contesta pareciera que no existo nadie repara en mi lloro tanto que las lágrimas salen sin ningún esfuerzo, pero nadie se detiene a verme o preguntarme ¿Qué me pasa? o ¿Dónde está mi papá? Todos están tan ocupados mi miedo aumenta oigo tantas voces que no alcanzo a oír una oración completa empiezo a gritar: —¿Papá dónde estás? ¡Tengo mucho, mucho miedo ya no quiero ver el ataúd! Empiezo a temblar no sé porque no tengo frio, pero si mucho miedo y grito: —¡Papá, papá! — cierro los ojos y continúo gritando de pronto siento unas manos que me toman de los brazos y me sacude abro los ojos y veo a una mujer que me grita: —Cállate mocosa estúpida. Dios es un rostro tan frio sin expresión alguna y unos ojos que pareciera que ves en un pozo tan profundo y oscuro que al verlos mi miedo es más grande tan grande que pierdo el conocimiento. Cuando despierto veo a mi alrededor sonrió estoy en mi habitación y mi papá está conmigo me abrasa ya no tengo miedo le pregunto a pa: —¿Fue un sueño? Él me dice: —No hija no es un sueño se fuerte y pasemos juntos este trance solo somos tú y yo. —. Iba a continuar, pero alguien le hablo se paró y se fue. Salgo de mi habitación todo continua igual mucha gente todos en lo suyo platican sonríen me ven me saludan no todos, quien le va a ser caso a una niña de doce años me dirijo a la cocina llego hay muchas mujeres unas ya ancianas que son las que dirigen todo, otras de mediana edad y otras jóvenes todas hacían algo al ver como algunas asaban el chile otras hacían tortillas otras mataban a los guajolotes y gallinas y otras más los limpiaban y destazaban nadie más hacia caso yo continuaba parada en la puerta el ver como mataban y destazaban a los animales salí corriendo de pronto alguien me detuvo la mire y era mi tía Carmen me abraso y me dijo: —Vamos hija ya no llores. —. Yo me sentí también que me hablara con tanto cariño que ese abraso, me dio seguridad y me quito todos mis miedos nos encaminamos hacia la cocina y dijo: —Ya verás que comiendo algo te sentirás mejor ¿Cuándo comiste por la última ves? A demás te ves pálida y frágil y desde hoy en adelante tienes que ser fuerte las cosas van a cambiar pues tu mami ya no estará contigo. Llegamos a la cocina aplaudió todas las mujeres que estaban en la cocina pararon dejaron de hacer sus cosas pusieron atención a mi tía que dijo: —Atención quiero que conozcan a la hija del patrón y de mi difunta hermana. —. Todas me miraron. —Yo sé que no la conocen ella nunca ha ido al rancho, pero ya la conocerás y quiero que cada que venga a la cocina se le atienda. —Sí. — dijeron todas en coro. Todas pasaron a saludarme de pronto una anciana pregunta a mi tía: —Y ¿Cómo se llama este angelito? —Mi sobrina se llama Camila. Me sentí incomoda jale una silla y me senté. —¿Qué quieres de comer mija? —. Dijo mi tía. —Chocolate de agua y pan. —. Dije. —Sí, pero de almorzar. —. Contesto mi tía. —Pues tasajo. Cuando llegue con mi tía a la cocina no tenía apetito, pero al ver la comida me dio hambre y no comí devore alguien dijo: —Pobre niña con todo lo que paso quien sabe desde cuando no come. Y la verdad no recordaba que no había comido desde ayer que Chela me dio de pronto recuerdo y Chela donde esta Chela le hable a mi tía que platicaba con una señora. —Tía, tía ¿Dónde está Chela? Mi tía volteo y me dijo: —Está en el molino están moliendo el nixtamal. Me pare corriendo y me fui hacia el cuarto donde estaba el molino. Chela siempre había estado conmigo mi mamá me contaba que solo a ella le tenía confianza y como desde bebe estaba conmigo yo la quería mucho y ella a mi cuando entre me pare en la puerta y con la mirada la encontré yo al verla se me ilumino la mirada y corrí hacia ella. —¿Dónde andabas chiquita? Me canse de buscarte. —Si yo también te busque y busque a mi pa y no lo encontré. —Si amor es que está muy ocupado. —Oye Chela ya viste a mi tía Carmen ya llego. —No Cami, pero luego la vamos a ver, espera me tantito pero no te separes de mí. —Chela porque hay tanta gente que no conozco en la casa. —Porque vienen de los ranchos cafetaleros y de cacao que tiene tu papa, pero tú nunca has ido, pero al rato llegan sus hijos y ya tendrás con quien jugar. —Pero Chela yo no los conozco. —Sí, pero ya los conocerás y veras que te van a agradar. —. Salimos al patio y había mesas los hombres que estaban trabajando se sentaron y las mujeres empezaron a servirles de comer esto era mole de guajolote con arroz y frijoles en el cetro de la mesa las tortillas recién echas pero no tenían cubiertos solo una cuchara las mujeres salían y entraban con platos y jarras de agua de horchata, tamarindo y Jamaica yo me senté en la cocina y observaba Chela ayudaba a subir el mole que eran unas grandes cazuelas llenas de comida y unos tambos llenos de agua por un momento se me olvido todo por lo que estaba pasando de pronto entro mi  pa y pregunto a Chela: —¿Dónde está Cami? —¡Acá estoy pa! —. Grite. —Hija ven acompáñame. Me pare lo seguí  fuimos hasta su despacho de pronto alguien le hablo y se fue dejándome ahí parada sin decirme nada yo pensé y ahora que le pasa como me deja aquí parada que hago lo espero me voy que veo y veo a la tía Carmen ella era la hermana mayor de mi mami la quería mucho ellas quedaron huérfanas de niñas mami tenía cuatro años y ella dos así que ella se encargó de criar a mami mi tía Carmen nunca se casó así que a mí me quería como su hija cuando venía de vacaciones ella siempre estaba con nosotras y mi pa la respetaba y quería como una hermana. Corrí hacia ella me abraso y dijo: —¿Qué haces mi niña? —Nada tía. —Ven vamos arreglar las flores hay que ponerlas en los floreros. Mi papá llego de pronto y dijo: —Mira Carmen no me doy abasto así que lleva a la niña a la puerta y explícale que es lo que tiene que hacer. —Si claro. -dijo mi tía. —Ven hija mira te vas a quedar en la puerta con unos mozos vas a recibiría lo que traigan das las gracias y le dices al mozo que se las lleve él ya sabe en donde lo tiene que poner si te dan dinero no te ofendas y recíbelo das las gracias y recibe el pésame. —Y eso ¿Por qué tía? Mira la expresión de Camila a lo que responde:  —Es de lo más normal son las costumbres de este pueblo y si no nos gustan hay que respetarlas, pero si entendiste. —Si tía, pero la gente aquí no me conoce. —Si hija por eso cuando pregunten por tu papá tú les vas a decir que tú eres su hija y eso es todo. —bueno. Me quedé, pero de muy mala gana me senté en una silla que estaba junto a la puerta y si llegaba gente con enormes canastos de pan, costales de maíz, garrafones de mescal, gallinas, guajolotes de todo, pero de todo ya como a las seis empezó a llegar gente y entraban donde estaba tendida mi mami llego un señor que me dijo que era el rezador mi tía corrió y lo hizo entrar al cuarto empezó a rezar el rosario y con agua bendita roseaba el ataúd así entre canticos y rezos paso toda la noche. Después de cada  rosario la gente pasaba al patio donde estaban las mesas se sentaban a cenar tamales,  pan, chocolate de leche con pan de yema y cuando la gente llegaba mientras empezaba el rosario se le ofrecía copitas de mescal, jeres y rompope y enseguida pasaban al cuarto a rezar el rosario para posteriormente ir a cenar había personas que se llevaban el itacate los que duraban toda la noche eran los hombres entre mescal y mescal se la pasaban la creencia era que la difunta o sea mi mami no debía quedarse sola siempre tenía que a ver personas con ella rezando se acercó mi pa y me dijo: —Vete a dormir un rato pues hay que estar toda la noche en vela. Llamo a Chela y dijo: —Acompaña a la niña a su recamara que descanse un rato. Caminamos Chela y yo a hacia las escaleras entramos a mi habitación Chela preparo mi cama y me dijo: —Nena tienes que descansar pues se vienen días muy difíciles para ti así que descansa. Me arropo yo pregunte: —Chela no entiendo nada porque murió mi mami me siento muy triste ¿Por qué diosito se la llevo, de que murió? —Mira nena son muchas preguntas pero vamos por partes es normal que te sientas triste con el tiempo lo aceptaras no lo olvidaras pero si lo aceptaras de que murió tu mami nadie lo supo ni el propio medico sabia, poco a poco se fue debilitando hasta que su cuerpo y su corazón ya no siguieron funcionando así que no supimos de que murió tu mami lo que si te puedo asegurar Cami es que te amaba mucho si te alejo de aquí es por alguna razón y algún día lo vas a saber su gran preocupación de toda su vida fuiste tú pero ya basta de pláticas y a descansar. En eso estábamos cuando de pronto se abrió la puerta muy bruscamente y entro esa señora que me daba miedo y casi gritando dijo: —¿Qué hacen aquí? Esta niña tiene que estar allá afuera atendiendo a la gente. Chela contesto: —El patrón la mando a descansar. —Que descansar ni que nada.  Se acercó a la cama me tomo del brazo y me saco de la cama. Yo gritaba: —¡Déjame me lastimas! Me arrastro y me saco Chela trataba de zafarme de ella, pero todo era inútil esta mujer tenía mucha fuerza bajamos las escaleras y ya en el patio me soltó Chela corría detrás de nosotras la gente se le quedo viendo y fue cuando me soltó y yo en pijama Chela me tomo de la mano y me llevo a la cocina ya ahí dijo: —Esta mujer es un demonio es mala muy mala siempre que la veas aléjate de ella. —Me asusto chela me dio miedo nunca nadie me había hecho esto. —Si nena.  Luego llego una señora y me roció alcohol y dijo: —Es para el susto y no te enfermes del susto.   Luego agarro unas yerbas y me las paso por todo el cuerpo con un huevo y más alcohol, Chela me hacía señas que me dejara y decía: —Es para que te sientas mejor, la mama sabe lo que hace no te preocupes nena. Yo sorprendida  todo me parece nuevo pues a partir de que empecé a estudiar la primaria esto fue a los seis años mis papas me internaron en el colegio y cada mes me iban a ver solo en diciembre en las fiestas navideñas me traían a la casa pero unos años que no fueron por mi entonces me la pasaba en el colegio con las sores cuando venía a la casa me parecía que mamá no quería que me quedara mucho tiempo pues siempre me quedaba dos o tres días y con algún pretexto tenía que regresar antes al colegio hasta que enfermo y pa me mando traer la directora me llamo y me dijo: —Camila, tu mami enferma y tu papá quiere que estés con ella por el momento no sabemos cuándo regresaras recoge tus cosas rápido el chófer te está esperando anda no tardes. Subí al auto miraba por la ventana las casas, los autos, las calles después de un rato se veía los cerros el campo lleno de cactus el viaje era largo duraba seis horas me quedé dormida cuando desperté es porque el chofer me hablaba: —Niña desea comer algo. —Si tengo hambre. Se había estacionado enfrente de una señora que, hacia quesadillas, salí del auto caminé me sentía cansada. —¿Qué desea comer niña? —O si una quesadilla y una picadita a y un refresco. Ambos comimos p**o y continuamos el viaje yo me acomode en el asiento de atrás y me dormí Cuando desperté estábamos llegando al pueblo unos minutos más y estábamos en la casa mi pa estaba en la puerta esperándome baje del auto y corrí abrasar a mi pa él también me abraso en seguida vi a Chela y también nos abrasamos. —Y mi mama ¿Dónde está? —. Pregunte. Chela me tomo de la mano. —Vamos, yo te llevo con ella está ansiosa por verte. Atravesamos la sala subimos las escaleras caminamos hacia la habitación de mi mamá abrí la puerta y corrí hacia la cama me abraso y beso. —Al fin llegaste mi amor temí que no llegaras a tiempo hijita mía. Me acosté junto a ella. —Mami estas enfermita ¿Por qué, que tienes? —Nada importante hija, pero quería que estuvieras aquí junto a mí, bebe quiero que oigas lo que te voy a decir afortunadamente el estar lejos de nosotros te ha hecho fuerte a pesar de la edad que tienes hija recuerda que, aunque yo ya no este contigo siempre estaré cerca de ti protegiéndote.  —No entiendo mami. —Mira bebe yo me voy a ir a donde, yo voy no puedes ir por el momento te vas a quedar con pá ambos se tienen que cuidar y procura estar lejos de la hermana de tu papá tienes que tener mucho cuidado con ella no confíes en ella. —Pero mami yo no la conozco no sé quién es. —Si mi nena, pero cuando yo ya no este ella va a venir a esta casa y tú debes detener cuidado aléjate de ella. —Mami te vas a morir. —Si bebe lamento mucho dejarte sola a ti y a tu papi, pero no tengo opción, recuerda que te amo. — mamá me hablaba y lloraba y yo también lloraba nos abrasamos llorando ambas de repente entro mi papá nos abraso y lloramos los tres de pronto mi mami empezó a respirar con dificultad mi papá me dijo que saliera de la habitación y le hablara a Chela salí corriendo le grite a Chela que subió corriendo. —Mi mamá Chela, mi mamá. —. Y señalaba hacia su recamara yo espere afuera llorando al otro día mi mami murió.