Almas Gemelas V

KATRINA Todos los días me preguntaba como es que llegamos a ser tan indiferentes, a no recordar todo lo lindo que vivimos, ¿de verdad soy tan repugnante para él? Aunque, en definitiva, culpa mía, no es. Jamás la culparé a ella, puesto que únicamente se dejó influenciar por una persona que no puede ser llamada así, tan malvada como para impregnar el alma y corazón de una persona inocente. Pero todo tenía un porque y nadie, ni siquiera Elliot, descubriría la verdad; sino hasta que ya fuera demasiado tarde. Esa mañana, como hace unos meses, me levanté muy temprano, duche y desayune cuál zombi. Sin un propósito en la vida, más que trabajar para irme cuanto antes de este sitio. Este lugar ya no es para mí, no tengo nada que seguir haciendo, tampoco hay nadie que me retenga y sobre todo quiero huir, huir de todos los que me han dañado, pero en especial de una persona en especial. Sin embargo, todo daría un giro a mi favor y lo aprovecharía para descubrir y desenmascarar a la verdadera culpable, ya después, me iría con la satisfacción de hacerle saber al imbécil de Elliot, que yo, jamás dañaría a nadie, mucho menos a una persona tan importante para él. Después de todo lo que paso con Anne, Emily, Jud, Caro, y Ali, la única que ya no sufría por nada era Ev. Y la verdad me alegro por ella, no cualquiera aguantaría todo lo que sufrió. Bueno, quizá yo, pero ya no más. Y ya llegará mi momento para cobrarme cada humillación y calumnia en mi contra. Hoy sería dada de alta Anne, después del aparatoso “accidente”, si se le puede llamar así, puesto que todos sabemos quién fue la que lo provoco, iré a verla y si puedo también la acompañaré un rato a casa del abuelo. Lo último que haría, sería eso. Me encontraba por tomar el ascensor, cuando me di cuenta de que no servía, maldije para mis adentros y me dirigí hacia las escaleras. Por lo regular casi siempre llevo zapatos cómodos, pero como me iría junto a Anne, para poder cuidarla, pues no los use; me coloque mis tacones favoritos, además cancele todas mis consultas de ese día y decidí ir a buscarla, aunque supongo que Mary ya se encontraba junto a ella. Entonces escuché la voz de Anne, quien se hallaba discutiendo nada más y nada menos que con la perra loca de Kristen, como mis tacones hacía un poco de ruido al bajar, decidí bajar con mucho cuidado, sin que ella se percatara de mi presencia. Por suerte llegué a tiempo y antes de que esa maldita loca aventara a Anne escaleras abajo, yo la detuve, pero en mi intento por detenerla, ambas terminamos cayendo, creí que en verdad moriría y si lo hacía ahora, no podía hacerlo de mejor forma que ayudando y salvando a mi amiga. Sentí un duro golpe en mi cabeza y desde ese momento perdí el conocimiento; despertaría dos semanas después, no recordando a la persona que me causo un daño irreparable y que, mejor así, ya no sufriría más por su culpa y podría volver a enamorarme de quien sea. (A partir de aquí, todo lo que Kat y Elliot cuenten, será el momento desde que se conocieron hasta que sus problemas empezaron y Kat termine despertando) KATRINA Tuve que convencer a Anne para que no me dejara sola en esta mudanza, sé que al igual que ella, yo tenía cierto miedo al cambio, pero aires nuevos siempre son nuevos y jamás imaginamos que serían unos excelentes y maravillosos aires. Cuando Alexander King, nos mostró nuestros departamentos, el lugar donde trabajaríamos y hasta el auto que conduciríamos, la verdad nos dejó con el ojo cuadrado. Supongo que debe de estar muy, pero muy enamorado de Ev como para regalarnos todo esto. Tratamos de llegar a un acuerdo para irle pagando, pero se negó rotundamente, así que dejamos de insistir. Y entonces el día que cambiaría toda mi vida por completo llegó. Nos alistamos, puesto que Jake, el hombre que siempre acompaña a Alex a todos lados, nos estaría esperando para llevarnos hasta la mansión de Los Hamptons, donde nos reencontraríamos con Ev y Jud, y donde terminaríamos conociendo a los hombres que nos causarían mucho dolor, pero que de la misma forma, nos entregarían su amor incondicional. Anne y yo estábamos muy entusiasmadas ante el reencuentro, además teníamos muchas ganas de ver a nuestras amigas del alma, quien en un desafortunado evento, tuvieron que terminar huyendo de la ciudad y permanecer incomunicadas. Pero ahora ya todo sería diferente, puesto que nos encontramos a un par de minutos de poder abrazarnos y conversar sobre absolutamente todo. Tocamos el timbre y quien nos abrió fue Ev, se quedó sorprendida al vernos e inmediatamente nos abrazó a ambas, obviamente, le correspondimos su abrazo; después llamó a Jud, quien al vernos también quedó sorprendida y corrió a nuestros brazos. —No saben cómo las extrañe —anunció Jud, sorbiendo la nariz. —Lo sabemos, pero alguien nos invitó, nos explicó su situación y bueno, aquí nos encontramos ahora —anuncié y Anne y yo miramos a Alex, puesto que gracias a él, pudimos reunirnos con este par de mujeres. —Así es chicas, pero ahora entendemos por qué nos habían dejado en el olvido, con esos pedazos de dioses, hasta yo lo hubiera hecho —espetó Anne, con picardía. —Y díganme, ¿cómo son en la cama?, seguro las han de hacer gritar hasta que… —no termine de hablar, cuando Jud me calló. —Katrina no empieces de guarra por favor —alzo su ceja y sonrió de oreja a oreja— pero… —se sonrojó— no sabes cuánto me hace gritar —todas comenzamos a reír. Después Ev nos presentó a Emily, la hermana de Alex, sé que nos llevaremos de maravilla. —Y díganme, ¿Quién es ese bombón de allá? —señale con la cabeza a un bello y hermoso semental de cabellera oscura y ojos verdes que estoy más que segura, hace babear a cualquier mujer. —Kat, será mejor que no te acerques a él, es muy… serio, misterioso y jamás lo he visto con nadie —anunció Em en su defensa. —Bueno, acaso no saben que los serios y misteriosos son los que más me gustan para follar —todas volvimos a reír; sin embargo, miramos en su dirección. Después llegó un rubio con unas bebidas y se presentó, parecía ser el más alegre del grupo de Alex. —¿A caso no piensan presentarnos a las visitas? —miró a Anne, y no le quito la vista hasta que ella se sonrojó. —Claro que sí, ellas son Anne y Kat —Ev nos presentó ante Liam, pero justo en ese momento llegó ese misterioso hombre, hizo las debidas presentaciones, me hizo su cara de fastidio, y terminó yéndose. —¿Le pasa algo a Elliot? —Emily le pregunto al rubio. —No lo sé, hace un rato estaba pasándola bien —todos fingimos no darle la menor importancia, enseguida nos presentaron a Tyler y Logan Nos mantuvimos hablando de todo un poco, hasta que me di cuenta de que Ev se acercó a Elliot, el mal encarado y empezó a hablar con él, yo lo mire y él pareció sentir mi mirada, puesto que también me observó, en cuanto lo hizo, su cara de desagrado no se hizo esperar, yo le sonreí, pero él al segundo siguiente volteo su cara y me ignoró. Trate de no mostrar la menor importancia; sin embargo, mi ego fue herido y muy pronto me cobraría su osadía al querer hacerme querer sentir menos, ¿Quién se cree? Admito que es muy sexy y atractivo, pero yo también lo soy, estoy más que segura de ello. Y no por el simple hecho de haberme llevado a unos cuantos hombres a la cama, sino porque reconozco mi valor como mujer y no permitiré que un tipo como él, me menosprecie. Más tarde, Anne desapareció junto al rubio, Ev se encontraba con Alex y yo me hallaba conversando con Emily y Tyler, quería preguntar como acercarme a Elliot, el único que me hizo el feo, pero no me atreví. No fue sino hasta que Tyler se retiró para traernos unas cervezas que Emily me sonsaco para que yo diera el primer paso. —Anda, ve junto a él, si te rechaza o vuelve a poner mala cara, yo misma lo pondré en su lugar, ¿de acuerdo? —asentí. —Pero antes me dijiste que… —Sé lo que te dije, pero Elliot suele ser así, será mejor que esperes lo peor de él y no es muy hablador que digamos, así que… —alzo los hombros y me dio una sonrisa de aliento para acercarme a él. Bueno, aquí vamos, espero que no me mande a volar o peor, que me humille frente a todos porque eso sí que no lo voy a permitir, tome un par de cervezas y me acerque lentamente a él, jamás imagine la clase de sorpresas que me esperaban a su lado.