Regla número 10: No es el sexo lo que te da placer, es la persona que te posee lo que te provoca. Ariadna. Entro en mi oficina y rápidamente Oliver entra tras de mí cerrando la puerta con más fuerza de la necesaria. Ignoro su perfecto cuerpo enfundado en un traje gris marengo con una camisa blanca y una corbata celeste, una sexy barba de dos días y el pelo alborotado y ligeramente húmedo y dejo mi maletín en el suelo y me quito el abrigo colgándolo en mi perchero. No le estoy mirando. Le estoy ignorando. Su perfecto cuerpo y su embriagador aroma no producen ningún efecto en mí. No, no lo hacen. —Ari, ¿por qué no has contestado a mis llamadas? —pregunta, tenso y viene hacia mí. —Tenía cosas que hacer —respondo escueta, intentando sonar indiferente encendiendo el o