ELLIOT
Esta mujer terminará volviéndome loco, es tan atrevida, pero a la misma vez con cierto toque de inocencia. Me ha tenido a media asta desde que la vi bajando de la jodida escalera, y ahora, no sé cuánto podré soportar antes de terminar en lo más profundo de ella.
En cuanto no pude contemplar más ese hermoso y sexy culo, me dirigí a una de las habitaciones de huéspedes que se encuentran en la planta baja, allí guardo lo que necesito para esta noche.
Me cambié rápidamente, con solamente el pantalón que requería y subí de inmediato, supongo que Kat ya debe de encontrarse más que ansiosa. Ella se hallaba tal y como se lo pedí, con las piernas abiertas de par en par, ese hermoso par de tetas, las cuales ya rebotarían más tarde y esos pezones turgentes que claman porque los pellizque o estén dentro de mi boca; necesito comenzar cuanto antes o me terminaré viniendo como un maldito adolescente, el cual recién acaba de descubrir el mundo del sexo.
Camine directo a tomar el mando a distancia, sin volverla a mirar o me iría sobre ella de inmediato. Pero en cuanto me posicione frente a ella, no pude evitar sonreírle de manera perversa, si supiera lo perfecta que se ve en esa posición, donde puedo observar con demasiado detenimiento cada parte de su asombroso y espectacular cuerpo; sobre todo ese coño bien depilado y rosado y su centro que ya se encontraba chorreando, ya quería pasar mi lengua por cada uno de esos pliegues y saborear cada gota de sus mieles.
Entonces apreté el botón para que la canción se escuchara por toda la habitación, y al ritmo de "Two feet con Love is a b***h", di inicio al espectáculo, considero que es la canción ideal para esta ocasión.
Empecé a moverme sensualmente, como si el baile fuera una actividad cotidiana en mi vida. Tuve que aprender a moverme de esta manera cuando entre a un estúpido burdel para bailar frente a mujeres despechadas o que solo buscaban diversión de una sola noche, por órdenes de nada más y nada menos que Alex, la verdad es que en su momento no lo disfrute mucho, pero ahora, al ver la cara de sorpresa de Kat, supongo que terminaré agradeciéndole, que me haya obligado a participar en aquella oportunidad que se presentó.
Los ojos de Kat se movían por todo mi cuerpo, es como si, con la pura mirada, se encontrara tocándome, obviamente mi polla reacciono y no hice nada por detener la erección que ya se había formado.
Durante un breve momento, cerro las piernas; sin embargo, me acerqué a ella, como si estuviera gateando, coloque mis manos en sus rodillas, le abrí las piernas y pase mi cara a unos cuantos milímetros de su coño, pero sin tocar absolutamente nada; olía delicioso, cada poro de su cuerpo transmitía deseo, pasión, lujuria; lo mismo que yo sentía por ella en este momento.
Poco a poco me subí sobre ella, claro, sin tocar aun nada, ya habrá tiempo para eso, su respiración cambio, se escuchaba más agitada y eso que aún no la tocaba, me seguí moviendo al ritmo de la música, pero cuando Kat se hallaba a punto de tocarme, la tome de las manos y la ayude para que se volviera a sentar y quedara en la posición que la necesitaba.
Fue ahí cuando me arranque los pantalones, como únicamente se mantenían pegados, pues fue fácil quitármelos y botarlos a un lado, mi polla saltó de inmediato, ante la libertad que ahora mismo tenía.
Kat la miro, se pasó la lengua por los labios y enseguida se mordió el labio inferior. Después subió lentamente su mirada hasta que la poso sobre mis ojos, sonrió de manera perversa y con su dedo índice me llamo. Di un par de pasos, hasta que llegue frente a ella, obviamente dejando unos centímetros de distancia, entonces, de inmediato, se hincó, tomo mi duro falo entre sus suaves manos, saco su lengua y la paso por todo el glande. Tuve que cerrar mis ojos y disfrutar de la sensación. Después se metió toda mi polla a su boca y justo ahí me perdí.
Mientras su boca se encontraba ocupada, con una de sus manos me tocaba las bolas y vaya que sabía cómo hacerlo, ya sentía como me aproximaba a mi liberación, así que la detuve.
Para retrasar aún más el momento y como yo también planeaba probarla, pues se lo pedí.
—Recuéstate y abre las piernas lo más que puedas —obedeció al instante.
Ahora quien se arrodilló fui yo, tome una de sus piernas y desde la punta de sus dedos, comencé a dejar pequeños besos, una vez que me encontré en la parte interna de sus muslos, saque mi lengua y la pase a lo largo y ancho, sin tocar la parte que tanto ella espera.
Lo hice con ambas piernas, hasta que quien no resistió más fui yo y entonces sí, terminé de llegar con mi lengua hasta su exquisito y rosado coño.
Con la punta rodeé todo el borde, ella se quejó, pero la ignoré, no hay nada mejor que la espera y más cuando estás deseando que el ansiado momento llegue. Entonces ahora, si comencé a pasar mi lengua por todo su coño, de arriba abajo, de un lado al otro, hundí mi lengua lo más dentro que pude hacerlo.
Los gemidos de Kat me tenían al borde la locura; sin embargo, me incentivaban a trabajar aún mejor, ella empezó a mover sus caderas para obtener más placer, me tomo del cabello y me pidió que continuara.
Mis manos se encontraban en su cadera, así que tomo una de ellas, la coloco en su clítoris y me enseño como quería que lo hiciera, movió su mano junto con la mía; con la punta de mis dedos sentí su pequeño botón hincharse, hasta que ella quitó su mano y me insto a que continuara yo solo; por supuesto, que no la defraudaría. Cambie los tres dedos, solo por el pulgar, para poder moverlo mejor, y así dar inicio al mejor placer que haya tenido en su vida.
No pienso ser solo uno más en sus recuerdos, seré lo mejor jodidamente que le haya pasado, no le daré ni siquiera el tiempo de pensar en alguien más, porque solo estará pensando en mí. En todo lo que le provoque y en lo que puede llegar a sentir estando en mis brazos, con mi polla metida en lo más profundo de su ser.
Sus gemidos empezaron a subir de tono, fue ahí, cuando aproveche para enterrarme dentro de ella; al principio se notó un poco confundida porque mi lengua ya no se encontraba ahí, pero enseguida entendió por qué. Mi dedo regresó a su botón, mientras ella hacía todo el trabajo, moviendo sus caderas; ambos ya nos encontrábamos a nada de terminar, por ello acelere mi movimiento con el dedo, sentí como poco a poco sus paredes comprimían cada vez más mi polla, hasta que finalmente explotó y unos segundos después yo.
Me recosté sobre ella, mientras mi polla poco a poco regresaba a su tamaño de origen, pero aun dentro de Kat. Me removí un poco y me acosté sobre mi espalda, aun esperando a que nuestras respiraciones volvieran a la normalidad.
—Es lo mejor que he vivido hasta ahora —la observe sin decir nada, mantenía los ojos cerrados, así que supuse que únicamente los estaba cerrando por vergüenza, más no porque se encontrara cansada.
Minutos después, me di cuenta de que se había quedado dormida, me levante y alcé las sabanas, la recosté sobre mi pecho y finalmente, yo también me uní a ella, ya mañana hablaría con ella, para que no hablara sobre lo que sucedió en esta habitación.